Disclaimer: los personajes de kuroko no basket y fotos de portada no me pertenecen y sólo los uso con fines de entretenimiento.
La música taladraban los oídos de Furihata, odiaba tener trabajos en lugares como aquél, casi preferiría el Tiradero, el Barrio Latino, o peor, el Chino..
Androides femeninos y masculinos bailaban con humanos típicos, otros con implantes mecánicos y otros con injertos que era mejor ni siquiera nombrar. Avanzó con toda la calma que pudo entre aquellos roces anhelantes y desvergonzados de piel contra piel.. O metal contra piel.. O.. Lo que sea.
Sus botas recorrieron la pista de baile, se ocultó tras una pareja que bailaba animada, uno de ellos era rubio y tenía orejas de gato.. Y no eran falsas.
Sólo debía atrapar al dueño del club, el mismo que en ese momento estaba inhalando un humo azulado de la maquina que sostenía una bella chica, androide o no, Furihata no lo sabía. Pero eso a él le daba igual, tenía que atrapar a aquel gordo para pagar la renta si no quería que la dueña lo echara a patadas.
Se ajustó la campera de cuero, tomó su pistola eléctrica y avanzó despacio. Los bastardos guardaespaldas lo notaron, tenían aquellos malditos ojos bionicos que brillaban en rojo. Detectaron de inmediato el arma en su mano, Furihata se acercó para hablar.
-Señor Takashi, tengo una orden de detención para..
El gordo movió una mano y uno de los guardaespaldas golpeó el estomago del castaño. Furihata no vio otra opción: comenzó a pelear. Repartió golpes y patadas, usando a veces su dolorosa pistola eléctrica, pero un androide de dos metros se la arrebató y lo tomó del cuello.
-Mejor vete antes de que te hagas daño, niño -dijo Takashi- tiralo por ahí y dale una lección -le dijo al androide.
Antes de que diera dos pasos, un brillo plateado atravesó horizontalmente al androide, cayendo sus piernas por un lado, el torso y los brazos por otro. Furihata sintió la rabia hervir en su estomago al ver a su salvador.
-Que haces aquí, Akashi?!
El pelirrojo lo miró desde arriba mientras enfundaba su katana, su ojo biónico brilló en dorado-. Salvarte el pellejo.
-No necesito tu ayuda! -espetó poniéndose en pie, en ese instante Akashi le tiró su pistola con una sonrisa burlona- Este trabajo es mio!
El pelirrojo lo miró sobre el hombro y se dirigió con toda su elegancia hacia Takashi. El hombre llamó a diez androides más, todos tan grandes y fornidos como el de dos metros, pero Seijurou parecía burlarse de ellos, pasaba con asombrosa rapidez y daba cortes exactos, sin sudar ni una gota.
-Tú vienes conmigo -dijo al detenerse al otro lado de la muralla de androides, quienes en ese instante cayeron de rodillas, con sus pies, brazos o cabezas amputadas.
Furihata enrojeció de rabia. Akashi pasó a su lado arrastrando a Takashi con unas esposas.
-Podríamos hacerlo juntos la próxima vez. -susurró en el oído del castaño. Éste lo empujó.
-Si no tuvieras el ojo del emperador..!
-Y no me refería a trabajar.. -Lo interrumpió el pelirrojo, pasando la lengua por sus labios antes de retirarse.
YOU ARE READING
Desafío de diciembre: drabbles AkaFuri
FanfictionDesafío de treinta y un días durante el mes de diciembre para la pagina Porque amamos el AkaFuri en facebook. Cada día una temática diferente para la pareja de Akashi y Furihata. 💙 Mención de algunas otras parejas dependiendo del drabble.