CUARENTA Y UNO / CARRERA

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— Alerta chico malo—  canturreo Karol— cuiden a Lorena, esos son como un imán para las ñoñas.

— ¡Hey!—  dijo Lorena sonrojada.

— El si está que arde — comentó Fiorella, Zaniah giró su cabeza por curiosidad.

Joder... como siempre Jean llamando la atención.

Jean se sentó en la mesa dónde estaban sus hermanos, ellos lo saludaron.

Genial, ahora se llevan bien.

— ¡¡¡¡no!!! — Bryan de un zarandeo la saco de sus pensamientos — tu si que tienes suerte ¡mujer! Dame tips para encontrar dos tipos tan sexys.

— ¿que? — preguntó confundida.

— Hay niña— dijo haciendo un puchero —  combinaron colores ¿no te das cuenta?— preguntó.

Zaniah palidecio, ni siquiera se habia dado cuenta como se habia vestido Jean — no él  y yo ni siquier... — giro despacio viendo a Bryan, pero de reojo veia a Jean, este llevaba un suéter gris de cuello alto que acentuaba el ejercicio que hacia, unos pantalones negros, tenis blancos, sus lentes de sol,

— ¿por qué siempre te llevas a los más guapos? — Fiorella apoyó su barbilla en su mano.

— Yo... bueno.. yo — balbuceo.

— Zaniah abrazame, tal vez asi se me pegué tu suerte—  Bryan puso ojos de cachorrito.

— No creo que funcione —  respondio sonrojada — pero puedo intentarlo.

Una chica se paro al costado mirando a la castaña.

—¿y ati que te picó?— preguntó Fiorella al ver a la chica.

— Hola — dijo timidamente —  Zaniah esto es para ti.

La joven le entregó una pequeña nota y se fue. Zaniah la abrió con temor.

Te veo en el estacionamiento en cinco minutos.

Atte: Jean

— ¡¡¡Ahhhh!!! — Bryan gritó eufórico — ¿irás? ¿verdad? — preguntó.

— ¿que?—  Zaniah negó — yo tengo novio.

— ¡por una vez en tu vida has algo estúpido! — dijo Fiorella.

Si supieras cuantas estupideces  hice....

no perderás nada — Karol hizo un puchero.

Cerró sus ojos y sé levanto, aun sus piernas flaqueaban.

— Suerte —  dijeron en coro incluyendo Lorena.

Zaniah salió de la cafetería, al llegar al estacionamiento vio que Jean estaba apoyado en su auto.

— Sabía que vendrías — respondió ladeando una sonrisa — tenemos exactamente quince minutos para hacer esto —  se acercó hasta llegar a unos cuantos centímetros de la ojiazul.

— ¿que?—  preguntó con voz aguda.

— Una carrera — respondió y luego estalló en risas  —  ¿que pensabas linda? — dijo retrocediendo.

— Nada—  dijo agudizando la A y el soltó otra risa — ¿carrera en autos?— preguntó evitando mirarlo.

— No, sólo una carrera por el bosque —  el empezó a caminar hacía el bosque y ella fue detrás.

Cuando estuvieron en las profundidades del bosque se detuvo.

— ¿lista? — Preguntó poniéndose en posición de carrera — tenemos que llegar hasta la colina.

— Si —  respondio encogiendo sus hombros.

— El que pierde cumple el deseo del que gana ¿está bien?—  preguntó.

— lo que quieras, estoy cansada de discutir contigo — respondió y él asintió.

El no dijo que habia reglas, asi que...

— Uno, dos...

La joven no esperó a que terminará de contar y salió disparada.

— Eso no es justo, Zaniah eres una tramposa — él estaba a unos cuantos metros de ella

— Tu no dijiste a la cuenta de tres —  respondió.

Zaniah no se dio cuenta cuando Jean se lanzó sobre ella, ambos cayeron, el azabche se encontraba encima de ella.

— Quitate, idiota—  él solo rio y siguio corriendo.

— No hay reglas ¿verdad? — dijo burlon.

La joven corrió y a cuando vio que no tenía alternativa agarró un tronco, con toda su fuerza lo lanzó hacia los pies de él logrando derivarlo.

— Creo que ganaré — dijo mirando hacia atrás, para su sorpresa ya no estaba.

Cuando vio hacia el frente tuvo que  frenar al ver a Jean,  pero fue demasiado tarde, se golpeó con su cuerpo provocando que ambos cayeran de la pequeña colina rodando por toda la tierra y las hojas.

— Idiota — bufo cuando dejaron de rodar.

— Gané y me debes un deseo.

— no es justo, hiciste trampa —  respondió dandole un golpe para que la soltará —  además ni siquiera llegamos a la meta.

Zaniah intento sacudirse, aún asi el lodo y hojas estaban en toda su ropa.

— no te preocupes, traje ropa —  respondió.

Caminaron hacia el estacionamiento en completo silencio. Jean abrió su carro y de adentro saco la maleta de Zanaih sorprendiendola.

— Aún la llevo a todos lados.

Ella garro la maleta y el se hizo a un lado para que ella ingresará.

— sólo cambiate, yo vigilare — dijo y ella asintió.

Al abrir la maleta encontró un sobre,  lo abrió y sacó unos documentos, quiso llorar al ver que eran los documentos para su divorcio.

¿estaba pensando en darme el divorció?

Volvio a guardar los documentos, sacó un sueter ancho, ella sonrio al ver que era el que le habia robado a Jean para usarlo como pijama. Sé sacó la ropa y se puso ese suéter, un short y las botas negras largas.

Salio del auto, Jean seguía apoyado en su auto.

— Ya lo viste ¿verdad? — preguntó.

— Si...

— No quiero atarte a mi... asi que quiero que tu decidas — caminó hacía la cafetería— quiero que seas feliz, aunque no sea conmigo.

¿estaba dispuesta a firmar? ¿enserio lo haria?

Rechazada// CrespúsculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora