Capitulo 1

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AITANA


El ruido del azote de una puerta me despierta, miro el reloj y son las tres de la mañana exactamente.

Al moverme apresuradamente el cuello comienza a dolerme.

Claro como no si la mesa es muy incómoda.

Levanto la mirada y me percato de que Darían está mirándome fijamente a los ojos, se por demás que esta molesto.

—¿Qué haces ahí? Acaso no te he dicho que no es necesario que te mantengas despierta hasta estas horas solo para esperarme.

— No estoy tranquila sabiendo que aún no estas en casa—le digo mientras me acerco para besarlo.

Me esquiva y sigue su paso hasta nuestra habitación.

— ¿Puedo saber por qué llegas a estas horas? — digo siguiéndolo.

—Tengo mucho trabajo en el buffet, además Finn y yo pasamos a cenar, como puedes notar se me hizo tarde—me dice cortante.

—Pero te avise con tiempo que te había preparado la cena. —

— ¡Es suficiente Aitana! — levanta la voz asustándome un poco — Sabes que no tengo tiempo para estar soportando tus sermones. — se levanta de nuestra cama para dirigirse al baño.

¿Qué le sucede?

¿Acaso hice algo mal?

— Cariño no te molestes solo te estaba recordando lo de la cena—le dije mientras me iba acercando poco a poco a el para darle un beso.

Hace tiempo que no teníamos ningún acercamiento. Siempre me apartaba de el con la excusa de que estaba cansado o que no tenía tiempo para ese tipo de cosas.

Y esta vez no sería la excepción. Me esquivo, como muchas veces anteriores.

— ¡Te dije que quiero dormir es que acaso eres sorda! — su tono de voz me hizo retroceder asustada.

Mis lagrimas picaban por salir, esta era una de las tantas veces que rompía mi corazón.

Me levanto de la cama y rápidamente me dirijo al baño, al cerrar la puerta me deslizo por esta y comienzo a llorar.

¿Por qué me trataba así?

¿Desde cuándo se había distanciado de mí?

Me limpio las lágrimas y un pequeño recuerdo me llega a la mente.

FLASHBACK

Escuche el sonido de la puerta, me levante rápidamente de mi cama para ver de quien se trataba y me sorprendió ver a Darían aquí, era muy temprano. En el momento en el que me vio corrió y me abrazo.

– Cariño estoy muy emocionado, el buffet me ha puesto a cargo de nuevos casos que me serán de ayuda para ganar reconocimiento en el ámbito de derecho.

Le sonreí

—Qué bueno amor ya verás que lo ganarás y serás el mejor abogado de Seattle. — y el nuevamente me apretuja entre sus brazos.

Mi esposo Darían Holmes es un gran abogado, lo admiro mucho ya que con tan solo veintisiete años ha llevado pocos casos y ya se ha ganado una gran reputación por todos lados, hace poco lo habían llamado para integrarlo a un buffet de abogados.

– Gracias por apoyarme cariño. – me besa delicadamente como si tuviera miedo a romperme.

— ¿Y cuál es el problema que resolverás, si se puede saber? —

—La verdad aún no he conocido al cliente, pero por lo que me habían comentado era sobre un divorcio. Algo que no es mi fuerte, pero el jefe me dice que debo ser bueno en todo

–Seguro lo ganarás amor— acaricio su cabello y tiro de él para besarlo.

Desde ese momento el ya no fue el mismo conmigo, él cambio.

Me levanto rápido, me lavo los dientes y salgo del baño. Me recuesto al lado de él, dándole la espalda.

Mis lagrimas comienzan a bajar, he intento hacer todo lo posible para no sollozar.

Lo peor de esto es que lo amo mas que nunca.

Duele AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora