Capitulo 25

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Meses después.





El tiempo paso tan rápido, ahora yo dirigía mi empresa ya que había cambiado la residencia. Todo había ido bien en este tiempo, mis padres volvieron a Génova pero los visitaba cada que podía. Mi hermano también regreso con ellos pero él cada que podía venia a vernos a mi y a Sam. Al parecer decidieron retomar su relación y me alegraba por ellos.

– Señora Milano, el señor Rothstein la busca –dice mi secretaria.

– Dile que pase– ella asiente y se retira.

Con Iktan las cosas habían avanzado bien, el seguía necio con la idea de conquistarme, en este momento no se que es lo que siento por el. Sobre Darian no se mucho, al parecer el y su esposa, si ya se casaron, se mudaron a Idaho, el estado vecino. También me llego el rumor de que Grace estaba embarazada de gemelos.

Me alegro por ellos.

El tiempo me había ayudado a reflexionar y pensar, encontrarme a mi misma de nuevo. Si quería volver a amar a otra persona, primero debía amarme a mi misma. No guardo rencor alguno hacia mi ex esposo, es mas desde hace tiempo lo perdone. Darían había insistido múltiples veces en verme antes de su boda, pero me negué rotundamente. Ni hablar de su boda, fue la polémica de esos meses, en la que por supuesto estuve involucrada. Obviamente no fui pero les envié su regalo de bodas.


– Señora Milano, ¿Tendrá tiempo para atender a este pobre hombre?– me dice coqueto.

– No lo se – me levanto de la silla – ¿Qué atenciones necesitas?- ambos reímos. Nuestra amistad había avanzado gradualmente, es por eso que no se que es lo que siento por el.

- ¿Te apetece ir a cenar conmigo pequeña Aitana? - pregunta.

– ¿Podría saber el lugar? - respondo en el mismo tono.

– No, la dirección es sumamente confidencial, claro a menos que me acompañes lo sabrás.

– ¿Intentas jugar con mi mente?

– ¿Yo? - dice inocente.

– Esta bien, te acompañare pero solo porque me das lastima Iktan.

– ¿Estas segura que doy lastima? - pregunta arrinconándome en el escritorio. Nuestras respiraciones se mezclan y siento mi corazón latir a mil por hora.

– Señora Milano, el señor...– interrumpe mi secretaria y lo alejo de mi.

– Lo siento Señora, yo- yo- –se tapa los ojos y sale rápidamente de mi oficina.

- Entra Milen, no estábamos haciendo nada. - ordeno apenada.

– Pasare por ti esta noche. – me dice Iktan riendo. Se despide de mi con un beso en mi mejilla y le guiña el ojo a mi secretaria logrando sonrojarla.

– El señor Daen necesita hablar con usted– dice apenada.

– Está bien, me comunicaré con el. ¿Algo nuevo?

– Si, hace rato vino un señor, pregunto por usted pero la señorita Sam le pidió que se fuera de aquí a rastras.

– ¿Tienes idea de para que me necesitaba aquel señor? - ¿Quién será?

- No señora, el tipo venia con una gorra y no logre verlo. Solo le puedo decir que la señora Sam lo saco de la empresa a patadas.

- Le preguntare a Sam quien era para quitarnos de dudas. - murmuro - Gracias Milen puedes retirarte.

– Con permiso– dice y sale de mi oficina.

– Flechaste a mi secretaria ¿Te has dado cuenta? - digo al ver la cabeza de Iktan asomarse por la puerta. Pensé que ya se había ido.

– No me interesa. A mi solo me interesa una persona. - suelta de repente y doy un brinco.

– Mmm...¿Puedo saber quien es? – le sigo curiosa.

– La conoces perfectamente. - responde acercándose a mi.

– ¿A si? - digo encogiéndome de brazos.

– Si, Blanca la intendente es muy linda– dice burlista, lo miro enojada y el solo ríe. Me alejo de él y camino hacia mi baño.

– No te enojes Schatz, sabes que tú eres la única persona que me interesa.– me arrincona en la pared.

– No empieces. - digo nerviosa.

–Du bist der Einzige, den ich will, aber du lehnst mich immer wieder ab. - suelta arriconandome otra vez.

No se lo que haya dicho, pero lo que si sé es que él ha estado apoyándome desde mucho tiempo.

¿Que debo hacer? Además, ¿Quien era el tipo que vino a buscarme?

Duele AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora