19. Cambios (Maratón 4 de 4)

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CPOV

En una encrucijada, Anastasia me pone justo en medio de una encrucijada. Como cuando salí de casa, abandoné Harvard y rescindí mi contrato con Elena. Pero en esas ocasiones sabía en qué me quería convertir: independiente, emprendedor, dominante. Después de pensarlo dos veces, supe cuál era la dirección correcta para lograr mi objetivo. Ahora es diferente. La única certeza que tengo en este momento es que nada será igual, nunca más, incluso si decido borrarla de mi vida.

Mi mente está volando a través de mis preocupaciones mientras toco el piano, una melodía más feliz, dijo, así que es una melodía más feliz. El calor de su cabeza en mi hombro, la calma en mi pecho.

"Christian."

"¿Mhm?"

"Gracias, eso fue hermoso".

Dulce niña. "De nada." La beso en la cabeza, no quiero que se mueva ahora.

"Me hiciste olvidar que quería escribir, eres muy talentoso".

Bien, yo también lo olvidé. "¿Tengo talento porque te hice olvidar?"

"Mhm, realmente distrae". Ella sonríe y guiña un ojo. "También deberías tocar piezas de jazz, podrías experimentar y ser creativo".

"Entonces, ¿te gusta el jazz?"

"Por supuesto, Kate me llevará al Jazz Alley para mi cumpleaños. Estoy contando las horas, Anthony Strong va a tocar ese día. ¡Yay!" Ella levanta una mano.

Qué demonios... "¿Yay? ¿Necesito ir allí y competir por tus yays con ese tipo?"

Ella se ríe sentada en mi regazo y arrojando sus brazos alrededor de mi cuello. "Oh Christian, ya tuviste todos mis yays. Puedes compartir uno o dos con ese pianista".

"Quiero ser el pianista que reciba los yays, todos ellos". Fingí ofensa.

Ella se ríe de nuevo y comienza a besar mi cara. "Está bien, eres el pianista de mis yays... y mis yeahs... y mis wows... Oh, sí, los wows". Ella no ha dejado de besarme, mis ojos cerrados, mis mejillas, mi nariz. Estoy flotando.

"¡Mírame!"

Abro los ojos sorprendido y miro sus hermosos ojos azules. ¿Qué fue eso?

Ella se ríe de nuevo. "Funciona." Luego cambia a una voz seductora. "Wow, sí, ¡obtuve el Ángel Asgardiano más hermoso del cielo, los ojos más hermosos!" Entonces ella muerde el lóbulo de mi oreja. "Tengo mucha, mucha suerte. Yay".

Me río, y ahí está, la extraña emoción que no puedo localizar, no puedo identificar, pero llama a algo muy dentro de mí. Lo que esta chica me hace sentir es tan único e intenso. ¿Debo aceptar esto o apartarlo como de costumbre? La encrucijada de nuevo. Todos mis instintos me dicen que no deje que esto crezca. Necesito algo más en lo que pensar. Trabajo si. Primero, la biblioteca.

"Quiero mostrarte algo. Ven". Tomando su mano, la guío a la otra parte del ático, donde está la biblioteca.

"¿Qué es esto? ¿Tienes dos habitaciones para tus cosas BDSM? No estoy lista para eso".

Eso me detiene allí mismo. "¿Lista? ¿Qué se supone que significa eso? ¿Crees que estarás lista en algún momento?" La noche da un giro inesperado, por supuesto, esta es Anastasia. No hay forma de saber a dónde irá su cerebro.

Ella se sonroja y mira hacia abajo. "Bueno, sí... quiero decir... como lo que hicimos en ese lugar, algún juego de roles".

Sosteniendo su rostro y entrelazando mis dedos en su cabello, estudio su expresión. "Anastasia, no espero que estés lista para eso".

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