En el reino de Inglaterra dirigido por el rey Mark los omegas sólo servían para complacer a su alfa y tener hijos con él, al igual que para servir a la realiza o a cualquier alto mando, no soportarían nunca a un omega defendiéndose o con espada. Sí...
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Epílogo.
"No hay nada más sexy y esclavizan te que la vida en el mar."
5 años después, Inglaterra.
Un muchacho de 18 años bajo del barco y se adentró de nuevo a sus tierras. Nunca creyó ver aquel cambio en el reino, omegas trabajando, omegas siendo líderes, desde aquella vez que vió el periódico en un bar en Suecia no creyó que ese fuera el lugar en el que creció; algo había cambiado en el pensar del rey.
Ahora tanto omegas, betas y alfas eran tratados por igual. No esperaba volver en un buen tiempo pero extrañaba a sus padres y claro, quería ver a Charlotte. Apresuró su paso hacía la enorme mansión, no sabía que esperar ahora que todo había cambiado en la gran Inglaterra.
Los guardias inmediatamente se pusieron en la puerta para evitar que Noah pasará, obviamente no lo reconocían, le había crecido el pelo, era mucho más alto y sus músculos eran más notables, no era para nada el estereotipo de omega que todos están acostumbrados a ver en las calles.
― Alto ahí, identifíquese. ― le dijo uno de los guardias.
― Sólo díganle a la princesa Charlotte que Noah Horan, duque menor de Inglaterra vino a verla.
― ¿Duque Noah? Oh señor, nuestras disculpas. No lo reconocimos. ― inmediatamente se pudieron a los lados para dejar entrar al rubio. ― adelante duque, sea bienvenido a Inglaterra.
― Gracias.
Se abrió paso entre las grandes puertas del lugar, había olvidado cómo es que lucía el palacio. Desde que se fue sólo había trabajado en bares por toda el área de Europa. Siempre iban muchas personas por el "lindo omega coqueto" no sabía porque le pusieron ese apodo tan tonto. Pero al menos obtenía buenas pagas por ser...lindo.
Toque a la puerta y se abrió dejando ver al mayordomo que lo miraba con el ceño fruncido.
― Oh, amo Noah, adelante, adelante. ― entre al lugar, el interior seguía siendo el mismo, casi no había cambiado nada. ― Sus padres están en el pueblo señor.
― Oh bien, supongo que los esperaré. ¿Charlotte se encuentra?
― Ahora está en una junta. Pero creo que terminará pronto. Puede esperar si gusta. ¿Quiere un té o café señor?
― Agua de Jamaica estaría más que bien. O leche con nuez.
― No ha cambiado señor, no ha cambiado. ― el mayordomo se fue con una pequeña sonrisa.
Noah tomó asiento en el gran sofá viendo los cuadros nuevos que habían colgado en la sala principal de la familia real, ahora estaba Louis en ella, seguro hicieron las pases. También había miles de leyes nuevas colgadas a los alrededores, sobre el respeto y la igualdad de los omegas ante la sociedad. Quince minutos pasaron cuando escucho el sonido de unos zapatos acercarse a la gran sala en la que se encontraba sentado, esperaba que fuera Charlotte, pero en su lugar, apareció Lord Payne.
