Capítulo 45

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Gracias a pauladprlpz, ArianaGrnd3, BarbieAmbrose, MileVZ04 y a Nat_r2_d2 por los ánimos y por el apoyo. ¡¡Éste capítulo os lo dedico a vosotr@s!!❤️😊

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Puerta cerrada.

Esa misma noche, tras la cena, Ino y yo ya nos encontrábamos en la habitación. Ella ya hacía tiempo que estaba dormida, pero yo no podía dormir. Me inundaba la emoción y la curiosidad. Fuera, el viento se había detenido y la noche se había quedado apacible y tranquila, lo que sólo aumentaba mis ganas de salir a investigar a tal grado que apenas podía mantenerme quieta en mi futón. 

Me senté de golpe, cansada de estar ahí. Así que me levanté y salí en silencio de la habitación, tratando de no hacer ruido para no despertar a nadie. Cerré la puerta con cuidado y recorrí los pasillos en total silencio, tratando de no hacer ruido ni al pisar el suelo ni al respirar. Una nueva sensación me inundó, una profunda emoción por lo desconocido y una fuerte adrenalina que recorría mi cuerpo. 

Pasé por delante de varias puertas, todas cerradas, hasta que me detuve al inicio de unas escaleras. Miré un momento a mi espalda, en busca de algún ninja o guardia, pero no encontré a nadie. En completo silencio, ascendí lentamente. 

Pegada a la pared y deslizando mi mano por esta, fui subiendo los peldaños uno a uno, mirando contándolos en mi mente mientras miraba a mi alrededor. En realidad, eran las mismas paredes, con el mismo color, y siempre eran los mismos escalones, que se retorcían y hacían una amplia escalera de caracol. 

Subí y subí hasta llegar a lo más alto, ignorando todos los pisos que había por medio, ya que todos eran interminables pasillos de color crema con puertas cerradas. 

Y de pronto llegué a un rellano. 

La luz no era tan fuerte ahí, de echo veía gracias a la luz del piso inferior, que reptaba por las escaleras hasta donde me encontraba en ese momento. Esta vez, las escaleras que quedaban por subir eran rectas, oscuras y mucho menos amplias que las anteriores. Tras meditarlo unos momentos, me decidí por continuar. Al fin y al cabo, ya había llegado hasta allí. ¿Qué ocurría por seguir un poco más?

Ascendí de nuevo, subiendo las escaleras restantes para llegar a una puerta distinta a las demás. Su madera era más oscura, el pomo estaba más deteriorado, contaba con dos cerraduras en vez de sólo una. Me invadió una profunda curiosidad que me hizo removerme inquieta. ¿Qué había en esa habitación?

Avancé, esta vez caminando por el medio de las escaleras y alejada de las paredes. Apenas había luz allí, cosa que me incentivó para descubrir qué había tras esa puerta de caoba oscura. Alcé la mano según subía los últimos escalones, decidida a intentar entrar aunque estuviera cerrada. 

Y en el momento en el que iba a posar la mano en la manilla... 

Una mano me tomó de la muñeca con fuerza, haciendo que diera un bote por el sobresalto y casi un grito ahogado que pude contener. 

-¿Qué te crees que estás haciendo?

Elevé la mirada para encontrar al dueño de aquella voz masculina, fría y llena de odio. Sus ojos azules se clavaron en los míos como si tratara de atravesarme el alma. 

-¿Quién te crees que eres? ¿Piensas que esta es tu aldea?

Muda, observé aquella rabia en ojos ajenos. El contrario apretó mi muñeca en un acto de furia descontrolada, haciéndome daño. No hice expresiones con el rostro para no mostrarlo, pero estaba tan confusa y sorprendida que mi cara debía de ser un poema. 

Genjutsu  (Kiba Inuzuka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora