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- ¡¡Stefano!!- bramo Alya- ¡¡te dije que no hicieras experimentos con los electrodomésticos!!¡carajo!
El pequeño Stefano corria a toda velocidad y detrás iba mi tia furiosa. Obviamente como Latina y bien orgullosa Alya sostenía su "zapato" en vez de su famosa "chancla".
-Ya dije que queria hacer un microondas volador-dijo quejándose de las palabrotas que soltaba su mamá.
- Lo único que volará por acá será mi zapato- mis hermanos reían como locos.
- ¿Es enserio? - dijo Zaniah levantando una ceja.
- esto... ¿no es maltrato infantil? - preguntó Christhian y Alya levantó ambas cejas.
- no es el único que será castigado, esa idea no la tuvo solo - dijo llevándose ambas manos a la cintura.
- olvidalo - rio nerviosamente Christopher - compraremos otro microondas.
- En unos minutos nos vamos... ya no tiene caso comprar un microondas - zaniah se levantó del sillón - comportan como niñatos y eso que tienen ciento diez años.
- No es para tanto, sólo fue una pequeña idea que le dimos - contestó Christopher sonriendo.
- ¡Stefano tiene ocho años - bramó - ustedes c...
-Cientos diez años - repitieron ambos.
- No seas tan amargada - dijo Christopher abrazando a su hermana - ¿los cien años te afectaron? - preguntó divertido.
-No empiecen- hizo un puchero.
- Tu empezaste hermanita- respondió Cristian uniéndose al abrazó.
- ¡¡Es hora!! - Stella llamó desde la puerta principal.
Zania agarró su bolso y salió junto a sus hermanos.
Como era de esperarse el vuelo fue extremadamente aburrido y más si eran una aquelarre de vampiros, no por necesitar beber sangre y estar en un lugar cerrado lleno de humanos, sino porque estaban acostumbrados a diversas actividades para estar entretenidos.
Cuando llegaron a Seattle los recogieron tres autos, en dos automóviles fueron cuatro y el último auto iba repleto de maletas.
Pasaron por Forks y se adentraron al bosque, en el trayecto vieron una casa con grandes ventanales, para Zaniah era un tanto familiar pero no le dio importancia.
- Vampiros...- susurro Christopher preocupado.
- Lo noté - contesto Christhian rodando los ojos.
- Hay que ser cautelosos - respondió Stella frunciendo el ceño preocupada, no le agradaba la idea de convivir con otros vampiros y tampoco le gustaba estar rodeada de una manada de lobos, esos que quisieron matar a Zaniah.
Después de unos diez minutos llegaron a su hermosa casa, era muy grande, más grande que otras casas en las que habían vivido.
- ahora si se lucieron - dijo Kala emocionada.
- se nota que se esforzaron - agregó Zaniah.
-Veo que ahora si va alcanzar para los carros - dijo burlona Kala caminando hacia la puerta.
- queriamos comodidad - contestó Stella - además estaba a un muy buen precio por la lejanía.
- Si... Claro... Mamá - dijo Christhian con sarcasmo, Kala le dio un pequeño golpe.
- Entonces... - suspiró la castaña - ¿llegaron los autos?- preguntó observando la hermosa moderna casa.
-Si, hace unos días - respondió Alya sonriente.
- Solo les falta ordenar su ropa - agregó Stella observando a los gemelos con reproche - y ¡cuando me refiero a ordenar!
- Significa que pondremos nuestra ropa en los cajones y en esas cosas que parecen ganchos - dijeron ambos gemelos en coro.
- que responsables, mis gemelos están madurando - Stella le dio beso en la frente a sus dos hijos.
- que lindo que maduren, pero quiero que dejen en paz a mis electrodomésticos - Alya fulmino con la mirada a su hijo pequeño y a los gemelos.
- no lo hicieron con mala intención - Marcel sonrió.
-yo creo que Stefano y los gemelos deben merecer una paliza - Kala cruzó sus brazos.
- Concuerdo - dijo Zaniah sacándoles la lengua y los gemelos hicieron lo mismo.
Christhian fue el primero en ingresar a la casa practicamente volando, detras fue su gemelo y Stefano corriendo. En tanto, Kala y Zaniah ingresaron en completo orden.
- Se comportan como unos niños - espetó Kala.
- Stefano es un niño - respondio la castaña maravillada con el candelabro - esto está precioso.
- ojalá y no encuentren las mejores habitaciones.
Las dos se miraron y no dudaron en correr detrás de sus hermanos. Al llegar se dieron cuenta que cada puerta tenía un letrero.
- al menos esto es justo - dijo Kala ingresando a su habitación.
Zaniah abrio la puerta de su habitación, sonrio al ver que todo combinaba, gris, nlanco y rosado pastel convivían en perfecta sincronía, la habitación tenia un closet amplio, una biblioteca, un baño con jacuzzi y una hermosa terraza.
