↳«Capítulo 11»

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Era una mañana tranquila cuando Yoongi empezó su trabajo, tomando su celular marcando el número de aquel chico que le había salvado el pellejo de la policía varias veces. Tenían una buena relación de amigos se podría decir, se cuidaban mutuamente y Min confiaba en él.

—¿Hola?—Se escuchó la voz del otro lado de la línea. La voz gruesa de su mayor y que jamás confundiría

—¿MinMin? ¿Qué necesitas?

—Deja de decirme así, Jung. Necesito qué muevas tu maldito trasero hasta mi jodida casa. Necesito tu ayuda para un trabajo.—Habló el mayor con total seriedad, luego de recibir una respuesta afirmativa de su compañero colgó la llamada y fue a arreglarse.

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Yoongi abrió la puerta de su casa al oír como esta era tocada sin cuidado, al ver al menor simplemente se saludaron cómo de costumbre y Jung entró al lugar cómo si fuera dueño. El mayor cerró la puerta rodando los ojos ante la repentina confianza de Jung, aunque no era de sorprenderse el menor era muy liberal.

—¿Para qué soy bueno, Min?—Dijo una vez ambos estuvieron en la sala.

—Para muchas cosas, pero ese no es el punto.
Comentó encendiendo la laptop—Vamos a investigar a alguien.

A Hoseok no se le hacía difícil nada de eso ya que estudiaba Informática, sumando al hecho de que su madre era médica forense y su papá era un policía. Por lo cual el chico viene heredando un talento nato.

—Esto va a ser divertido.—Cuestiona con una sonrisa burlona empezando a hacer su trabajo.

Y así transcurrieron las horas en las cuales ambos chicos se pusieron de acuerdo en investigar a SeokJin y planear algo para ayudar a Jungkook. Debido a un descuido por parte del mayor, Hoseok tomó la foto polaroid que estaba en la mesa admirando a aquel chico, debía admitir que era muy atractivo. Piel blanca, labios semi Gruesos y color cereza, bonita sonrisa, rasgos finos, cabello color negro. Definitivamente era alguien de su tipo.

—¡Hey! Eso es mío.—Declaró Yoongi arrebatando aquella preciada foto de las manos de su tonto amigo.

—Pero somos compañeros de trabajo y equipo. Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo.

—Al contrario, lo tuyo es mío y lo mío es mío.

Ambos rieron para luego seguir con su trabajo. Amaban trabajar juntos de esa manera, se tenían la suficiente confianza (al menos Hoseok hacía eso) como para dejar los honoríficos de lado y tratarse como si se conocieran de siempre.

—¡Listo! Tengo la información, Kim SeokJin.
Estudia en la misma universidad que tú, su color favorito es el rosa y es un fiel amante de Mario Bros, nació el 4 de diciembre de 1992 no ha tenido ningún roce romántico con nadie pero fuentes informan que puede estar interesado en un chico, vive en una de las zonas más lujosas de Corea, prácticamente, nació en una cuna de oro. Eso es todo lo que tengo sobre él.—Dijo Hoseok dejando algo sorprendido al menor por la cantidad de información personal que había obtenido.

—E incluso conseguí su número de celular y su código postal. Ese chico es el orgullo de sus padres, según dicen, es una buena persona.—dijo el menor.

Lo dice el chico que es hacker, manipulador, maneja armas y está involucrado legalmente por chocar un auto.

—Touché.

—En fin, eso es toda la información. Espero haber perdido mi tiempo tratando de saber más de ese traidor por algo bueno.—Bufó el menor.

—Taehyung es impredecible, tiene cara de santo pero tú y yo sabemos que no es así.—Se encogió de hombros el chico de chaqueta.

—Nunca sabes las verdaderas intenciones de las personas.—Respondió.

Hoseok se puso de pie con una sonrisa acomodando su chaqueta para luego dirigirse a la puerta abriendo esta siendo seguido por su amigo.

—Nos vemos en otra ocasión. Y cuando me necesites sabes qué estoy al alcance de una llamada, claro, a menos de qué sean las tres de la mañana y estés ebrio.

—Ambos rieron negando con la cabeza

—Nos vemos después, gatito.

—Sí, sí. Adiós.—Una vez el menor salió de la casa Yoongi cerró la puerta y volvió a la sala, pensando.

Nunca entendería los motivos por los cuales una buena persona cómo su hyung estaría a manos de dos chicos totalmente crueles, seguía sin comprender aquella parte de la historia. Aunque también tenía entendido que Jungkook había cambiado, era un chico totalmente distinto según dicen los rumores. Algunas personas son tan ingenuas, pero cómo dicen por allí: No hay peor ciego que él que no quiere ver.

Suspirando tomó su celular, no importaba si su Menor era culpable o no. Él lo salvaría de las garras de ese lobo vestido de un tierno cordero.

—¿Namjoon-hyung? Necesito su ayuda.

❝Se te da bien hacer ese papelito de buenazo,pero escucha bien, pagarás, pagarás.
Soy el karma y empecé a cobrar.❞

Look What You Made Me Do «JIKOOK»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora