Capítulo 9

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Al siguiente día Eddie se despertó desconcertado y dolorido por lo ocurrido él día anterior. Sintió vergüenza de sí mismo y lo que había tenido que hacer para ocultar su secreto que ya no era tan secreto. Pero se avergonzó mucho más cuando notó que se encontraba completamente desnudo y con Richie detrás de él pegando su erección matutina a su trasero, por lo que trató de huir antes de que el azabache despertara y extendiera su estadía ahí. Por desgracia para el castaño, Tozier lo tenía bien agarrado de la cintura y cuando trató de zafarse del agarre, solo empeoró la situación y terminó despertándolo.

-¿Qué hay de Fifi emocionado en las mañanas, Eds?- Habló un adormecido Richie restregando sus ojos. -Él necesita cariño en este momento.

-No puedes estar hablando en serio.- Susurró el castaño con vergüenza colocándose su ropa interior cuando la encontró en el suelo. Solo quería huir de ahí lo más pronto posible y bañarse en la comodidad de su habitación.

-Cuando hablo de Fifi, es muy en serio.- Contestó el azabache, volteando a mirar a Kaspbrak. Ver al pequeño vistiéndose le pareció sumamente caliente y sintió su erección creciendo aún más, debajo de su ropa. Por su parte, Eddie terminó de colocarse el pantalón y lo miró con molestia.

-¿Puedes dejar de llamarlo Fifi? No es una persona.- El chico tomó su camisa y se la colocó rápidamente. Paseó su vista por el suelo intentando ver que no se le quede nada, y se agachó cuando notó su celular en el suelo.

-Fifi dice que tus gemidos dijeron lo contrario anoche.- Eddie se volteó a verlo enojado y con las mejillas sonrojadas por aquellas palabras tan crudas salidas de la boca del pelinegro. Pudo haberse acostado con Richie, pero eso no quitaba el hecho de sentirse avergonzado por escuchar siempre sus insinuaciones tan directas e inoportunas.

-Te dije que no quería escuchar tus comentarios sin sentido.

-Yo te los escuché todos anoche y no me quejé. A decir verdad, los disfruté.- Richie río cuando Eddie tomó la camiseta que había usado el día anterior y la lanzó a su rostro aún más sonrojado y se acomodó en su lugar, quitando la prenda de su cara.

-Ya debo irme.- Avisó el castaño y luego se detuvo incrédulo ante sus propias palabras. Actuaba como la pareja de Richie, quien avisaba que ya debía irse y volvería después para seguir con él.

¡Y eso estaba mal!

¡Él no era la pareja de Richie! Él estaba ahí porque el bocazas era un abusivo que se aprovechó de su vulnerabilidad y su condición para poder acostarse con alguien, ya que era tan intolerable que nadie lo podía soportar ni siquiera en la cama, al igual que él tampoco lo hacía, claro que no, no lo soportó en la cama, pero tenía un dato en contra que lamentablemente llegó a ser conocimiento de ese azabache y ahora debía regirse por lo que él le pedía.

Con pensamientos confusos sacudió la cabeza y salió rápido de la habitación para irse a la suya. Según su celular eran las siete de la mañana así que si tenía suerte, aún todos se encontraban dormidos, al igual que Bill, y no se daría cuenta de su ausencia.

Cuando llegó a salvo a su habitación, se encerró en ella y fue directo a tomarse un baño, disfrutando de la sensación del agua y limpieza en su cuerpo, y descubriendo a su paso partes de él que dolían por lo ocurrido la noche anterior. Aparentemente Richie se había emocionado un poco con su cuerpo sufriendo las consecuencias y recién en ese momento se daba cuenta.

Después de aquel día, las cosas comenzaron a cambiar de una manera tan extraña que hasta Bill pareció darse cuenta.

Primero, una semana y media después de aquello, Eddie tuvo un sangrado repentino que lo desconcertó. Él tardaba tres o cuatro meses entre menstruación y menstruación, nunca antes o después, aún en su irregularidad, era bastante regular con eso. Sin embargo, esa vez solo habían pasado dos meses, y un sangrado entre marrón, que más parecía rosáceo, se hizo presente y duró casi dos días. Muy extraño porque él sangraba tres y hasta cuatro días cuando su útero andaba de malas. Pero luego recordó que él tenía útero, y que para empezar eso no era común siendo un chico, así que lo atribuyó a su condición y finalmente lo ignoró.

Mala idea.

Esa misma semana, el mejor amigo de Eddie, Bill, comenzó a notar que el castaño ya no se alarmaba de manera paranoica cuando veía a Richie cerca de él o merodeando por donde estaban, y misteriosamente el azabache tampoco buscaba molestarlo o seguirlo como lo había hecho días atrás. No parecían conocerse en lo absoluto. Como si nunca se hubieran hablado. Cuando evaluó la situación, terminó aceptando el hecho de que no tenían por qué relacionarse porque ni siquiera eran amigos, y terminó olvidándose de eso.

Al final de la segunda semana, Denbrough nuevamente notó algo muy extraño. Él salía de su habitación adormilado, siendo un poco antes de las siete de la mañana, porque había escuchado un sonido extraño fuera en el pasillo, y al instante descubrió a un muy nervioso Eddie intentado entrar lo más callado posible a su habitación.

-¿Estás despierto tan temprano?- Le preguntó aquel día restregando sus ojos, extrañado de verlo fuera a esas horas de la mañana.

-Si, es que... tenía hambre porque anoche no comí y fui a desayunar al comedor.- Bill puso expresión incrédula por aquella justificación poco creíble y le refutó lo que había dicho.

-Anoche cenaste conmigo, Eddie, y acabo de ver la hora y el comedor no abre hasta las siete y treinta.- Eddie no supo que decir ante eso, y luego de mirar sus alrededores nervioso buscando una excusa, se volteó a verlo con expresión burlona fingida.

-Tienes el cerebro dormido, Bill, no entendiste lo que dije. Pero debo irme, tengo que hacer pi. Adiós.

Y antes de que Bill pudiera decir algo más, se encerró de un portazo en la habitación y no salió hasta el siguiente día, Lunes, con el hambre torturándolo por no haber ingerido absolutamente nada el día anterior. Y eso no fue todo, aquella no fue la primera y última vez que Bill lo descubrió llegando así. Otras tres veces, una cada fin de semana, se hicieron presentes confundiendo aún más a Denbrough.

Era una situación extraña a la que no le veía motivos, pero lo que no sabía, es que aquellos motivos pronto le caerían a todos como un balde de agua fría incapaz de soportar.

Se avecinaba una tormenta de confesiones y situaciones que cambiaría sus rutinas por el resto de sus vidas.

[CANCELLED] Am I Pregnant?! » Reddie [IT AU] •M-PREG•Where stories live. Discover now