Capítulo 52

636 64 191
                                    

Silencio.

Había un silencio terrible.

La casa estaba sumida en un estado de mutismo casi aplastante y aterrador, no se oía ni un sonido.

Shanna permanecía sentada frente a la mesa, con un lápiz y un papel delante. No se movía, no tenía ninguna expresión en su rostro. Sus manos se mantenían estáticas en su lugar, una sobre la mesa y otra colgando a un costado. No hacía ruido ni al respirar. El silencio era tan agobiante y opresivo que Shanna podía oír un doloroso y agudo pitido en sus oídos.

No parecía importarle demasiado, ya que seguía totalmente inmóvil. Levantarse aquella mañana había sido aterrador. Era consciente de que aquello no era un sueño, o una pesadilla. Los sucesos de la tarde anterior en el cementerio habían sido reales, y lo supo al ver que el día pasaba con normalidad y estaba realmente despierta. La última forma de confirmar que aquello era real era la certeza de que no había mirado a Uchiha Itachi a los ojos en ningún momento, por lo que nunca hizo contacto visual con su Sharingan.

Se hizo algún que otro corte en las palmas de sus manos, para asegurarse de que se encontraba en la vida real, pero la sangre y el dolor se lo habían dejado en claro, para su infortunio.

Ahora sus manos estaban vendadas de una forma descuidada, ya que no le tomó importancia y apenas trató de vendarse correctamente. Ahora, los vendajes estaban manchados de sangre, pero Shanna o no lo sabía o no le tomaba importancia. De cualquier manera, nada le era realmente importante en aquel momento.

Ella se había metido en la cabeza que todo aquello había sido su culpa, y no podía parar de odiarse a sí misma por su debilidad. Se sentía tan enfurecida y dolida, que se decía que la muerte de Kiba tenía que ser una broma mala para que ella lo pasara mal. Tuvo que pasar una semana para darse cuenta de que aquella broma no tenía ningún final. Aquello era tan real que golpeó el resto de su poca resistencia y tumbó ese pequeño muro, para dejar a la pelirroja llorar y temblar en el suelo.

Había sido una semana muy dura. Shanna no había salido de casa, apenas dormía y comía, y no le había abierto la puerta a ninguno de sus amigos que fue a visitarla. Se pasaba las horas tirada en la cama, llorando, o sentada frente a su escritorio con la mirada perdida. Su cabello pelirrojo empezaba a perder su brillo, sus ojos estaban oscuros y apagados.

El color violeta había sido sustituído por un púrpura intenso, y su rostro siempre estaba carente de emociones. No hablaba, su mente estaba siempre perdida muy lejos de allí y no realizaba movimientos innecesarios.

Todos estaban preocupados por ella, sí, pero los demás también trataban de sobrellevarlo a su manera.

El Equipo 8, ahora incompleto, tuvo que tomarse un tiempo en el que no recibirían misiones si no era una urgencia. Kurenai estaba destrozada. Quería a sus alumnos como si fueran sus hijos, siempre ayudándoles y apoyándoles sin descanso. No era la maestra más destacada, ya que si tenía tiempo libre estaba ayudando a alguno de sus tres alumnos a sacar lo mejor de ellos mismos.

Shino lo afrontaba solo, sin mostrarlo por fuera, pero era el compañero de equipo del moreno y su muerte había sido un golpe duro. No eran los mejores amigos, pero su relación era fuerte y estrecha. Hinata debía ocultarlo de su famila, no podía dejarse ver débil. Fingía frente a los Hyūga y lloraba en silencio de noche. Tardó casi una semana en recuperarse un poco, y para ese entonces la de ojos claros lo había pasado muy mal. Pasaba bastante tiempo con Neji, y con él mostraba lo triste y dolida que estaba por dentro. Él la consolaba, a su manera, escuchando en silencio y repitiéndole que tenía que superarlo.

Ino e Ibi parecían realmente afectadas, sobre todo la pelirroja, ya que tenía una gran amistad con el moreno. Ino andaba cabizbaja. Nunca pasaba mucho tiempo con él si no había alguien más, pero la rubia era su amiga y algo débil de corazón. Lloró los dos primeros días, luego consiguió ver que tendría que seguir adelante de una forma u otra con el apoyo de sus compañeros de equipo.

Genjutsu  (Kiba Inuzuka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora