Día 20: Cumpleaños de Akashi.

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Estaba sentado en una cafetería en la esquina del cruce de Shibuya, bebiendo un café amargo mientras veía a las mareas de gente cruzar. Entonces divisé a un chico castaño cruzando en mi dirección. Bebí lo ultimo que me quedaba de café y bajé rápidamente las escaleras, en cuanto salí él pasaba por la puerta.

—Furihata —dije con una sonrisa casual.

—Akashi san? No tenía una fiesta con Kuroko y los demás?

—Tuve que cancelarla por una reunión con mi padre.. Que ya acabó.

—Y qué esta haciendo aquí?

—Perder el tiempo. —Sonreí con mi típica expresión relajada, él juntó las cejas con horror.

—¡¿Entonces está solo en su cumpleaños?! —Algunas personas se giraron al oírlo gritar, sonreí para que se relajara.

—No importa..

—Claro que si! —Lo miré asombrado— nadie debería estar solo en su cumpleaños. —pensó un segundo y me miró entusiasmado— Ya sé! Venga conmigo! Le daré un regalo.

Me atore con la saliva cuando me tomó de la muñeca  y caminamos hasta la parada de un bus.

—Vamos a..?

—Sí! No se preocupe, lo hago todo el tiempo.

Subimos al transporte publico, yo hubiera pagado el taxi si él se hubiera dignado a decirme el destino.

El bus estaba casi lleno, lo que significa que aún había espacio sobre nuestras cabezas. Nos quedamos junto a la puerta.

—Queda bastante cerca.

—No estás ocupado? A donde ibas de todos modos? —miré por la ventanilla los carteles lumínicos y las luces de neón, para no prestarle atención a la cercanía que había entre ambos.

—Al mismo lugar, tenía muchas ganas de ir pero nadie pudo acompañarme.

—Ya veo.

Bajamos en la esquina y pude ver mi regalo. Tomó mi mano con una sonrisa y corrió para atrapar el semáforo a nuestro favor.

—Vamos Akashi san! —exclamó sonriendo.

Llegamos al parque Yoyogi donde los arboles estaban cubiertos de luces led azules, Kouki miró la asombrosa decoración como un niño, me miró y sus ojos reflejaron las miles de luces, pero definitivamente su sonrisa opacaría hasta las luces de la Torre Eiffel.

Entramos al camino delineado por arboles a ambos lados. Un cartel rezaba Ao no Dokutsu, el túnel azul. El cielo estaba nublado y parecía que fuera a caerse en cualquier momento, las personas tomaban fotografías y paseaban en parejas pero nada de eso importaba porque Kouki estaba a mi lado.

El piso reflejaba los espectros de los arboles, ambos caminamos despacio para admirar aquél espectáculo. Kouki se quedó con la boca abierta, mirando los arboles como si fuera su regalo y no el mío, yo me quedé viéndolo a él.

—Feliz cumpleaños, Akashi san.

—Es hermoso, gracias.

Tomé su mano y entrelacé nuestros dedos, su reacción fue una de sorpresa y vergüenza, entonces me propuso sacarnos una foto.

Alcé una ceja pero de todos modos accedí. Kouki estiró el brazo con su teléfono en mano, los árboles de fondo, la luz azul presente en el escenario, y mis labios besando su mejilla.

Sería un recuerdo inolvidable.

...

Holi!
Este Kouki debe ser de los más kawaii que hice..
Por cierto que el Ao no dokutsu es un evento real de épocas navideñas en Shibuya, pueden buscar vídeos, es muy bonito.
Gracias por leer y por sus lindos comentarios, espero que les haya gustado! Y feliz cumpleaños a Akashi! 💙
Saludos.

Desafío de diciembre: drabbles AkaFuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora