Capítulo 4🌘

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SUCESO INESPERADO

Definitivamente la nueva aventura que ahora llevaba a cabo no se comparaba a cuando era un pequeño, esta vez iba con molestia y enojo, había derribado a varios animales y después de hacerlo se sentía mucho más energético, una energía furiosa

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Definitivamente la nueva aventura que ahora llevaba a cabo no se comparaba a cuando era un pequeño, esta vez iba con molestia y enojo, había derribado a varios animales y después de hacerlo se sentía mucho más energético, una energía furiosa. Llevaba consigo solamente su reciente espada y el ceño fruncido a la perfección. Su traje de batalla consistía con unos pantalones ceñidos oscuros, botas invernales duras y grises junto a unas lindas mangas naranja adornando sus brazos, por supuesto, su cuello llevaba colgando tres tipos de collares.

Como cazador, se debía llevar algo con lo cual identificar la reputación, Katsuki tardó demasiado en adaptarse a esa ideología, sin embargo, después de los 15 años, lucir rudo e impotente fue uno de sus hobbies, no le daba importancia a la apariencia pero se dio cuenta que aquello era sobresaliente en un cazador, se dejó los collares sin ninguna otra queja. La capa, roja y desgastada, fue uno de los obsequios que All Might, o Toshinori, su nombre real, le había regalado en unos de sus entrenamientos hace dos años, la usaba solo en eventos importantes como ese día.

Aretes rojizos, describía la descendencia de los dragones, en aquel lugar, esas bestias eran admiradas de a montón. Eran respetadas por su gran poder físico, los cazadores debían ser algo similar y claro, los aretes demostraban aquello como una seña simple y pequeña, debían ser fuertes y respetados.

Bakugo era salvaje y listo, con ello era más que suficiente.

Soltó un bufido cuando notó que faltaba la mitad del camino, sus pasos eran rápidos y pisaba duro.

Sin embargo

Aquella caminata se detuvo de pronto, parpadeó un par de veces y ladeó la cara.

Un titubeo, dudas.

El gran Bakugo Katsuki estaba dudando.

¿Qué se supone que estaba haciendo? ¡Maldición! La misma historia, como si fuera un dejavú volvió a reproducirse en su mente. Se dejó caer de rodillas al césped húmedo y soltó un quejido.

Era un cuento. Solo un cuento.

¿Un hijo de la luna? ¿De la mismísima luna? Debía ser una estupidez. Kaminari y Sero le habían dicho exactamente lo mismo cuando los considero lo suficientemente conocidos para contarles su experiencia de niño. Deku dejo de creer de la misma manera que él, tal vez por la edad adolescente o por rendición. No le interesaba.

Pero ¿Y aquella voz?

Aquella que ahora mismo sonaba de nueva cuenta dentro de su cabeza, repitiendo su nombre, una y otra vez, debido a ello fue que lanzó un puñetazo al césped sólido. —¡Mierda, cállate! ¡Maldita hija de puta, cierra la boca!— Soltó las palabras con rabia mirando hacia arriba. Su mandíbula estaba tensa y los puños fuertemente apretados. Los primeros días pensó que se trataba de una maldita bruja acechando su mente, y aun lo seguía considerando, no era una idea loca, de hecho, era demasiado creíble.

Hijo de la Luna || KiriBaku || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora