13º

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«Carnada, primera parte.»

Sangre seca y  desparramada, como si su intención fuese generarle pesadillas, se encontraba dispersa en las paredes del hospital. Aquella parte oscura, tétrica y subterránea se encontraba rodeada de cazadores con armas que ni el mismísimo Gerard reconocería, se encontraban rodeados, completamente rodeados.

Las armas los apuntaban, fijando un blanco en las partes más descubiertas de sus cuerpos. Liam, Scott, Lydia, Malia y por supuesto, Theo. Todos ahí, siendo una puntería derecha para cada uno de los cazadores que los rodeaban, sus miradas eran frías y filosas, no parecían tener una visión humanizada de los sobrenaturales que tenían frente a ellos.

Sacaron sus garras, como era de esperarse, mientras del otro lado de Beacon Hills Stiles golpeaba una exagerada puerta metálica buscando ayuda. Su instinto nunca fallaba y internamente detestaba a Scott por pensar que todo iba a estar bien, «¡Por favor, esto es Beacon Hills, nada termina bien!» lo dijo, una y otra vez.

—¿Qué haces aquí?— preguntó, un fornido castaño.

—¡Necesito tu ayuda!— comentó, con rapidez mientras retomaba el oxígeno. —No puedo explicarte ahora, pero todos están en peligro.— añadió, preocupado.

—¿Quiénes están en peligro?— preguntó, asegurándose de la gravedad de la situación.

—Derek, por una vez, ¿podrías hacer menos preguntas y simplemente ayudarme?— remató, perdiendo la paciencia.

—No.

—¡Scott, Lydia, Malia, Liam! ¿Bien?— gritó, tomando su cabeza con desesperación. —¡Ahora vamos!

Theo le temía al ruido que estaba por destrozar los oídos de todos, le temía al plomo quemando su piel con una rapidez que llegaba a volverse lenta, aunque, no le temía solamente por él, sino por la herida que podría dejar en Liam y en los demás. Se habían arriesgado por él y no podía permitirse sacarlos de allí muertos o derramando sangre.

—¡¿Quién los envió?!— preguntó, arrugando su nariz.

—No estamos obligados a responderte quimera, estamos aquí para asesinarte.— rió, con amargura.  —digamos que eres el principal interés nuestro.— añadió.

—Si soy el principal interés, déjenlos ir.— propuso.

—No seas idiota.— murmuró, Liam.

—¿Que ganaríamos con eso?— agregó, el cazador flacucho. —Para negociar tienes que tener algo que nosotros queramos.

—¡Me quieren a mi, quien los mando me quiere muerto y estoy dispuesto a ir con ustedes si los liberan!— repitió, sin omitir palabras.

—¿Theo qué haces?— preguntó, Scott acercándose, sin pensar que eso causaría una reacción acelerada de los cazadores dispuestos a disparar.

—Salvarlos.

—¡Déjenlos ir, asegúrense de ello!— de repente y sin un míseros aviso previo, un choque eléctrico golpeó con fuerza el cuerpo de Theo. Sus piernas fallaron rápidamente después de la descarga, cayendo con dureza al suelo y soltando gruñidos.

Los brazos de los cazadores lo envolvieron sin una gota de reparo, su vista decaía, aquella descarga parecía haberle quitado hasta el último aliento.
—¡No, no, Theo!— fue lo último que logró escuchar antes de perder el conocimiento de una vez por todas. Sabía lo que había hecho, se había sacrificado por todos en la manada y no se arrepentía, Liam estaría a salvo, sabía que Scott se encargaría de ello y eso era suficiente para no arrepentirse.

«Seré la carnada tantas veces como sea necesario para mantenerte a salvo.»

—¡¿Que hacen fuera del hospital y los cazadores?!— preguntó Stiles, alterado bajando de Jeep con una agradable compañía.

—Se llevaron a Theo.

—Se sacrificó por nosotros.— acomodó el comentario Lydia.

—¿Theo Raeken se sacrificó por ustedes?— preguntó, Derek asomándose.

El corazón de Liam se oprimió, el aire comenzaba a faltarle y por si fuera poco sus piernas no ayudaban al imitar a una gelatina. Sin darle importancia a la reunión compasiva de los demás, apoyó su espalda en la pared color crema y sus piernas en cuclillas. Sostuvo su cabeza, culpándose, repitiendo la imagen de cómo el cuerpo de Theo era electrocutado sin piedad y llevado lejos suyo.

El aire cada vez se sentía más pesado y escaso, su visión se multiplicó, no podía creer que lo dejó sacrificarse por ellos. Lo salvaría, por supuesto, pero necesitaba recuperarse y por primera, no actuar con impulsividad.

—Liam, estará bien, iremos por él.— las cálidas pero temblorosas manos de Lydia se posaron sobre sus piernas, causando un escalofrío.

—Pude haber hecho algo.

—No, no pudiste.— negó. —Su objetivo, aunque cueste creerlo, era salvarnos y no pudiste haber sacado aquella idea de su cabeza.— el suave tono de voz, clamó dentro de Liam.

—Argent nos espera en el búnker, iremos por Theo, Liam.—










¡HOLA!
¿Cómo estás? Lamento la demora,
pero aquí está el capítulo 13 y pronto
publicaré la 14 como segunda parte.

«Por cierto, ahora que estamos viviendo una situación que no es de las mejores debido al COVID-19, quiero decirles que por más sofocante que sea quedarnos en casa tanto tiempo, lo hagamos por nuestro bien.
No salgan si no es necesario, y cuídense
porque pronto saldremos todos juntos de esta situación.» ❤️

» ❤️

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Broken || Thiam Donde viven las historias. Descúbrelo ahora