Capítulo 21🌘

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PROBLEMAS 

PROBLEMAS 

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—No puedo hacer eso, no puedo hacerlo...

Kirishima cerró los ojos en cuanto la presencia frente a él dictó su "misión". El corazón no había dejado de latir fuerte, era un sentimiento de lo más desagradable, pero no podía permitirse el vacilar o titubear, tenía que mantenerse fuerte y no ceder ante aquel terrorífico plan.

Shigaraki soltó una risa de lo más mordaz al escuchar el negamiento, una sonrisa socarrona se fue instalando en su rostro mientras con sus rojizos orbes miraba detenidamente al chico frente a él. —No digas eso, tienes que hacerlo si deseas salir a salvo de aquí. ¿Que acaso tu no piensas de la misma manera que nosotros? Tú... ¿El hijo de la luna?

Kirishima miró al peli azul con una expresión de lo más sorprendida. ¿Ellos sabían? ¿Cómo?

El peli azul siseó con desdén. —Sabemos quién eres, y por eso mismo te necesitamos. Hazlo y prometemos que serás un ser libre, con tus poderes podrás tener todo a tu disposición, sin que nadie se interponga en tu camino.

—No tienes ni idea... de lo que estás diciendo. —Ejiro bajó la mirada y sus dientes se apretaron con molestia. —No puedo hacer una cosa así, no tengo la fuerza. No puedo...

Shigaraki, con el desinterés incrustado en su persona, rascó el lado derecho de su cuello mientras ladeaba el rostro súbitamente. —Dabi, explícale de nuevo el plan, yo traeré un pequeño estimulo.

El nombrado, quien hasta ése momento había estado callado, se acercó al pelirrojo con bastante lentitud antes de darle una mirada a Shigaraki, odiaba que le dieran órdenes. —Escucha, Kirishima Eijiro, nosotros nos encargaremos de todo, necesitamos que te deshagas del rey Enji con tu petrificación, controles al dragón del palacio y le indiques que asesine a los miembros importantes, de ahí no habrá nadie que nos pueda detener, ni siquiera All Might.

Kirishima negó varias veces al escuchar nuevamente ese temible plan. —El rey es un buen hombre, sólo quiere lo mejor para todos en éste pueblo, Bakugo me lo dijo, no pueden... hacer eso.

Dabi pareció tener un malestar al escuchar aquellas palabras, fue por ello que un gruñido poco perceptible salió de su garganta. —No sabes lo que estás diciendo.

—¿Por qué quieren hacer esto? —Preguntó por fin después de levantar la vista. —No entiendo, no estoy entendiendo nada de esto, es... —Dio un tirón fuerte a las amarraderas rodeadas de aquella extraña magia. — Es horrible, quiero irme, suéltame.

Kirishima mostró una mirada desazonada hacia el otro quien no se inmuto en lo más mínimo.

Quiero asesinarlo.

Musitó el peli negó sin ninguna pizca de duda en su voz. —Quiero asesinar al rey, no dejaré que nadie me lo impida, necesitamos tus mediocres poderes y realmente no importa si no quieres contribuir, te haremos cambiar de opinión.

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