Capítulo Especial: Luna De Miel

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En una isla perdida del mundo, Lali corría por la playa mientras Peter la perseguía. Era de noche, la luna estaba llena y enorme.
El mar estaba tranquilo y la fogata iluminaba lo suficiente como para crear un ambiente cálido e íntimo.
Ya habían tomado varias botellas de vino, se notaba en sus ojos y sus risas que salían por la cosa más mínima.
Cuando Peter la consigue agarrar la tira sobre la arena y ella intenta soltarse sin dejar de reír.

—Siempre te quieres escapar de mis besos.
—¡Es que me estás mordiendo! —Exclama mientras él le inca el diente en la panza.

Lali se escapa y se mete al agua, se quita el bikini y lo tira hacia la orilla, mientras lo miraba seductora y desafiante. Él enseguida corre hacia sus brazos ya besa.
Los días eran todos iguales, hacían el amor en cada lugar que podían y a todas horas. Tomaban vino desde la mañana hasta que se iban a dormir, reían sin parar, planeaban el siguiente viaje y se preguntaban si sería correcto quedarse a vivir ahí para siempre y no volver a la vida real... Estar en esa cabaña a orillas de la playa durante todos los días de sus vidas y no volver a saber lo que pasaba en el mundo fuera de aquella isla.

—Quiero diez hijos —Le dice ella al oído mientras él la lleva a caballito hacia donde está la fogata.
—¡¿Díez?! —Pregunta sorprendido y la baja, después agarra una manta y se envuelven los dos en ella para sentarse en la arena,
—¿Te parecen muchos? Para mi son pocos —Ríe y apoya su cabeza en el pecho de él. —Serían muy lindos nuestros hijos.
—Que humilde —Suelta una carcajada y le da un beso en la cabeza. —Igual, todavía es pronto para tener un hijo ¿O querés uno ya?
—No, ahora mismo no, pero me imagino teniendo muchos hijitos con lunares.
—¿Y chiquititos como vos? —Ella le da un codazo.
—¡Soy re alta, Peter! —Exclama ofendida, se cruza de brazos y le hace pucherito para que él la llene de besos.

El silencio cuando estás con alguien que amas nunca es incómodo. Se acompaña de caricias, besos y miradas cómplices. Ellos podían estar horas mirándose sin decir nada ya que las palabras se quedan cortas cuando tanto amor no te cabe en el cuerpo.
Lali se levantó, agarró la guitarra que estaba tirada a un lado y se sentó enfrente de Peter.

Cuando apareces, desaparece... Todo lo que me daña... Y me parece que las palabras llegan sin preguntar. Este camino no tiene final, llévame a donde vayas. A dónde vayas, donde te quedes, ahí quiero estar...

El sol se estaba asomando y ellos aún no se habían movido de ahí. Seguían abrazados, ahora mirando el amanecer y la fogata que se había consumido.

—¿No te da miedo lo que pase cuando volvamos a casa?
—¿Miedo?
—La vida no es un camino de rosas Pit, ya sé que pasamos muchas cosas horribles y el universo nos debería regalar mucha felicidad unos cuantos años... Pero sabemos que habrá tiempos difíciles... No quiero pelear con vos, no quiero hacernos daño, no quiero perder esto que tanto costó tener.
—No te puedo prometer que no nos vamos a pelear pero si te puedo asegurar que no pienso tirar la toalla a la primera, que siempre voy a escucharte antes de dar mi opinión y que pase lo que pase, nunca, te voy a faltar el respeto.
—Desearía saber que será de nosotros...
—¿No dijiste en nuestra boda que querías vivir el presente? —Le recordó y le pellizco la mejilla.
—Amo nuestro presente y ojalá este mismo presente sea nuestro futuro.
—Sé que muy poca gente cree a día de hoy en el amor para toda la vida... Pero yo si creo La, si te amo desde hace tanto y jamás pude olvidarte ¿Como voy a dejar que todo se vaya a la mierda cuando somos felices?
—Supongo que es miedo... Miedo a perderte. Miedo a equivocarme en algo, a no hacer las cosas bien... Vos sos tan bueno y yo soy un desastre —Ríe y él le agarra la mano.
—Yo también soy un poco desastre.
—Mentira.
—La, estamos juntos en esta aventura. No pienses en lo que pueda pasar... Cuando llegue el momento, estoy seguro de que sabremos solucionarlo.
—Todavía no me creo que seas real —Acaricia su mejilla y le da un beso —Y que me ames así, de una forma que no se puede explicar.
—Supongo que así es el amor, inexplicable. No quiero que estés triste, no quiero que te hagas la cabeza con lo que podría pasar... Estamos juntos, somos felices... Ya sufrimos mucho mi amor.
—Tenés razón —Empieza a llorar y él la abraza con fuerza. —Te juro que voy a intentar ser siempre lo mejor para vos. Perdón si alguna vez te fallo o te lastimo... Jamás va a ser apropósito. Yo te amo, siento cosas por vos que son tan lindas... Me sigo poniendo nerviosa cuando estás cerca mio, siento esas mariposas en la panza cuando me besas... Quiero estar con vos todo el tiempo y sentirte cerquita de mi.
—Ya estamos juntos todo el tiempo, amor... No llores chiquita.
—Yo sé que vos me apoyas con mi música y las giras... Y yo tengo que hacer lo mismo con tu trabajo en la policía... Pero me aterra que tengas que irte lejos, no saber de vos... Que corras peligro... Ya te dispararon un par de veces ¿Que hago si te pierdo?
—La —Le agarra la cara para que lo mire a los ojos —No me vas a perder, la mayoría del tiempo estoy encerrado en una oficina.
—Perdón...
—No te disculpes, te entiendo... Y vos no tenés que ser perfecta ni intentar ser lo mejor para mi ni para nadie... Te quiero por como sos, no te imagino de otra manera.
Las peleas y los malos momentos son necesarios para aprender y crecer. Lo importante es poder solucionar las cosas, y vos y yo, jamás nos vamos a ir a la cama enfadados. Eso si te lo puedo prometer, y te lo prometo.

Lali se puso en pie, secó sus lágrimas y le tendió su mano para que se levantara. Fueron caminando hacia la orilla de la mano y se metieron al agua. Estaba mucho más fría que a la noche pero eso no les impidió volver a hacer el amor, esta vez bajo el sol.


FIN.

El presente y nada más ||Laliter||حيث تعيش القصص. اكتشف الآن