2. Quien te quiere....

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—estás muy rara, ¿que te pasa? –Mimi levantó la vista de sus manos que jugaban con una pulsera que le regaló Ana hace mucho tiempo.

—no pasa nada abuela. –respondió la rubia de ojos verdes, la señora le miró y se sentó a su lado en el sofá.

—cuéntame –dijo la abuela de Mimi.

—he vuelto a tener bronca con mis padres –dijo Mimi suspirando.

—¿que hicieron esta vez? –le preguntó la abuela, Mimi sonrió ya que no le había echado la culpa a ella directamente.

—saque un 6 en el examen de lengua, y se han enfadado no lo entiendo, si está aprobado, yo lo hice lo mejor que pude –respondió la rubia, su abuela le miró.

—y....

—y nunca me escuchan, las únicas que me escucháis de verdad sois Ana y tu. –dijo la rubia bajando la mirada, era verdad, últimamente sus padres pasaban de ella muchísimo, le preguntaban cosas para luego no escuchar sus respuestas, y en el fondo a Mimi le dolía.

—¿que tal Ana? hace que no la veo –preguntó su abuela, Mimi se tensó.

—Ana supongo que bien –su abuela le miró.

—¿como que supones? –le dijo, la rubia suspiró.

—pues que me he distanciado un poco de ella, y cuando he querido hablar con ella se puso mala y no fue a clase y hemos estado con muchos exámenes, casi no hablamos. –dijo Mimi.

—¿y porque te distanciaste de ella Miriam? –la única persona a la que Mimi le permitía que la llamara Miriam era a su abuela, aunque esta no lo solía hacer mucho y la llamaba Mimi.

—abuela.... creo que me gusta un poquito Ana. –dijo Mimi susurrando.

—¿gusta, gusta? –preguntó su abuela con una sonrisa, Mimi la miró y sonrió un poco, su abuela siempre le daba esa paz y tranquilidad que no tenía en casa.

—si abuela, la verdad me gustaría ser algo más que amigas, pero ella no va a querer lo sé, no quiero perder nuestra amistad. –dijo la rubia.

—¿y como sabes que ella no quiere? –preguntó la abuela.

—lo se, porque a Ana no le gustan las chicas, porque eso está mal, yo estoy mal. –Mimi llevaba desde los 11 años mentalizándose con que lo que le pasaba no estaba bien, no le podía gustar una chica, siempre se decía que era una fase, que pronto se le pasaría. Eso lo decía a los 11 pero tenía 13 y todavía no se le había pasado. Además no podía pensar en lo que le harían sus padres si lo supieran.

—que bobadas dices, no está mal querer a alguien, tú no estás mal, eres muy lista, sabes perfectamente que eso no está mal. –dijo su abuela.

—pero lo que dicen mis padres. –decía Mimi.

—¿Y les vas a hacer caso? A ver Mimi, ¿a ti te gustan las chicas? –dijo su abuela Mimi asintió.

—¿ha explotado el mundo por eso? ¿Ha muerto alguien? ¿Ha pasado algo malo? –Mimi negó.

—No abuela pero...

—bobadas tu enamórate de quien quieras, Miriam escucha esto que te voy a decir es muy importante, quien te quiere, te quiere igual, ames a quien ames, porque tu eres la misma persona.

—Abuela a papá y a mamá no se lo puedo decir. –dijo la rubia.

—será lo mejor, es mejor no arriesgarnos por ahora, pero en algún momento lo tendrás que hacer, o si no nunca serás libre del todo, pero creo que lo mejor sería hablar con Ana, no le digas que estás enamorada de ella si no quieres, pero dile lo que sientes, dile que te gustan las mujeres, estoy segura de que ella te apoyará. Porque te quiere, te quiere mucho Mimi.

Después de 10 años // warmi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora