Capitulo 22

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Darian

Me encuentro sentado en la cama de Grace observándola dormir. Mi mente no puede dejar de pensar en Aitana. 

Tal vez sea la culpa que siento al haberse enterado de la verdad. 

El día de ayer apele el divorcio y pedí un juicio para otorgarle a Aitana una parte de mis bienes que se habían acordado al casarnos, tal vez si así la culpa se vaya un poco.


Grace no sabe nada de esto, y así esta mejor, no quiero que se moleste conmigo. Reviso el mensaje que le envié a Aitana pidiéndole hablar, a lo cual solo ella me dejo en visto.

Necesito hablar con Aitana y explicarle todo.

Mañana tengo que regresar a la casa de Aitana por unas cosas que me faltaron. Espero y la encuentre ahí. 

Enciendo el televisor buscando algo que me distraiga pero a esta hora no hay nada interesante, al cambiarle nuevamente de canal encuentro un canal de chismes que llama mi atención. 


-Así como lo escuchan, Aitana Milano se encontraba saliendo de un restaurante con su nuevo novio. La joven de veinticinco años dueña de Milano Pharmaceuticals y además socia mayoritaria de la empresa de moda ST tuvo un accidente automovilístico pero, afortunadamente se recuperó y se ve mejor que nunca. 

–Es cierto, y cabe decir que la chica es muy guapa, por ahí ya hay rumores que ella a terminado con su esposo Darían Holmes. Aun no sabemos el por que de su ruptura, eran una pareja encantadora. Pero lo que si sabemos es que a la joven trae algo con el alemán Iktan Rothstein. 


Muestran una foto un poco borrosa, viéndose a aquel tipo y a Aitana, besándose. 

¿Que? Esa foto causa algo en mi que no sabría como describirlo. Apago el televisor y me levanto molesto.  Me mojo la cara en el baño para aclarar un poco mi mente.

Debo dejar de pensar en Aitana, yo amo a Grace.

Eso debe de entrarme a la cabeza.



***


Ya es de mañana y tengo que levantarme para ir al trabajo, camino hacia la cocina para preparar él desayuno y cuando termino lo llevo hacia la recamara. 

– Amor, vamos es hora de desayunar– despierto a mi futura esposa y ella bosteza tiernamente.  

–Hola mi amor. -  tira de mi para besarme.

– Te prepare esto, espero y te guste. 

– Todo lo que venga de ti me gusta

Reímos y desayunamos. Cuando terminamos recojo los trastos y los llevo a la cocina.

– Amor, yo puedo hacerlo..– intenta ayudar. 

– No cariño, recuerda que nada de esfuerzos– ella asiente y regresa a la cama. Me acerco a ella y le acaricio el vientre. Siento una emoción enorme al tocarla. No puedo creer que esté esperando un hijo.  

– Te amo Grace– ella sonríe.

– Te amo Darian– y me besa.


Dos horas después dejo a Grace dormida y decido ir a recoger mis cosas a la casa de Aitana. Aparco el auto en el garaje y entro a casa. 


Aitana


Me encontraba desayunado con toda mi familia, mis padres nos hablaban sobre su junta.  Alessio y Sam no paraban de darse miraditas. Ellos me daban ternura. No se que se traigan pero espero y no estén juntos, se hacen daño. Además, ¿Thomas? Que no estaba con el. 

– Ana. - me dice Alessio.

– ¿Si? – le respondo saliendo de mis pensamientos.

– ¿Vendrás con nosotros?– pongo cara de confusión.

–¿No escuchaste nada de lo que dijimos verdad?– Niego

– Queremos ir a dar un paseo por Space Needle – dice mi madre.

– Vendrás con nosotros cariño?– me pregunta mi padre.

– Si, por supuesto, solo debo ir por algunas cosas a mi casa y los alcanzo. 

- ¿Por que no invitas a Iktan?– se burla Sam. Y mi padre pone cara de amargado. - Muy tarde ya lo he invitado. - dice mostrándome su teléfono. 

¿Ahora que voy a hacer?


***


Horas después me encuentro de camino hacia mi antiguo hogar, tarareo una canción y me estaciono frente el jardín. Entro a casa y siento un poco nostalgia, extrañare mi casa.  Tomo el portarretratos que se encuentra en la mesilla del centro, es una foto de cuando me case.  La tiro al bote de basura y comienzo a caminar hacia la habitación, pero escuchó ruidos. Tomo un florero  y camino lentamente. Cierro los ojos y me abalanzo hacia el delincuente. 

– ¡Basta!– mi cuerpo se tranquiliza al escucharlo. 

– ¿Darían? - pregunto sorprendida al verlo. 

– ¿Por qué hiciste eso?

– Pe-n-se qu-e tu er-as un delincuente– Él niega y se sigue sobando la cabeza.

– Lo lamento. - digo y salgo de la habitación. No podemos estar junto a el ni siquiera un segundo. 

– Ana tenemos que hablar. - lo escucho decir detrás de mi. 

–Ya no hay nada de que hablar. 

– Aitana por favor– siento como tira de mi brazo. Y me pega junto a su cuerpo, dejándonos muy cerca uno del otro. 








***

Holis.















Duele AmarteWhere stories live. Discover now