Capítulo 9🌘

5.8K 798 484
                                    

LA VISITA

—¡Te he dicho que no tenías que venir, idiota, no necesito que vengan por mí!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Te he dicho que no tenías que venir, idiota, no necesito que vengan por mí!

—Yo me ofrecí.

—¡¿AHH?! ¿Y porque putas te ofreciste? ¡No te necesito!

—Pero tenías que venir ya que-

—¡No me interrumpas, bastardo!

Después de unas discusiones desafortunadas, Bakugo subió al bonito, grande y elegante carruaje el cual le escoltaba directo al palacio, al parecer el rey no tenía mucha paciencia y claro que el rubio jamás admitiría que no respetó la hora acordada. Llevaban diez minutos de viaje. Por supuesto, no había un momento de pleno silencio.

—Tranquilo, Bakugo...— Kirishima, quien había subido también, se encontraba sentado justo a un lado del rubio, claro que anonado por la exaltación de éste hacia aquel chico que desconocía.

—Tsk.— Extrañamente, Bakugo dejó la pelea verbal con el otro.

Todoroki era reconocido como un príncipe devoto, dejando de lado su puesto como hijo del rey, era un chico bastante inteligente, su encanto silencioso era una clara sencillez de bondad y confianza. Era cortés, amable y observador. Por ende fue que la escena a su frente le causó inocente curiosidad.

—¿Quién es él?

Kirishima se estremeció ante la silenciosa voz de aquel chico y como acto de inercia volteó hacia Bakugo, éste hizo una clara señal de molestia.

—¿Qué? ¿Acaso tengo que explicarte ahora por qué quiero que él me acompañe? Métete en tus asuntos.

—Sólo que no le había visto antes por aquí.— El joven Todoroki se encogió de hombros no siendo insistente con el tema, cosa que Bakugo agradeció en secreto.

Kirishima quería preguntar quién era ese chico elegante en frente de ellos, tenía demasiada curiosidad, más porque se le notaba tan serio. Pero con algo de dificultad podía percibir los pensamientos de Katsuki diciéndole que se mantuviera callado. Por supuesto, permaneció obediente sin objeciones.

El viaje duró aproximadamente 25 minutos, Katsuki sólo se limitó a responder algunas preguntas de Eijiro dando claras miradas cuidadosas al príncipe, éste se le notaba muy ajeno a todo su alrededor, aunque, eso se suponía.

El carruaje, después de ingresar por la seguridad del palacio, se detuvo de pronto haciendo que los dos invitados se exaltaran un poco. Bakugo no tardó en enderezarse para abrir la puerta y salir, sin embargo aquello no fue necesario pues alguien más abrió.

—¿Ah?— El rubio dio un salto aterrizando en el suelo y detrás le siguió Kirishima. —Esto es...

—Woah, que... hermosa casa, Bakugo.

Hijo de la Luna || KiriBaku || Where stories live. Discover now