Capítulo 5

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Existen esos momentos en donde pareciera que el mundo se pone completamente en tu contra cuando deseas algo. Y eso es lo que le pasó a Eddie cuando deseó con toda su alma que toda la semana que tenía para pensar en el chantaje de Richie, pasara tortuosamente lenta. Pero no fue así, el tiempo parecía correr y sin darse cuenta ya era viernes de nuevo. Debía tener una respuesta pronto porque Richie aparecería en cualquier momento.

Varias veces pensó en la idea de contarle a Bill su condición para que lo ayudara en aquel dilema que tenía y que lo ponía en una posición muy vergonzosa. Pero le daba miedo, mucho miedo que su único mejor amigo comenzara a despreciarlo por saber la verdad y no quisiera saber más de él. La sola idea en su cabeza le aterraba. Así que calló y evaluó sus posibilidades.

Si quería que Richie se callase con respecto al tema de su ropa interior, debía aceptar el hecho de que tenía que acostarse con él. No quería ser el blanco de burlas, abuso y chismes de la universidad solo porque creerían que era un fetichista enfermo. Pero si se acostaba con Richie, su secreto ya no solo sería suyo sino que el bocazas también lo sabría, y sería mucho peor porque no tenía idea de qué tan bueno era el azabache para guardar secretos, aunque con lo que le estaba obligando a hacer, dedujo que era muy malo y oportunista, de eso estaba seguro.

¿Debía aceptar su futuro bien cercano lleno de burlas y rechazo, o debía aceptar que tenía que revelar su secreto a una sola persona y acostarse con un maleducado al que ni siquiera soportaba?

¿Debía acudir a Bill y darle una patada en el trasero a Richie, o dejarse chantajear por Richie a su antojo?

¿Perder a Bill, o quedarse con Richie y Bill?

¿Debía dejar la universidad y huir para siempre?

La última parecía la mejor opción. Parecía la mejor y con buenas posibilidades de una nueva vida, pero era bastante irrealista y muy difícil de cumplir si no tenía dinero.

Así que ceder ante Richie y su propuesta se convirtió en la solución. Pero eso no quitó el hecho de que se sentiría tan mal después de ocultarle algo importante a su amigo tanto tiempo y simplemente contárselo a un idiota que acababa de conocer. Todas eran aquerosas ideas. Pero prefería mantener un perfil bajo en la universidad y asegurarse de no perder a Bill, que desgraciarse la vida y quedarse solo.

En ese momento suspiró y golpeó su frente levemente en la pequeña mesita de su habitación. Quería despertar de ese sueño espantoso que estaba teniendo llamado realidad.

Eran las ocho de la noche y estaba a punto de tener un colapso mental, todavía le faltaban tareas por hacer y que había aplazado porque su dilema existencial no lo dejaba concentrarse en lo que debía leer.

Suspiró levemente y se levantó de donde estaba para ir al baño y mojarse la cara. Estaba exhausto. Nadie nunca debería pasar por esa situación. Ni nadie tampoco debía ser tan imbécil como para aprovecharse de eso. Pero Richie lo era. Eddie lo supo desde el primer momento en que lo conoció. Era un tonto oportunista que no desistía de la idea de buscar razones para chantajear a los demás a su beneficio.

Salió del baño y se acercó a la mesita para cerrar sus cuadernos y libros y dejarlos ordenados en el centro de esta. Su desconcentración estaba en el punto más alto en su cabeza y dudaba si quiera en poder terminar de leer al menos un tema. Aún quedaba sábado y domingo, podía terminarlos en esos días.

Cuando terminó estiró un poco su espalda y se sentó en la cama para esperar en silencio aquella visita no tan bienvenida en su habitación. Pasaron alrededor de quince minutos y cuando comenzaban a pesar sus párpados por el sueño y el cansancio, tres golpes resonaron en la puerta que lo hicieron sobresaltar.

-Ya llegó la leche.- Se escuchó del otro lado y Eddie se levantó sobresaltado a abrir la puerta. Richie encontraba recostado a un lado de la entrada y con una sonrisa burlona en el rostro. A diferencia de él, Eddie lo recibió con el ceño fruncido y sacó su cabeza un momento para cerciorarse de que Bill o cualquier otra persona entrometida no lo vea ahí. Cuando se aseguró de que no había nadie, tomó al azabache del brazo y lo entró de tirón cerrando la puerta detrás de él. -Wow, Eds, estás ansioso. Te gustó el lechero.

-¿Puedes, por favor, hacer silencio? No quiero que nadie se entere de esto.- El castaño cruzó los brazos y caminó hasta su cama para después sentarse cruzando las piernas. Solo ahí Richie pudo notar que llevaba un short parecido al que le había lanzado la vez anterior que estuvo en la habitación a Eddie. Este le cubría una pequeña parte de sus piernas y daba la sensación de que se rompería en cualquier momento por lo ajustado que estaba. Tuvo que desviar su vista antes de que algún problema más abajo de su abdomen se presentara.

-¿Cómo pretendes hacer negocios si no vamos a hablar? ¿Así?- Apretó los labios y comenzó a hacer sonidos como si estuviera hablando con estos cerrados. Eddie sintió ganas de golpearlo, como cada vez que hablaba con él y lo miró a los ojos.

-Me refiero a... quiero decir... Olvídalo.- Richie caminó hasta el armario del pequeño y apoyó en este cruzando una pierna sobre otra.

-¿Ya tomaste tu decisión?- Eddie lo miró con recelo y descruzó sus brazos para rascarse una de sus cejas. Estaba estresado. Ya no parecía buena la decisión que había tomado.

-Yo... voy a aceptar...- Susurró dando un suspiro. Estas palabras llegaron a los oídos de Richie y el azabache quiso brincar para festejar. Finalmente iba a tener sexo cuando quisiera y con alguien que parecía una chica. El mejor logro de su vida estaba frente a sus ojos y no estaba en sus planes desperdiciarla. -Pero primero quiero poner condiciones, Tozier.

-¿Qué tal si lo hacemos y me las cuentas entre gemidos?- Soltó burlón sacando un cigarro de menta. Eddie lo miró molesto.

-Esa es la primera. No quiero comentarios estúpidos de ese estilo.- Richie llevó el cigarro a sus labios y lo prendió con un encendedor.

-Olvidas en que posición estás, Eds.

-Olvidas que si tengo que... hacer eso contigo también debo establecer límites.- Richie expulsó el humo de sus pulmones y el olor a menta llegó a la respingona de Eddie. -Odio el olor a cigarro Richie. Al menos no lo hagas en mi habitación.

-Joder Eddie, para ser pequeño eres muy mandón. Disfruta la vida, Eds. Como yo.- Le sonrió acomodando sus gafas, y alejándose del armario comenzó a caminar despacio alrededor de la habitación. Fijándose en todo lo que tenía Eddie, y lo ordenado que estaba.

-Si disfrutar la vida significa aprovecharte de las personas, prefiero hundirme en el aburrimiento.- El bocazas rió y lo miró por unos segundos, para seguir luego con su travesía.

-A veces hay oportunidades que no se deben dejar pasar.

-Eres un oportunista malvado.

-Me alagas, Eds.- El castaño suspiró restregando su rostro. Era imposible hacerlo recapacitar.

-Escucha, si voy a hacer esto, nadie puede saberlo, Richie. Ni siquiera Bill. Y no pienso estar contigo en público. Y no será en mi habitación porque Bill siempre suele venir aquí. Y... debes usar protección.- Esta vez Richie rió más fuerte y comenzó a acercarse.

-¿Temes embarazarte?- Se burló el bocazas y Eddie negó rápidamente, aunque no estaba seguro de su respuesta.

-No, pero...

-¿Qué tal si hacemos un mocoso ahora, Eds?- Eddie negó aún más y comenzó a retroceder cuando Richie llegó a la cama, por desgracia no pudo escapar y terminó arrinconado en el colchón, con Richie encima suyo. Aún no podían, debía contarle y asegurarse de que Richie no le contara a nadie sobre su sexualidad. -Vamos, Eddie, sé que quieres.- El castaño desvió el rostro y cerró sus ojos fuertemente. No quería que intentara besarlo y mucho menos verlo a los ojos. Richie era muy manipulador y temía ceder ante sus palabras o sus acciones.

-Te dije que en mi habitación no... Bill siempre...

-Tu niñera otra vez.- Soltó bruscamente Richie, mirándolo con el ceño fruncido. Eso desconcertó a Eddie y antes de que pudiera preguntarle qué demonios le sucedía para que actúe así, golpes en la puerta llamaron la atención de ambos.

-¡Eddie, ábreme, nos acaban de invitar a una fiesta!

Ambos estaban en serios problemas.

[CANCELLED] Am I Pregnant?! » Reddie [IT AU] •M-PREG•Where stories live. Discover now