XII

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Capítulo 12. Hogwarts.

La cabeza aún me dolía, los desvelos no me sentaban muy bien, pero desde que había tenido mi encuentro con Ginny y Ron no había podido dormir tranquila, bajé al comedor para buscar algo que desayunar.

-Y la bella durmiente aparece- Malfoy se encontraba sentado en el comedor desayunando con Pansy.

-¿Y mis padres?-me senté mientras un elfo doméstico traía mi desayuno, estaba tan cansada que ni siquiera me molesté en protestar por ello.

-Negocios.

Guardé silencio y me centré en comer, quizás eso me ayudara un poco. Aún no podía creer que no volvería a pasar una navidad en la madriguera, o que no estaría ahí para ver a Ron comer con la boca abierta, no tendría a Ginny para darme consejos, tantas cosas iban a cambiar en mi vida y no estaba preparada.

-¿Estás bien, Hermione?- giré a ver a mi hermana comenzando a prestarle atención- Decía que hoy llegaron las cartas de Hogwarts, volverán a abrir sus puertas. Draco y yo estábamos hablando sobre eso.

-Supongo que tú piensas volver a terminar tus estudios- bajé la mirada.

¿Eso pensaba?

Hogwarts no sería lo mismo sin mis amigos.

Eso sería más de que podría soportar.

-No lo sé, ¿Ustedes?

-Es lo que quiere mi madre.

-Mi decisión depende de ti- Pansy tomó mi mano- perdí muchos años sin mi melliza, ahora quiero disfrutarla todo lo que pueda.

Mika, la elfina que me habían asignado, entró con una carta en sus manos.

-Mika ha traído la carta del señor Potter.- la tomé agradeciendo su gesto.

"Hermione:

¿Te ha llegado la carta?
¿Irás?

En lo personal, no pienso ir a Hogwarts, no estoy listo aún.

Pero si quieres ir, te acompañaré, dímelo.

Te quiero.

Harry."

-¿Qué dice Potter? ¿Irá? - negué.

-Avísame cuando nuestros padres lleguen, estaré en mi recámara.- debía pensar bien, es decir, quería ir a Hogwarts, pero... No sabía si iba a soportarlo.

Me recosté para intentar relajarme.

-¿Puedo pasar, Parkinson?

-Adelante, Malfoy- entró a mi recámara y se quedó parado al borde de mi cama- puedes sentarte, no voy a lanzarte un Avada solo por sentarte.

-Pero Josh...

-Mi padre tiene muy claro que no pienso tocarte ni con pinzas- reí y él ya con más confianza se sentó.

-¿Estás bien?

-No quiero hablar de eso, no ahora y de preferencia nunca.-se quedó un tiempo en silencio.

-Entonces tengo la solución para distraer tu mente.- lo miré mientras me levantaba para quedar sentada a su lado- Dijiste que prepararías amortentia para mí.- reí.

-Lo haces sonar como si quisiera usarla en ti, no pienso hacer que me ames, Malfoy, solo quiero comprobar que eres una persona normal que puede enamorarse.

-Espera, espera, ¿Acabas de decir que no quieres enamorarme? ¿Cómo alguien podría no querer enamorarme, Parkinson?- reí de nuevo- Podemos ir a mi casa, en la biblioteca debe haber algo sobre la poción- se levantó de mi cama y empezó a caminar a la puerta- ¿No vendrás?

Tenía la opción de quedarme y lamentarme por haber perdido a mis amigos, o pasar un día con Malfoy.

Y tomaría la segunda opción sin duda.

°°°

-¡Malfoy no!- me lancé sobre él antes de que echara uno de los ingredientes en la poción- ¡No puedes ponerlo sin moverlo antes!

-Por Morgana, Parkinson, sé que me deseas, pero no tienes que poner excusas para manosearme- lo golpeé con el codo a lo que el soltó una risa, comenzaba a acostumbrarme a su risa, me gustaba.

-Bien, ahora solo tenemos que esperar.

-¿Esperar qué?

-Tres semanas, la poción estará lista en tres semanas.

-¡Por Merlín! En dos semanas regresamos a Hogwarts.

-Pues la embotellaré para cuando regreses en navidad.

-¿Planeas no ir?-me miró como si tuviera algo en la cara y solo asentí- jamás imaginé un año en el que tú no quisieras ir a Hogwarts.

Me encogí de hombros, no quería hablar del tema, había tomado la decisión y más tarde se la comunicaría a los Parkinson y a Harry, de momento quería dejar de pensar en eso.

-¿Sabes convocar tu patronus?- él rió.

-Oh, dulce Hermione- palmeó mi cabeza- soy un mortífago, nosotros no hacemos eso.

-Eras- ví una sonrisa amarga en su rostro-Dijiste que éramos como la bella y la bestia ¿No?

-¿Eso a qué viene?

-Que voy a asegurarme de llegar al final del cuento, Malfoy- alzó una ceja- voy lograr que te conviertas en el príncipe azul perfecto.- rió de nuevo.

-¿Tan desesperada estás por besarme? Tranquila, que de todas formas voy a casarme contigo.

-No pienso besarte, que no se te suba el ego, él no volvió a ser un príncipe por el beso, él volvió a ser un príncipe porque cambió.

-Acepto- sonreí- pero al final tienes que sellarlo con un beso.- me reí- enséñame a hacer mi Patronus, venga.

•••

Me encontraba en el andén 9 ¾ acompañando a Pansy para partir a Hogwarts.

-Hermione, ¿Estás segura de no ir?- mi padre pasó su brazo por mis hombros y me apretó- respeto tu decisión, pero no entiendo el porqué no ir a Hogwarts.

-Muy segura.- caminamos para acercarnos a Malfoy, Zabini y Nott, que se encontraban reunidos cerca del tren.

-Hace mucho que no te veíamos, castaña- Nott revolvió mi cabello- Creí que era una broma cuando Pansy nos dijo que la princesa de Gryffindor no iría a Hogwarts, esto sí que es novedad.

-No la molestes que Draquito se pone celoso- no entendí del todo lo dicho por Zabini así que solo reí.

Zabini y Nott se despidieron de mí para poder subir al tren.

-Voy a extrañarte- Pansy me abrazó, al final nuestros padres la habían logrado convencer de regresar a terminar sus estudios, querían que tomara este tiempo para adaptarme a ellos y conocerlos más.-escríbeme todas las semanas o vendré desde hogwarts a golpearte.- me soltó para ir a despedirse padre y madre.

-Vendré listo para oler la amortentia- le sonreí- te veré en navidad, Parkinson- me abrazó.

Pureza de sangre.Where stories live. Discover now