Día 11: Nieve

926 115 7
                                    

Disclaimer: los personajes de Kuroko no basket no me pertenecen y sólo los uso con fines de entretenimiento.

Este año fuimos a Kioto de vacaciones, ya que mi hermano mayor y yo nunca habíamos ido. Nos alojamos en un bonito ryokan donde mis padres decidieron quedarse en los relajantes onsen; mi hermano optó por conocer tiendas de videojuegos, mientras que yo quise salir de turismo cultural. Así fue que acabé en Kinkaku ji, el Templo Dorado.

Está ubicado entre montañas, con un sendero rodeado de árboles que lleva al estanque que lo rodea. El templo se veía imponente incluso con nieve encima, con su reflejo dorado reflejado en el agua.

—Wuoo parece de oro —Murmuré maravillado.

—Tiene laminas de oro recubriendo las paredes —dijo una voz suave a mi lado, me giré y casi lancé un grito— Buenas tardes, Furihata kun.

Había olvidado que Akashi Seijurou vivía en Kioto. De todos modos me extrañó ver a alguien con su economía no pasar las vacaciones en Hawaii o Londres.

Luego de dar una vuelta por las instalaciones del Templo, nos dirigimos a la casa de té cercana, donde bebimos té matcha con dulces tradicionales.

—Mi padre tenía asuntos que resolver en la zona, así que no voy a viajar este año. Tal vez lo haga en las vacaciones de verano.. —comentó con su postura relajada y elegante, como si hablara de ir a comprar pan — Ya que estás solo podríamos pasear juntos.

Su ofrecimiento me enmudeció. No éramos amigos, incluso cualquiera pensaría que me habría ignorado al notarme entre los turistas, pero todo lo contrario. Me sentí muy contento con su propuesta y acepté.

Nos dirigimos al centro de Kioto, no me asombró demasiado cuando dijo que su chofer podría llevarnos hasta allí.

Comenzamos a recorrer tiendas, las frecuentadas calles del centro estaban recubiertas de nieve y con algunos copos cayendo cada tanto.

—En esta época, es difícil andar por aquí —mencioné desanimado por toda la gente que se encontraba de compras por las cercanas fiestas.

Hubiéramos continuado nuestro recorrido por algún templo o castillo, pero comenzaba a hacerse tarde y yo tenía que volver al ryokan.

—Tengo una idea.

Me tomó del brazo y fuimos a su auto, donde le indicó al chofer algo que no pude oír. Sus iris rojos se mostraban misteriosos y expectantes. Pronto nos encontramos frente a una enorme pista de hielo al aire libre. Le mostré una gran sonrisa y él sonrió complacido, eso me apenó un poco. Me sentía como un niño mimado.

Lo dejé guiarme tomados de las manos, ya que no tenía idea de cómo patinar. Avanzó con fuerza y yo grité mientras nos deslizábamos a gran velocidad. Su hermosa sonrisa me descolocó al punto de tropezar con mis pies y caer encima suyo.

Demasiado cerca de su rostro, pude ver un leve rubor en Akashi. Me disculpé, pero antes de ponerme de pie entre cerró sus ojos y besó mi mejilla. Sus labios estaban fríos y agrietados, su respiración chocaba caliente contra mi cuello, y aunque la nieve caía alrededor, fue el beso mas ardiente de mi vida.

...

Holi! Me gustó mucho escribir este drabble, es duro no pasarse de las 500 palabras, pero eso me ayuda a sacar lo que no es importante y dejar sólo las buenas partes. Ya que hay algunos drabbles que salieron tan bonitos, decidí que voy a hacer algunos one shots con ellos en cuanto tenga tiempo
Gracias por sus lindos comentarios y votos, espero que les haya gustado. Saludos!

Desafío de diciembre: drabbles AkaFuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora