Capítulo 6

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Llevaba todo el día estudiando, tenía que dar una barbaridad de exámenes. Maxi entró en mi habitación con una bandeja llena de comida.

—Te vine a ayudar —sonrió, dejó la bandeja en mi escritorio y se tiró en la cama.
—Me viniste a engordar —le corregí al ver todos esos dulces y bollería.
—Es más fácil estudiar con la panza llena.
—No creo que comerme una caja de donuts me haga entender economía — suspiré.
—No vas a poder dar todos los exámenes
—¿Viniste a ayudarme o a hundirme? —le pregunté cuando lo miré y él se puso en pie.
—Te voy a ayudar, bebé — agarró mi libro.
—No quiero irme todo el verano...
—Lo sé, pero allá estaremos solos y podremos hacer lo que queramos.
—¿Podría llevar a Peter? —le pregunté con una sonrisa y se puso serio.
—Yo pensaba más en Lupe y Marcos... Pero bueno, si te hace feliz. Que venga también el nieto de la cocinera —dijo con asco— ¿El jardinero también va en el pack para tu felicidad?
—¿Por qué me ayudas? —reí—A veces te quiero pero muchas otras te detesto... No te entiendo.
—La... —me miró a los ojos —yo solo quiero acabar de estudiar, casarme con vos y ser libre para irnos de esta mierda. Que vuelvas a los escenarios y seas feliz ¿No te diste cuenta de que no nos van a dejar estar con nadie más? Nos van a hacer la vida imposible...
—Antes de que llegara Peter casi no me hacías caso.
—Estoy cuidando lo que es mío —desvío la mirada y agarró la calculadora— Vamos a empezar con esto.

El verano pasado....

Los días en Aruba eran cada vez mejores. Pasábamos tiempo en la playa, tomando sol, surfeando, leyendo juntos, caminando por las calles más escondidas y lindas. Mirando ferias y tiendas. Mirábamos películas, aunque era difícil terminarlas porque enseguida nos estábamos besando con pasión.
Maxi estaba dándose una ducha, mientras yo terminaba de poner el lavaplatos. Mi celular comenzó a sonar y miré la pantalla, era Lupe.

—Hola amiga.
—Hola reina ¿Cómo va todo por ahí? ¿Ya te moriste del asco? —rió.
—No está tan mal como pensaba... —le confesé —La verdad es que me estoy divirtiendo —reí.
—¡¿Qué clase de diversión estas teniendo chica mala?! —me preguntó divertida.
—Para... ¡No pienses cualquiera! Sólo nos besamos
—¡Jodeme! ¡Cuando se entere Lourdes se tira de la Torre de Pisa! Estaba re enojada porque Maxi no fue a Italia con el grupo —me contó y se empezó a reír a carcajadas.
—No arruines mis vacaciones nombrando a esa barbie hueca. Lo sigue hasta el baño, esta alzada como una perra.
—¡Es una perra! Pero hablemos de lo importante ¿Cómo besa Maxi?
—Muy bien...
—¿Más que Peter?
—Boluda... —susurré.
—Perdóname. Saqué un tema que no daba... ¿Seguís sin saber nada de él?
—Nada de nada. Desapareció del mapa. Rosita sólo me dijo que está bien, pero que ella no puede decirme nada. Que se yo...
—No podes esperarlo La... se fue sin darte ni una explicación. Te dejó sin más... Boluda, no sufras más por él.
—Yo nunca lo voy a olvidar, pero me resulta muy difícil resistirme a Maxi... aunque siempre quise...
—Siempre quisiste que sea Peter el primero —terminó de decir ella. Me conocía bien— Te vas a casar con Maxi amiga, tarde o temprano vas a hacerlo con él. Al menos hacelo con ganas.
—Me gusta, mucho... Pero no sé. Tengo ganas, no te voy a mentir.
—No sé que estas pensando tanto. Te morís por estar con él. Hace más de un mes que estas ahí, no sé como aguantan.
—¡Es que pienso en Peter todo el tiempo!
—Basta, Peter se fue a la mierda hace años. ¿Que te pensás, que no se esta tirando a ninguna?
—Ya sé Lupe...
—Déjate llevar La. Sé feliz, aunque sea con el imbécil de Maxi.
—Tienes razón.
—Bueno amiga, Marcos me está esperando en el jacuzzi. Disfruta, te quiero y nos vemos pronto.
—Yo también te quiero. Besos para los dos —colgué.

Me fui directa a mi maleta, agarré un conjunto de ropa interior de encaje negro, que tenía guardado y me fui a la ducha de abajo.
Cuando salí escuché que Maxi estaba en la habitación, me acomode el corpiño y me puse los tacones negros antes de acercarme a la puerta. Él estaba de espaldas, acomodando unas cosas en su valija. Me acerqué y lo abracé por detrás

—Cierra lo ojos —le pedí al oído.
—¿Estas juguetona? —me dijo sensual y agarré una corbata para taparle los ojos.
—Muy juguetona —le contesté y el tragó saliva. Le puse la corbata y lo empuje a la cama. Quité su maleta y encendí unas velitas que estaban en las mesas.
—Tengo ganas de ver que estas haciendo —me dijo con una sonrisa y yo puse música bajita.
—Podés quitarte la corbata —le dije tímida y me puse a un lado de la cama para que me vea bien.
—¡Vaya! —dijo casi en un susurro.
—¿Te gusta?
—Mucho —dijo nervioso y se levantó para acercarse a mi. Me agarró de la cintura y me besó.— No me esperaba esto La.
—Quiero que hagamos el amor —le dije mientras le desabrochaba su camisa.
—No hace falta que lo repitas —me contestó y me levantó entre sus brazos, para luego tumbarme en la cama— ¿Estas segura? —preguntó mientras besaba mi cuello.
—Estoy muy segura —susurré casi soltando un gemido.
Maxi me beso con dulzura, se tomó bastante tiempo para que me relaje. Fue dulce y delicado. Me sentía nerviosa y temblaba, él me miraba a los ojos y sonreía.
—No pasa nada —susurraba en mi oído — Puedo parar cuando quieras
—Quiero hacerlo. Estoy segura.

Lo hicimos y fue increíble. Me dolió un poco por los nervios pero él me cuidó tanto que se pasó rápido y pude disfrutar.
Sentí algo increíble cuando nos miramos a los ojos ¿Era posible que estuviera enamorada de él?

***

Me había quedado dormida, cuando desperté estaba en la cama y Maxi estaba a mi lado abrazándome.

—Hola —me dijo cuando abrió los ojitos— Te dormiste mientras te explicaba el último ejercicio —rió— Te traje a la cama.
—Gracias... ¿A que hora me dormí? —pregunté cuando vi que eran las dos de mañana.
—Ya eran las diez de la noche cuando te quedaste dormida. Llevábamos muchas horas estudiando —se estiró y agarró su celular— Le dije a mi mamá que me quedaba acá ¿Te importa?
—Quédate —me levanté— ¿Te traigo algo? Voy a la cocina.
—Trae algo para comer, lo que sea. Me muero de hambre.
—Bueno, dale. No hables con muchas putitas en mi ausencia —le dije con una sonrisa, me agarró del brazo y me tiró en la cama encima de él.
—Vos sos la única que me calienta —me dijo mientras me agarraba la cabeza y se acercaba a mis labios.
—No te pases —le contesté y le aparté la cara.
Tenía que dejar de histeriquear pero me gustaba cuando estábamos bien.

Me solté, me levanté y salí de la habitación. Bajé a la cocina, la luz estaba encendía y vi a Peter que estaba sentado con Rosita. Charlaban y tomaban un café.

—Eh hola —les dije cuando entré — ¿Que hacen despiertos? ¿Y qué hacés acá a esta hora?
—Tenía ganas de hablar con mi abuela... También te fui a ver, pero estabas ocupada.
—Me voy a dormir chicos — dijo Rosita, nos dio un beso a cada uno y se fue.
—Maxi me estaba ayudando a estudiar... Yo...
—Lali, vi tu mini concierto en el bar. Vi como le dedicabas una canción preciosa a tu futuro marido.
—Me estaban grabando... Era para que no se queje la familia por mi escapada.
—¿Para quien escribiste esa canción?
—Para mí — dijo Maxi y se cruzó de brazos en la puerta—¿Vos no entendés que no podes venir acá todo el tiempo?
—Maxi, dejame a solas con Peter.
—Te aprovechas todo el tiempo de esta situación. Deberías ser un hombre y plantarle cara a tu padre, ella no te quiere ni te va a querer nunca. Esa canción, jamás la pudo escribir para vos — le contestó Peter mientras se acercaba a él.
—No tienes ni idea, no sabes lo que vivimos todos estos años. Siempre fuimos un apoyo para el otro y aunque no te lo creas, me quiso y me quiere. Sino, no lo habría hecho conmigo.
Peter apretó el puño y yo me acerque a él.
—Tranquilo...
—Lali se va a casar conmigo Peter, basta de dar vueltas a su alrededor. Los dos tienen que aceptar que es lo que hay, yo lo hice. Te espero en la cama Lali — se fue.

Sin decir nada Peter empezó a caminar y lo seguí. Subimos al techo y nos sentamos apoyados en la chimenea.

—No puedo creer que te hayas acostado con él —clavó su mirada en la luna.
—Vos te habías ido hace tiempo... Yo estaba en Aruba con él. Lo pasé bien, me cuidó... Me gustaba. No sé, pasó.
—¿Por qué no están juntos de verdad?
—Cuando volvimos del viaje pensé que ya no tendríamos que fingir más, pero volvió a ser el mismo mujeriego de siempre. Empezó a estar con mil minas a mis espaldas y bueno... él por su lado y yo por el mío. No me tocó más desde poco después que volvimos de las vacaciones. Desapareció unos días cuando salieron fotos de él con otra chica... todo el mundo hablaba de mis cuernos y cuando volvió a aparecer, dejó de estar con otras chicas y volvimos a lo de siempre, a ser la pareja perfecta para la portada.
—Es un imbécil... No puedo creer que haya estado con vos y te haya dejado así sin más.
—Yo tampoco podía creerlo. Pero él es así, le importa muy poco haber sido el primero. Solo finge delante de quien debe hacerlo. Tiene tantas ganas de casarse como yo —reí
Apoyé la cabeza en su hombro y me abrazó.
—No puedo olvidarte... sé que parece una locura. Pero sos el amor de mi vida y lo sé desde que te conocí. Ojalá la vida fuera fácil... Ojalá el amor fuera fácil...
—No podemos La... —susurró y besó mi cabeza.
—¿No sentís nada por mi?
—No voy a venir más a esta casa, voy a ayudar a mi papá, a hacer las cosas que tengo que hacer y a dejarte ir...
—Dame un beso, uno de despedida...
—No Lali — se apartó— Si te beso... — se quedó en silencio.
—¿Qué?
—Me voy a casa.

Se levantó y se fue sin más.
Me quedé unos minutos mirando el cielo y después volví a la cama. Maxi estaba dormido y lo desperté tirándolo al suelo.

—¡¿Qué te pasa?!
—Salí de mi casa, imbécil. No tenias derecho a decirle nada a Peter de lo que hicimos.
—¿Te crees que él es totalmente sincero con vos?
Hay muchas cosas que no te cuenta así que no me parece muy grave que se haya enterado que estuviste conmigo por mi y no por vos.
—Vete de aquí.
—Te voy a demostrar que Peter te miente.
—¿Por qué iba a hacerlo?
—Ya lo hizo, hace años se fue sin más y te dejó tirada.
—Pero no me mintió.
—Ocultar, a veces también es mentir.
Maxi recogió sus cosas y se fue.

El presente y nada más ||Laliter||Where stories live. Discover now