El fin de la maldad

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—¿Qué diablos estás haciendo aquí?—Esta vez, el de pelos rojizos habló—¡Sabes que tienes prohibida la entrada a nuestros pastizales!

—¿Lo sé? ¡Vaya! Parece que se me ha olvidado—Sonrió burlonamente la mayor.

—¡Vete a casa, Zira!—Gritó el de ojos claros.

—Esta es mí casa, joven príncipe—Rio con malicia—¡Ataquen!

Sus secuaces levantaron sus armas y comenzaron a dirigirse hacia los jóvenes príncipes de Pridelands.
Kiara soltó un leve grito mientras todos se preparaban para atacar.
Entre ellos, se encontraban Vitani y Nuka.

—¡Vamos, Vit!—Su hermano mayor le pegó un codazo. Pero ella se sentía insegura. ¿Atacar? ¿Por qué? Después de todo se encontraba el amor de su vida ahí y la pareja de su hermanito menor. . .
¿Por qué debían atacar? ¿No eran todos iguales?
La de ojos violetas se quedó inmóvil con un arco y flecha en su mano.

—¿Qué mierda vamos a hacer? ¡Son demasiados!—Le susurró la princesa a sus hermanos.

—Lo único que nos queda es pelear—Contestó el joven y antes perdido príncipe.—Al menos hasta que nos maten.

—Gracias por el apoyo, hermano—Susurró Kion con sarcasmo.

—Al menos yo no me quedo callado.—Respondió el de ojos claros molesto.

—¡Chicos, no es hora de pelear!—Los secuaces ya estaban cerca de los tres.

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—¡Majestad!—Gritó el mayordomo vestido de azul mientras llegaba corriendo a donde se encontraban los líderes.—¡Los forasteros están en los límites del reino! ¡Es una guerra!

Kovu se encontraba en los pasillos de aquellos lugares cuando escuchó al mayor alarmado.
Sin pensarlo dos veces, entró a la habitación sin aviso y habló:

—¿No es dónde iban a ir Kiara, Kopa y Kion?—El de ojos verdes de mostraba preocupado al igual que los padres de los contrarios.

—¡Zazú, convoca a las leonas!—Así le llamaban a las guerreras más fuertes que tenía la tribu.— Vamos. —Gritó agarrándola una lanza y saliendo corriendo. Kovu hizo lo mismo y lo siguió.

Mientras tanto, uno de los malvados se lanzó contra Kion. El de pelos rojizos, logro evadir su ataque rápidamente. Pero el contrario se levantó más enojado aún y fue directo hacia él.

—¿Te crees capaz, niño imbécil? —Le preguntó gritando mientras lo atacaba.

—¡Kion!—Gritó su hermana, la cual en ese mismo instante agarraron de un brazo.—¡Suéltame!—Exclamó la princesa pegándole una patada al pecho del atacante.

—¡Ha dicho que la sueltes!—Su hermano mayor se interpuso en la pelea y golpeó más fuerte al contrario en la cara.

—¡Ahg!—El malvado cayó al suelo con la nariz sangrando y con un quejido de dolor.

En ese mismo instante fue cuando Kion logró librarse del atacante primero.

—¡Llegamos muy tarde!—Exclamó Kovu mientras corría con Simba y detrás de ellos, las más fuertes de las praderas.

—¡Ya casi llegamos!—Exclamó el líder.

Mientras, los tres jóvenes Pridelands seguían luchando por sus vidas. Zira solo observaba toda la acción, sabía que la noticia no tardaría en llegarle a Simba y quería guardar la energía para luchar contra él.

—¡Zira!—Exclamó el mayor de ojos rojos llegando—¡Para esta locura!—Tenía la lanza en sus manos solo por si acaso.

—Oh, pero si es Simba—La mayor  se hizo la tonta—¿Por qué parar algo que acaba de empezar?—Sonrió maliciosamente cuando Nuka le tiró un lanza desde lejos.

͠s͠ᴏ͠ʟ͠ᴏ ͠ᴀ ͠ᴛ͠ɪ ͠ᴛ͠ᴇ ͠ɴ͠ᴇ͠ᴄ͠ᴇ͠s͠ɪ͠ᴛ͠ᴏWhere stories live. Discover now