Capítulo 3🌘

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Justo como había dictado, el pequeño Bakugo daba fuga en las noches para poder encontrar su objetivo, algunas veces acompañado de Izuku, otras, se lanzaba a la acción solo. No había porque tener miedo de algo, se convertiría en un gran cazador de bestias y no debía sentir algo tan estúpido como el pánico o el miedo a morir.

Lo intentó tantas veces que su pequeña carita estaba apaleada con rasguños y algunos moretones, los brazos de igual forma mientras las rodillas adornaban unas lindas cicatrices. Claro que su madre había intentado hacer algo al respecto, sin embargo, el pequeño siempre se negaba a decir algo o el porqué de su búsqueda secreta. El padre, por otro lado, solo le suplicaba que tuviera muchísimo cuidado o que llevara algo para defenderse, su progenitor le entendía y por eso lo amaba solo un poquito más que a su mamá.

Podía sentir dentro de él que estaba haciendo lo correcto, nadie podía discutir la mente de un pequeño obstinado como Bakugo, de verdad no quería creer que todo aquello era una mentira, era real, por algo se había inventado la anécdota. ¿No?

Sin embargo, cada vez que un intento fallaba o era un rotundo fracaso, esa determinación perdía su brillo, el pequeño Katsuki también tenía límites.

Al final, después de ser rescatado una vez más por All Might, molesto, y con la frente en alto, dejó de intentarlo. Aizawa se había encargado de hacerle entender que era solo un cuento y Bakugo, increíblemente, le creyó.

Sintió molestia, minusvalía. 

Estaba enojado con todo el mundo, más con su querida madre y consigo mismo por dejarse engañar de aquella manera.

—Fuimos unos idiotas, Deku.— Decía a su amigo quien, al escucharlo, sintió una pizca de tristeza al observar la decepción en las palabras ajenas. Pero dejando aquello de lado, era mejor dejar las cosas como estaban pues su físico estaba recibiendo muchas cicatrices.

Izuku no dijo nada, él sabía que no era necesario o en cambio recibiría un gran golpe en la nariz por parte del rubio.

Ambos chiquillos de verdad tenían ilusiones de conocer al hijo de la luna, aquella que ahora mismo brillaba intensamente sobre ellos.

¿De verdad todo había sido en vano?

Era una realidad tan cruel.










Era una realidad tan cruel

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¿INCLUSO AHORA?

—Capítulo 3—

[10 años después]

En aquel pueblo existían varios coliseos de pelea, sin embargo, había uno en particular que otorgaba sumas diferencias a los otros. Era mas grande y muchos habitantes podían ir y disfrutar del torneo que se estaba llevando acabo. 

O en realidad, podían admirar la tremenda atención que estaba llamando un chico en especifico. 

—¡Woooah! ¡Bakugo, déjanos algo a nosotros!— Un joven gritaba realmente emocionado y cautivado por la adrenalina, él y otros observaban como el susodicho vencía al décimo dientes de sable blanco. —¡Demonios, es demasiado increíble!

Hijo de la Luna || KiriBaku || حيث تعيش القصص. اكتشف الآن