𝘀𝗲𝘅𝘆 𝘀𝗮𝗱𝗶𝗲 ↝ 𝙩𝙝𝙚 𝙗𝙚𝙖𝙩𝙡𝙚𝙨

14. Nada más de mi

John

Agosto de 1960, y no le habíamos dicho a prácticamente nadie, ni siquiera a Sadie, que nos iríamos a Hamburgo.

La verdad es que quería escapar para pensar, no podía seguir engañando a Sadie con Cynthia, pero al mismo tiempo no quería dejar a la última.

Todo era muy complicado. Ahora me dirigía a ver a Sadie, quien después de lo que pasó con el profesor había estado distante y un tanto deprimida.

- Hola amor.- le dije cuando la vi.

Estaba con una cara de mucha molestia. Y ahí fue cuando me di cuenta de que Stu estaba a su lado.

- John, dile por favor a Stuart que otro día puedo pelear con él perfectamente, pero este definitivamente no.- dijo con la voz un poco quebrada.

Me asusté, no quiero que ella se sienta mal. Miré a Stuart quien también tenía una cara sorprendida al escuchar el tono de Sadie.

- Está bien Sadie, me voy, chau Johnny- dijo Stuart, para luego retirarse.

Estábamos en la Plaza de Liverpool, sentados en el pasto.

- ¿Qué pasó?- le pregunté
- Grace me mandó una carta diciéndome que el profesor se suicidó y al parecer dejó una nota en la que me culpaba por su muerte.- dijo con la voz entrecortada.

La abracé mientras lloraba. Me sentía terrible por además estar haciéndole eso.

- Lo peor de todo es que Grace también me dijo que me estás engañando con Cynthia, y yo le respondí que era imposible que ella es mi amiga y la tuya, así que peleamos horriblemente.- sollozó

Si no le decía ahora, no sería nunca.

-Sadie...- murmuré

Ella levantó la cabeza rápidamente al escuchar mi tono.

-John, dime que no es verdad.- dijo ella.

Mire cabizbajo.

- Oh por dios, John, de todas las personas que me podrían haber decepcionado, no puedo creer que tu seas una de ellas.- dijo para después levantarse.
- Sadie, no te vayas, te necesito, te necesito en mi vida, sin ti no sé que hacer.- le supliqué
-No lo pensante cuando me engañaste con ella, eh. No John, ya no esperes nada más de mi.-

Y luego de decir eso, se fue casi corriendo del lugar.

Sadie

Fui a mi casa, o más bien a la casa McCartney, y ahí me encontré con Paul.

- Sai, ¿Qué te pasó?- preguntó
- John me engaña con Cynthia.- contesté
- ¿El te lo contó?- preguntó

Noté nerviosismo en su voz.

- Lo sabías, ¿cierto?- pregunté decepcionada.
-Sai, te iba a decir, te lo juro...-
- No me importa Paul, el problema es que no lo hiciste nunca.- espeté.

Me fui al lugar en el que menos esperaba encontrar confort.

- ¿Sadie?, ¿Qué haces aquí, por qué lloras,?-
- Lo siento, Stu, todo el mundo me ha traicionado, al menos sé que tu me odias así que no me traicionaste al no decirme que John me engañaba con Cynthia.-

El suspiró.

- Entra, vivo solo así que no hay problema si te quieres quedar a hablar.-

Entré para sentarme en el piso frente a la mesa de café a llorar.

Stu se sentó a mi lado.

- Si sirve de consuelo, le dije a John muchas veces que terminara contigo si quería estar con Cynthia.-

Lo miré incrédula.

- Muchas gracias Stu.- dije irónica.

Seguí llorando a lo que el atinó a abrazarme. Esto era muy extraño.

- Mira, de verdad lo siento, nunca pensé que te fuera a hacer tanto daño.-
- Stu, amo a John, tanto que a veces me dan ganas de vomitar porque siento demasiadas mariposas en el estómago cuando lo veo.-

El me miró atento.

- Pensé que las cosas iban mejor, pero igual es verdad que al principio cuando estábamos juntos hacíamos el amor todos los días, y ahora, desde lo que pasó con el profesor, John no me ha querido ni tocar.-

Sollocé. Stu me quitó un mechón de pelo de la cara.

- Y ahora, me quiero vengar, necesito vengarme de él, ya me ha hecho demasiado daño.-

Mire en dirección a Stuart, quien estaba a milímetros de mi cara.

- ¿Sabes Sai, me acabo de dar cuenta de que cada vez que le decía a John que terminara contigo, era porque yo quería estar contigo?- dijo acariciando mi mejilla.

Estaba totalmente confundida, yo sentía que odiaba a Stu, y pensé que era mutuo, pero a pesar de lo extraño de la situación no aparte su mano, porque extrañaba que alguien me acariciara con ese afecto, el mismo que John me daba los primeros meses en los que fuimos novios.

- Y cada vez que pensé que no te soportaba, era porque me tenía que convencer a mi mismo de que no me gustabas.-

Lo miré, pero no con cara de sorpresa, sino con ojos suplicantes, que solo pedían: "por favor, dame amor, no puedo más con toda la mierda que he tenido que vivir".

- Y...- decidí cortarlo para comenzar a besarlo.

Sus besos eran apasionados, pero al mismo tiempo delicados y me hacían sentir bien. En un momento se puso tan intenso que mis labios quedaron hinchados.

- Sai...- susurró

Lo vi, y no me había dado cuenta de lo guapo que era con su pelo desordenado.

- Stu, llévame a tu cuarto.-