Mi Debilidad

Capitulo 11

Aiden

Miro hacia abajo, observando las nubes.

— Feliz año nuevo.— Escucho hablar a mi padre, no lo miro, mantengo mi mirada hacia abajo— Hijo.

Lo miro.

— Se que es dificil, pero no pierdas la esperanza, aún quedan muchos países.

— ¿Y si ya es tarde?— Murmuro— ¿Si se fue para siempre?

— No digas eso.— Habla suavemente — No te crie como ser un Alfa para que actues como una maldita niña.— Esta vez habla más duro, frunzo levemente el ceño

— Lo se. Maldición.— Froto mi frente — Solo, que no puedo evitarlo.— Lo miro— Cada vez que mantengo mis esperanzas en que la voy a encontrar en un país, no sucede.— Niego con la cabeza— Nunca imagine que pasaria tanto tiempo.

Crei que solo duraria unos dias, maximo semanas. Pasaron meses. Nueve meses. Ahora se haran diez.

— No se cuanto pueda aguantar. Estoy intentando no caer, de verdad lo hago. Pero, es tan malditamente dificil.

— Puedo imaginar el dolor que sientes, hijo. Pero no permitire que te rindas ahora. ¿Qué tal si Abby esta esperandote?— Suspiro— Recuerda, te necesita, y tu a ella. No busques razones para rendirte.— Se inclina, mirandome serio— No lo permitiré.

Permito que sus palabras me atraviesen profundo, nos las ignoro, como algunas palabras que antes me habia dicho. Permito que suban un poco mi esperanza.

Su telefono suena, me mira unos segundos mas y luego se levanta, atendiendo.

Miro de vuelta hacia la ventana. Parpadeo lentamente, no recuerdo la ultima vez que dormi. Cada vez que cierro los ojos por mucho tiempo, solo puedo pensar en ella, en su sonrisa, en su pelo, en sus ojos, su cuerpo. Y duele, porque no se cuanto tiempo voy a tener que esperar para ver todo de eso de vuelta.

●○●

Suspiro, obsevando las gotas caer.

— En cuanto la lluvia se detenga un poco, comenzamos.— Asiento a mi padre

Indonesia.

Crei que si alguna vez viajaba a Indonesia, seria para algo de negocios o algo asi. Estamos en los paises limítrofes de Australia, espero que no tener que ir a paises mas lejos.

— Ire por un cafe, ¿quieres algo?— Niego con la cabeza, aun de espaldas

Escucho la puerta cerrarse, me giro, observando la habitación del hotel. He estado en hoteles por los ultimos nueve meses. No volvi en ningun momento, le insisti a mi padre que volviera para el cumple de mi madre, y para navidad.

Me hizo caso y se fue con ella, mientras yo me limitaba a llamarla. Agradezco que sea un angel y no se haya enojado conmigo, y mejor, que me haya comprendido.

Miro rápidamente hacia el baño al escuchar ruidos, frunzo el ceño. Camino a pasos lentos y sigilosos, en alerta.

La puerta esta entreabierta, asi que me limito a empujarla. Enciendo la luz, pero no hay nada. Entrecierro los ojos hacia la cortina del baño, creo que la vi moverse.

Me acerco lentamente mientras estiro mi mano.

— ¡Hijo!— Me detengo al escuchar ruidos, miro unos segundos detras mio, al mismo tiempo que escucho el ruido de la cortina

Vuelvo a mirar hacia esta y sin esperar la abro, no hay nadie. Miro hacia la pequeña ventana que da afuera, es sospechoso que no tenga vidrios.

Suspiro.