9. You never can tell

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Sadie, 1958

Ha pasado un año, y sí, sigo con John. Aunque realmente nada es igual. Lo siento tan distante, tan lejos de mí, ya no somos los mejores amigos que éramos antes, ahora es casi como una obligación estar juntos. Y me duele a cada segundo, quiero que las cosas vuelvan a ser iguales.

-¿Sadie?- siento como Star toca la puerta. -Llego tu amigo George.-
-Dile que venga a mi cuarto.-

Aproveché de ponerme un poco de labial y de poner un disco de Carl Perkins, uno de nuestros cantantes favoritos.

-Hola.- dijo él entrando a mi cuarto.
-Hola.- sonreí.

Cerró la puerta y me agarró por la cintura y comenzó a besarme.

Bueno, ¿Cómo explicar esto?...

-George, ¿ estás seguro de lo que me pides?- dije yo un tanto nerviosa por su proposición.
-Claro que sí, desde que te conocí me apareciste una chica inteligente y hermosa, ¿Cómo no querría que tú me enseñaras a besar?-.

No sabía que hacer, yo estaba con John.

-Si John lo hace, ¿por qué tú no?- cuestionó.

Y tenía razón, cuando noté que John se aburría un poco de la vida en pareja acordamos que podíamos tener una relación especial, en la que nos pudiéramos besar con otras personas, pero no más que eso, además de no hacerlo en frente de alguno de los dos. Hasta ahora el acuerdo era solo efectivo para él, pues a mi no me había provocado estar con nadie más. George es un chico muy guapo, me encanta, así que no le veo ningún mal.

-Bien, esto es así.- comencé a enseñarle.

Bueno, hemos tenido muchas tardes como estas, y siempre es divertido.

-A que no adivinas a quien invité a salir.- me dijo después de separarnos.
-¿A quién?- pregunté emocionada de que por fin George de haya armado de valor para invitar a alguien a salir.
-A Caroline Miller.- dijo
-¡Genial!- dije- ¿Ya no necesitarás de mis lecciones entonces?-
-Yo creo que aún más, no quiero defraudar a nadie de la manera que lo hice contigo la primera vez.-

Reí al recordar como no sabía dónde poner su lengua.

-Yo no me quejaré.- dije.

Volvimos a besarnos. La verdad, no quería que se terminara, la pasaba muy bien con él, y se me había olvidado lo que era besarse de esta forma con alguien.

-¡Sadie, llegó John!- gritó Star.

Con George nos separamos de inmediato. Yo me saqué el labial corrido y acomode mi falda y pelo, comencé a sacar vinilos para pretender que con George estábamos mirando discos.

-Hola chicos.- dijo John.

Le dio abrazo a George y a mi un beso en los labios. Bastante extraño, no lo ha hecho en un tiempo.

-¿Qué hacían?- preguntó John.
-Solo estábamos viendo los vinilos de Star, le quería pedir este de Chuck Berry.-
-Lo robé de la tienda ayer junto a uno de Buddy Holly, uno de los Crickets y uno de las Chantels.- sonreí orgullosa por mi hazaña y porque, a día de hoy, nunca me han descubierto robando en esa tienda.

John solo asintió con una sonrisa.

-Creí que ya tenías ese disco, Georgie- comentó
-Ah, lo que pasa es que se lo preste a Colin y el muy maldito no me lo ha devuelto.- dijo George inventándose algo. - Bueno, yo me retiro, adiós.-

John se volteó y me tomó de la cintura. Le sonreí, hace unas semanas no me da muchas muestras de afecto. Nos besamos y nos tiramos a la cama. Comenzó a levantar mi falda y a acariciar mi trasero. Gemí un poco pues extrañaba sus caricias.

-Estabas besándote con él, ¿cierto?- preguntó a mi oído.

Solté una risa.

-Sí.- respondí

El también rió.

-¿Con Harrison, es enserio?- cuestionó
-¿Qué tiene?, es bastante guapo.- dije
-No tiene nada, solo que no creí que te gustaría alguien como él.-
-Así como, ¿menor que tú?, ¿o alguien que me viene besando hace 2 meses como mi novio no lo ha hecho sin darme una explicación?- pregunté

John sonrió y me acarició la mejilla.

-Eres buena para sacar cosas en cara Sai.- comentó.

Volvió a besarme y pasar sus manos por debajo de mi falda de uniforme.

-Así que no llevas ropa interior, ¿eh?, ¿Alguien me esperaba hoy?- preguntó mientras metía sus dedos y me masturbaba.

Gemía.

-Esperaba al más sucio de todos los chicos de Liverpool.- le dije entre jadeos.

No pasó mucho tiempo hasta que John se introdujo en mi y comenzó a penetrarme de manera lenta.

-Más rápido.-

Y mientras aumentaba su velocidad, me tapaba la boca para que yo no hiciera mucho ruido.

No pensaba, no pensaba en nada más, solo en él, embistiéndome una y otra vez, yo pidiendo más, yo encima de él, sintiendo el mayor placer de mi vida, ambos llegando juntos al orgasmo 3 veces. Mágico, alarmantemente mágico.

-¿John, por qué no hacíamos esto hace rato?- se me ocurrió preguntar.
-No me he sentido muy bien últimamente, he peleado mucho con Mimi respecto a mi madre.-

Algo en mí me decía que no solo era eso. Pero bueno, supongo que con John Lennon, aún creyendo conocerle del todo, nunca puedes adivinar.

𝘀𝗲𝘅𝘆 𝘀𝗮𝗱𝗶𝗲 ↝ 𝙩𝙝𝙚 𝙗𝙚𝙖𝙩𝙡𝙚𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora