Día 25: Navidad/Regalos

783 100 2
                                    


—Espero que hayan usado protección.

Esa voz dura y áspera me despertó. Frote mis ojos y vi a un hombre pelinegro de ojos rojos mirarme como si fuera un adefecio.

—A-A-A-Akashi san?!

—Shh.. Es temprano.. —murmuró mi novio con un abrazo, avergonzandome más y enfureciendo más a Akashi padre.

—No! No tú! Tu.. Padre.. —Murmuré sacudiendolo del hombro.

Parpadeó y miró con molestia.

—Ah, ya volviste.

—No sabía que tendrías visitas. Por eso no me acompañaste? —dijo mirándome feo.

—Como si ir a una reunión en víspera de Navidad fuera un plan atractivo. —respondió con voz gélida, similar a la que usaba antes de ser éste Akashi.

—Arreglense, pedí que hicieran el desayuno.

Solté el aire cuando se fue, giré y me encontré con la mirada de Sei.

—Estas bien?

—Yo iba a preguntar eso. —dije con un mohín.

—No te preocupes —dijo acercándose— No dejaré que te moleste.

Me dio un dulce y corto beso antes de ponerse de pie. Se estiró y la ropa se levantó lo suficiente para mostrarme su esculpido abdomen. Miré a otro lado, no quería que pensara que soy un pervetido. Se acercó al árbol y volvió con un regalo cuadrado.

Era una notebook de ultima generación, maldito idiota, por qué es tan dulce y despilfarrador conmigo?. Lo miré horrorizado.

—El mes pasado la vimos en esa tienda.

—Pero no tenías que comprarla! Cuánto costó?! De seguro es más de lo que gano en un año trabajando medio tiempo! —Él sonrió y acarició mi mejilla. Sus ojos rojos vibraban como fuego.

—Nada es suficiente para mi Kouki. —suspiré, era inutil discutir, siempre tenía la razón y si no la tenía, yo acababa cediendo, me era imposible resistirme. Me acerqué al rincón mas oscuro del árbol y volví con una enorme caja. Sus ojos se abrieron asombrados cuando rompió los envoltorios y encontró un enorme piyo marrón.

—Dijiste que no tenías un regalo.

—Si.. Tuve ayuda del mayordomo. Lo envié hace una semana porque creí que no nos veríamos —Akashi miró con dulzura al peluche— Para que lo abraces cuando me extrañes.

Ladeó el rostro y le dio un beso en el pico al peluche, sin quitar sus ojos de mi. Fue una mirada tan intensa que sentí cómo mi estomago se ruborizaba.

—Pero ahora puedo besar al verdadero —me jaló del brazo y me besó como si no hubiera un mañana— Eres el mejor regalo para mi.

...

Holi! El anterior drabble y éste van a formar parte de un one shot con una pequeña continuación que voy a subir mañana. Espero que les haya gustado hasta acá. Gracias por leer, saludos! 💙

Desafío de diciembre: drabbles AkaFuriWhere stories live. Discover now