Capítulo cuarenta y seis

1.3K 152 44
                                    

Al despertar, no escuché ningún sonido. Todas las luces de la casa estaban apagadas indicandome la ausencia de mi padre y su novia.

Las hojas de los arboles sebgolpeaban entre sí generando un gran ruido gracias al viento que había. Me había despertado antes que mi alarma por lo que decidí apagarla antes de que comenzara a molestar.

Luego de unos cuantos minutos ya me encontraba listo y me coloque un poco de maquillaje para no verme tan demacrado.

El auto de Min se estacionó y me sentí muy feliz por eso, apesar de haberlo visto el día anterior lo extrañaba.

-Buenos días, precioso -dijo apenas subí al auto con una sonrisa. Mierda, se veía realmente caliente con aquellos lentes.

-Hola, Yoongi -dije y me acerqué a darle un pequeño beso en su mejilla-, ya te extrañaba.

-Yo también -soltó una risa y comenzó a conducir. Entre medio de ese corto viaje, Yoongi prestó pequeña atención a mi rostro, por lo que no pudo notar el maquillaje y mucho menos los moretones.

El auto tenía vidrios polarizados y estacionó algo lejos de la entrada, por lo que no mucha gente pasaba por allí.

-Suerte, cariño -yo sonreí y automáticamente me acerqué a él para besarlo suavemente, haciendo algunos ruidos y suspirando casi al mismo tiempo.

-Te amo -susurre cuando me separe y un "yo también" se escuchó mientras bajaba del auto.

Ingresé a la escuela corriendo y me detuve ante la mirada de todos. Comencé a caminar tranquilo, Jackson estaba en el pasillo y me sentí nervioso unos momentos.

-Ey, marica -se acercó a mi-, oí que te dieron una paliza.

-Oíste bien -sonreí leve y comencé a caminar más rápido, nervioso, hasta el aula.

-Fue tu amiguito, ¿verdad? El otro marica -dijo siguiendome. En ese momento voltee algo brusco.

-¿Qué quieres, Jackson? ¿Quieres dinero? -comencé a buscar en mi mochila ante la atenta mirada de Wang-. Toma y deja de molestarme. Madura de una vez.

-¡Tú no me dirás que hacer! -sentí un fuerte empujón cayendo al suelo.

Al alzar mi vista, Taehyung pasó por allí. Ni se mosqueo en mirarme o algo por el estilo. En una situación así el me ayudaría y defendería por más golpes que tuviera que dar o recibir, pero sentí un nudo en la garganta cuando simplemente siguió su camino hasta el salón.

Jackson había dicho unas mierdas más pero realmente no presté atención, solo junte mis cosas y fui a mi aula junto al resto de mis compañeros.

Como era de esperarse, Taehyung se sentó en otra punta, dejandome a mi completamente solo, pero estaba enojado. Sí, me dolía que aquella amistad de años ahora este completamente en la mierda, pero de todas formas, no había razón para que ninguno de los dos golpee al otro. Yo apenas pude defenderme y eso hervía mi sangre de todos modos.

En el receso me crucé con Jungkook. No hubo ni un hola ni un chau, apenas un cruce de miradas.

«Pero que se vaya al demonio, yo intenté ayudarlo para que no saliera lastimado y fui yo quien acabó con golpes en su cara.»

A la salida todo fue normal, Taehyung no se cruzó en mi camino en ningún momento y antes me hubiese preocupado por su ausencia.

El auto de Min estacionó frente a la escuela segundos después de haber salido. Subí y para poder besarnos tuvo que conducir hasta un semáforo.

-¿Cómo te ha ido? -preguntó él luego de aquel saludo tan húmedo.

-Oh, muy bien, tengo exámen en unas semanas pero será facil -sonreí recostandome en el asiento-. Muero de hambre, ¿podemos ir a comer? -hice un puchero.

N U E S T R O  S E C R E T O // y o o n m i nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora