Capítulo 9

8.4K 573 243
                                    

Bufé y aparté a un lado a mi hermano de un manotazo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Bufé y aparté a un lado a mi hermano de un manotazo.
Salí del baño echando humo. Furiosa.

Y como si fuera poco, choqué con el cuerpo de mi padre.

—¿Qué hacían en el baño?—Preguntó el adulto. Desconcertado.

No giré para verlo, pero podía sentir la respiración y figura de Cole a mis espaldas.

—Cole me estaba enseñando el regalo sorpresa que le daría a Varya por su aniversario.—Mentí. El nerviosismo se apoderó de mi voz. Fue lo primero que se me ocurrió y vino a la mente.

Jack no le dio importancia.

—¿Estás yendo al gimnasio?—Asentí extrañada a su pregunta.—Porque si no es así, deberías comenzar a hacerlo.

Su mirada de desprecio muy bien disimulada logró recorrer en un escaneo mi cuerpo entero. Como si buscara algún defecto o rollos extra que destacaran. Celulitis en mis piernas o un poco de grasa en mis pantorrillas.

Maldije por lo bajo y me alejé de allí.

Ese era el verdadero Jack Bedling.

El cristiano que todos consideraban un hombre agradable, sincero y buen padre.

Pues no.

Ese hombre era un idiota.

Y muy en el fondo, me alegraba saber que Cole había escuchado un comentario verdadero salir de su boca.

Jack Bedling era aberrante. Repulsivo y odioso.
Como yo lo conocía, no existía alguien más hipócrita que él. Con su religión y las cosas en las que se apoyaba sólo para no admitir la verdad.
Sólo para ser una mala persona y lograr excusarse sin sentir culpa alguna.
Aunque estaba muy segura de que su religión era todo lo contrario a lo que él hacía.

Es por eso que no lograba comprender porqué mi madre había vuelto con él.

Pasaba noches en vela haciéndome esa pregunta.

¿Cuál era el fin de todo esto?

Cole tenía razón después de todo. Nuestra familia estaba destrozada, de nada servía intentar unirla de nuevo porque no había remedio para algo tan grande como eso.

Simplemente no podíamos estar.

(...)

Al día siguiente no hice mucho después de clases. Era lunes. Nadie tenía ganas de hacer nada excepto de morir.

Me puse ropa deportiva y salí de la casa. El comentario de mi padre me había hecho ruido pero esa no era la razón por la que asistiría al gimnasio. Sino porque necesitaba hacer valer el dinero que gasté para quedar un mes en este, y además porque el enfrentamiento con Camelia me dejó con ganas de más.

Camelia Woods iba a volver a buscar venganza y yo iba a estar dispuesta a patearle el trasero las veces que fueran necesarias.

Ella solía ser mi amiguita allí cuando ambas teníamos unos cinco años. Recuerdo que yo le quería y mucho, pero ella no estaba en la misma sintonía. Solía ser muy revoltosa.
Al principio nos llevábamos bien, jugábamos y la pasábamos riendo toda la tarde. Ibamos al mismo jardín de infantes.
Hasta que sus actitudes fueron cambiando y se convirtió en una mocosa agresora. Le hacía a los niños lo que en la actualidad se conoce como "Bullying". Golpeaba y maltrataba a sus compañeros y yo no decía nada.

𝐁𝐑𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑 ✔Where stories live. Discover now