Capítulo 17🌘

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¿PLAN EN MARCHA? 

Sus ojos se abrieron lentamente pues unos tenues rayos de sol se incrustaron bajo éstos, parpadeó varias veces y un gruñido sobresalió sin querer, al parecer era temprano, y mucho

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Sus ojos se abrieron lentamente pues unos tenues rayos de sol se incrustaron bajo éstos, parpadeó varias veces y un gruñido sobresalió sin querer, al parecer era temprano, y mucho. Se preguntaba qué hora era, por puro acto de reflejo volteó a un lado y arrugó el entrecejo cuando no vio a su acompañante junto a él.

¿Qué demonios?

Se sentó con lentitud y tomó su frente por unos segundos, rayos, no recordaba la última vez que había tenido tanto sueño, podía sentir sus párpados caer lentamente amagando el cerrarse de nuevo. Pero, tenía que resolver algo ¿Dónde estaba Kirishima?

Kirishima.

Kirishima.

Por inercia recorrió sus labios con la lengua recordando los hechos de aquella madrugada; santos cielos ¿de verdad se habían besado? Todo parecía un sueño, uno muy irreal y, bueno, muy bueno.

—Oe ¡Kirishima!

Su ronca voz hizo eco en la habitación y fue entonces cuando sus ojos divisaron la ventana, estaba abierta de par a par y siendo honesto, no era ilógico que alguien pudiera caber por ahí, una idea se centró en su mente de súbito. Chasqueó la lengua en silencio y tomó un abrigo antes de salir de su hogar.

Efectivamente, parecían ser las siete de la mañana tal vez seis, sus padres seguían dormidos por lo cual no tuvo inconveniente alguno para poder salir sin excusas. Un aire fresco le saludo haciendo titubear sus dientes, suspiró a medias y empezó a buscar discretamente. Cerca de su hogar existía un río el cual conectaba con todas las esquinas del pueblo, era lindo, el agua totalmente limpia hacia brillar el lugar durante las mañanas, fue por ello que los destellos llamaron su atención y camino unos cuantos pasos para llegar.

No había mucha gente en las calles, agradecía eso.

Su corazón había dejado de latir desenfrenadamente hace unos segundos pues sus orbes divisaron una roja cabellera en la orilla de aquel río, por acto de reflejo su ceño se arrugo, pero sus calmados pasos no cambiaron el ritmo. Trató de no llamar la atención, sin embargo, resopló en cuanto Kirishima sonrió sin quitar la vista del río. Traía puesto su traje de combate, las botas, el pequeño chaleco, sus brazos descubiertos y fornidos abrazaban una de sus piernas y el pañuelo rojo alrededor de su cuello estaba más flojo de lo normal.

Al parecer Kirishima había estado algo inquieto.

—Está haciendo frío, idiota. —Musitó con aquella ronca voz. —¿Qué haces?

Kirishima no reaccionó a las palabras ajenas, en cambio, dejó que un suspiro le embargara por completo, aquello llamó en demencia la atención de Katsuki. Tomo asiento a su lado y le miró de reojo algo ceñudo.

—¿Estas bien?

El pelirrojo parecía tener la mirada triste, algo perdida, pero en definitiva estaba escuchando al rubio.

Hijo de la Luna || KiriBaku || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora