Los dorados |Larry stylinson| #Wattys2020

Capítulo 3

"A barco desesperado, Dios le encuentra puerto"

Capítulo 3

La noche llegó y con ello el tener que compartir cama con el que sería su futuro esposo, vestiría aquella hermosa bata que Harry había comprado –no sabe en dónde ni con que lo pago-se encontraba algo nervioso ante la situación que en pocos minutos compartiría. Niall le había dicho que Zayn se había comportado muy amable con él, que también le había comprado una bata de color blanco y que al igual que Harry le había pedido a Louis que la usará, Zayn hizo lo mismo con él.

― ¿No te emociona lo de mañana? ― Le preguntó en susurro al príncipe, se encontraban cenando junto a la tripulación en la gran mesa de tabla, cómo lo dijeron, era pollo con patatas y otras especias que desconocían. Estaba rico pero siempre procuraban comer poco ya que sus exigencias eran demasiado altas al estar acostumbrados a las de sus palacios.

― ¿Qué hay mañana?

― Las peleas.

― No creo que sea algo que me alegre mucho, pelear contra un alfa, dime, ¿qué probabilidad hay de que ganemos?

― No pelearemos de verdad. Al menos es lo que mi padre siempre decía cuando entrenaban nuevos alfas para formar parte de la corte real.

― Mi padre nunca me hablo sobre eso. ― En realidad su padre nunca le hablaba sobre nada que no fuera responsabilidad de omegas, cómo comportarse cuando estuviera con su marido, qué hacer, qué no hacer, qué decir, qué no decir.

― ¿Algo que quieran compartir con nosotros? ― La enorme voz de Harry hizo que ambos omegas saltaran en sus asientos y pusieran atención al gran alfa que se encontraba frente a ellos. ― En éste barco somos una familia, así que lo que sea de lo que estén hablando díganlo frente a todos.

― No hay nada que decir alfa. ― Comentó con algo de miedo Louis. No conocía del todo a Harry, sabía que era algo amable y algo le decía que no lo quería ver enojado nunca.

― Bien, ¿ángel? ― Habló el primer oficial dejando su copa en la mesa, tomando las manos del duque con las suyas. ― ve a nuestra recámara, ponte la bata y espérame ¿bien? Iré en unos minutos.

El duque tragó en seco pero obedeció. Tal y como cualquier omega hubiera hecho, no podían confiar del todo en esos alfas, ni en los betas que se encontraban en ese barco pero no tenían mucho que decir, sino querían sufrir las consecuencias –las cuales aún no conocían- tenían que obedecer, si querían seguir con vida, tenían que obedecer.

― Haz lo mismo príncipe, no tardaré.

Ni siquiera lo miro a los ojos o asintió, simplemente se puso de pie y fue rápidamente a la habitación que compartía con el capitán. ¿Dormiría con la pura bata? No pasaría tal vergüenza, dejaría su ropa interior puesta y si no le parecía pues bien lo podría mandar de nuevo a dormir a aquel lugar oscuro.