Rechazada// Crespúsculo

CINCUENTA Y DOS/ DESPERTANDO

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Al despertar Zaniah sentia punzadas horribles en su cabeza que la hizo cerrar los ojos, sé sentó despacio intentando no mover su cabeza.

— Que bueno que hayas despertado—  la voz de Esme era tan dulce y tranquilizante.

— ¿Esme? — preguntó abriendo sus ojos lentamente.

— Si.

Ella observó que junto a Esme se encontraba Carlisle, Edward y Stella.

— Extrañaba esto — dijo Jean bostezando entre sueños, la abrazó de la cintura aferrándose como un niño pequeño.

— No se a despegado de ti estos tres días — dijo Stella ladeando una pequeña sonrisa.

— ¿tres días? — preguntó con preocupación — ¿que pasó?

— Te descontrolaste — respondió Edward.

— ¿maté a alguien?—  preguntó mirando a Stella, sabía que ella no le iba a mentir.

— No, claro que no — dijo al instante Stella.

— Zaniah nosotros... nos enteramos que fuiste la nieta que nosotr..

— No quiero hablar de ese tema — dijo interrumpiendo al rubio —  no ahora, talvez más tarde.

— Está bien —  dijo Esme cabizbaja — te dejáramos descansar.

Todo salieron en completo silencio, no querian presionarla.

— Hey bello despierta —  dijo cerca de su oido.

— Un ratito más — murmuró haciendo un puchero.

La castaña agarró una almohada y empezó a golpearlo.

— No seas cruel — sé quejo tapándose con las sábanas.

— Es que esto es frustrante, no recuerdo nada, necesito tu ayuda—  dijo jalando la sábana.

Jean sonrio — En resumen... — bostezo mientras se sentaba— noqueaste a Christhian, lanzaste a Christopher, le dijiste a Isabella que sólo estuvo con Edward por conveniencia, le dijiste a Stella sobre la mentira que dijo Isabella a su família, ignoraste al tonto de tu ex y me diste justo en mi ego.

— ¿que te dije? — preguntó acariciando su mejilla y dándole un beso en la comisura de sus labios.

— Tú me dijiste que era como un grano en el trasero, te dije que aún asi me amas y tu me dijiste —  hizo comillas con sus dedos — ajjj no gracias, yo pasó.

—No fui yo... bueno si pero no  — sé mordio los labios — lo siento.

— Ya lo se reina — él sonrio — no tienes la culpa... además aunque ella se niegue también me ama.

— ¿a que te refieres?—  preguntó levantando ambas cejas.

— bueno yo estaba en tu encima, bueno encima de la otra tu,  ya me entiendes, la cuestión es que ella tiene el total control de tus poderes.

— Asi es — asintió

— entonces... ¿por qué ella simplemente no me hizo levitar y lanzarme?— preguntó sonriendo triunfante — sabes, ella solo me golpeaba y estoy empezando a creer que me ama.

— que suerte —  dijo rodando los ojos.

— ¿Estás celosa de ti?—  preguntó a punto de reirse por la expresión de Zaniah.

— No — ella respondio fingiendo una gran sonrisa — ¿yo celosa de mi?— preguntó entre risas.

— Zaniah... — Jean la abrazó y ella solo hizo un puchero — no puedo crees que estés celosa de ti misma.

— que no estoy celosa... — él levantó una ceja — es raro sentirse celosa de mi.

— ¡¡¡¡Zaniah!!!—  Lila ingresó corriendo con una bandeja de galletas —  me alegra que estés mejor, te hice estás galletas.

La castaña agarró  toda la bandeja y  probó una galleta, Jean hizo lo mismo.

— La galleta de vainilla está muy deliciosa — dijo agarrando otra galleta.

Zaniah disfrutaba de otra galleta — están deliciosas, gracias.

Lila había descubierto una pasion por hacer postres, claro la ayudaba Stella o Alya para que no se lastime.

— gracias Lila — dijo Jean agarrando otra galleta, esta vez de chocolate.

— ¡si! — la pequeña se ruborizo — no le digan a los gemelos que vine, ellos me dijeron que no te molestará porque estabas creando un bebé.

La joven se tragó un pedazo de galleta entero, empezó a toser, Jean le dio palmaditas en la espalda.

— Yo los mató — susurró mientras recuperaba el aire.

— Lila — el azabache exhaló — los bebés no se crean tan fácil, necesitamos días de práctica mucha práctica.

— eres un...— Zaniah lo golpeo con la almohada una y otra vez.