CUARENTA Y SIETE / CONFIANZA

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Zaniah abrio ambos ojos asustada porque sentía una mano su rostro.

Joder.

Se levantó al ver que Jean dormía hecho un ovillo.

— No te muevas—  Jean bostezo.

— ¿que pasó? — dijo cuando varias punzadas taladrar su cabeza.

— Sólo nos quedamos dormidos linda — explicó mientras se acurrucaba.

— Un momento.... — Zaniah le dio una palmada en la cara —  recuerdo que estabamos sentados en el piso.

— Te cargué porque te quedaste dormida, me quise ir pero te negaste —  bufo — ahora...— se cubrio con las sábanas — dejame dormir un rato más.

— ¡Jean! — bramó golpeandolo con la almohada — vete necesito bañarme y luego cambiarme.

— Estaré durmiendo — dijo quitandole la almohada y tapándose la cara con esta—  no miraré nada, tonta.

Zaniah sabía que el joven no se iba a mover  ni aunque le rogara, así que se levanto y fue a bañarse.

Al salir Jean estaba profundamente dormido, la joven caminé de puntillas para no despertarlo e ingresó a su closet, se puso un top blanco sin mangas con cuello alto de color blanco, una falda larga de tul color lila, unas zapatillas blancas y se hice dos trenzas francesas.

Cuando bajo al primer piso vio que todo estaba limpio, al ingresar a la cocina vio a Samantha.

— Lo hice yo — dijo Smantha cuando Zaniah quiso preguntar.

— No debiste hacerlo sola, todos teniamos que ayudar — dijo mientras buscaba en refrigeradora,  sacó el jugo, queso, jamonada y leche — ¿Estás bien?—  preguntó al ver que la rubia estaba pensativa.

— me gusta alguien — confesó, sorprendiendo a la castaña — y creo que le gustó a él.

— eso es una buena noticia ¿no?— preguntó sentándose a su lado.

Ella negó — creo que él es tan... bueno... no se si esto va enserio.

— tienes que averiguarlo — respondio sirviéndose jugo.

— Mamá dijo que hoy vendrá Rosalie, Emmett, Jasper, Edward, Carlisle y Ezra — Samantha le paso las tortillas —  dice que se dieron cuenta sobre el plan y quieren una explicación.

— genial... más problemas—  Jean sentó al frente de Zaniah, agarró un pan y le untó mermelada.

— Tal vez si coquetas un poco con ella, hable con su família ¿no crees?— preguntó Zaniah y luego tomó un su café.

— Sólo estaba estudiandola—  respondió Jean rodando los ojos.

— Lo que sea no importa — contestó calmada — pero, considero que ya la conoces y puedes hacer que confiese su plan.

— ¿estas celosa?—  preguntó ladeando una sonrisa..

— ¿Istis cilisi? — lo imitó — claro que no.

— Parece que si — canturreo.

— Sólo digo que seria una buena idea — rodó los ojos — no queremos tener problemas con los Cullen.

— No lo haré — respondió masticando su pan.

— Siempre dices no y al final lo haces — ella mordio su tortilla.

— Eres adictiva pero tóxica — susurró.

— ¿¡ah si!?¡Tu eres el tóxico! —  bramo — cuando ya no quiero verte,  apareces para malograr todo.

— No más que tú — respondío — estás tan preocupada por tus sentimientos y no te preocupas por los sentimientos de ese idiota o los míos.

— Recuerdas cuando te besaste con la oxigenada esa ¿pensaste en mi sentimientos?—  pregunto golpeando la mesa.

— ¡Claro que lo hice! Todos los dias pensé sólo en ti  y en lo idiota que fui por no ir a buscarte — se levanto y ella hizo lo mismo —  pero... ¿a caso me escuchaste cuando te dije que te explicaria?.

— No... no te escuché porqué lo primero que se me paso por la mente fue huir de ese amor que me habia destrozado — Zaniah habia quebrando el vaso que tenia entré sus manos — te odié... y él apareció en mi vida dandome todo el cariño que jamás crei que volvería a tener y sin querer nada a cambio.

— Zaniah ella era mi ex... sabes que eres la única que sabe sobre esa historia...  — Jean de un golpe habia roto la mesa, todo cayo y causo un sonido estridente—  ¡maldición Zaniah! Si tan sólo hubieras escuchado ¡si me dieran a escoger mil veces te elijo a ti ¡joder! Pensé que ya no volvería a amar después de que esa estúpida me utilizo... pero apareciste en mi vida en el momento menos indicado y rompiste esa barrera que había creado.

— pues si eso era cierto ¿por qué la besaste?¿por qué no te alejaste?— gritó.

— ¡no la besé! si me sorprendí por haberla visto ahí, pero no la besé — dijo llevándose ambas manos a la cabeza — ¡no confiaste en mi! Zaniah ¿cómo diablos iba a besarla?¿¡en que estabas pensando!?— gritó.

— ¿qué querías que pensará?— gritó Zaniah llorosa —¿qué te estaba soplando el ojo porque tenias una basura?— espetó soltando una risa sarcástica  — si yo hubiera estado en la misma posición con Ezra, estoy segura que tu hubieras reaccionado peor. ¡Jean esa estaba prácticamente colgándose de ti y tu no hiciste nada!

— no hice nada porque me agarró en frio, ni siquiera tuve tiempo de reaccionar, pero no deje que me besara — gritó una vez más — le dije que no la amaba y que me dejará en paz.

— yo... — la mente de Zaniah estaba en blanco, al levantar la mirada pudo ver la sinceridad en sus ojos — yo...

Al ver que Zaniah no sabía que decir, solo sonrio tristemente — Escucha y no protestes —  dijo pisando todo lo que habia en el piso— te amo, pero esto no va a funcionar si no existe confianza... aunque no lo veas me estoy rompiendo en pedazos y no quiero seguir entregandolo todo si solo me va a matar dolorosamente ... —  Jean retrocedió con lágrimas en sus ojos —  el amor es como la alquimia, tiene que existir un intercambio equivalente... si tu me entregas la mitad de tu alma, yo te entregaré la mía... es así de simple.

Al ver que ella no respondia, salió de la cocina, el timbre no dejaba de sonar y aún asi ella no se movia.

Rechazada// CrespúsculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora