Paper Hearts ❥ Kookmin Omegaverse {Paper Hearts I}

🐁Capítulo 5🐁

-¡Jungkooooook!- Un Omega corrió entre botes desordenados al mostrador.

Aquel lunes por la tarde, la biblioteca volvía a estar desierta.

El Alfa alzó la cabeza frunciendo el ceño, luego sus ojos chocaron con un Jimin risueño y la confusión se marchó. Todavía no podía entender por qué siempre se confundía si el único que entraba allí era él.

-¿Cómo te fue el examen?

Jungkook elevó las cejas por la pregunta.

-Supongo que bien. Salió lo de los puntitos- sonrió perezoso.

-¡Sí! ¿La señora Byun nos puso el mismo examen? Pero si somos dos clases diferentes...

-Bienvenido al mundo real, cachorro. Todos los profesores hacen eso.

-¡Por eso estaban los de mi clase yendo a tu clase después de que hicieráis el examen, para copiarse las preguntas! Ahora lo entiendo todo.

-Bueno, si hubiera sido al revés yo hubiera hecho lo mismo- el Alfa se encogió de hombros.

El Omega hizo un puchero en desacuerdo.

-No me parece muy bien- murmuró. Tampoco quería entrar en una discusión, no con Jungkook, y de todos modos, estaba seguro de que al Alfa le daría completamente igual su opinión.

Jungkook estiró sus brazos tatuados detrás de su cabeza y alzó las cejas.

-En esta vida hay muchas cosas injustas. No puedes hacer nada para cambiarlas.

-Puedo chivarme al profesor- soltó una risilla- Pero no lo haré. No me importa lo que hagan, mientras no me afecte a mí.

-Esa es una buena forma de ver la vida.

Su corazón se agitó.

Tonto, tonto, tonto.

Había estado todo el fin de semana pensando en él, en volverlo a ver y hablar con él. Había rezado a la Luna porque la biblioteca estuviera vacía, porque pudieran hablar de algo divertido o hacer algo interesante. Su mochila en la espalda pesaba, y aquello, le devolvió a la realidad.

-¿Qué libro quieres hoy? Venga, me has cortado la partida del Lol.

Su ceño se frunció.

-¿Estás jugando al ordenador?

El Alfa asintió despreocupado.

-¡Yo también juego al Lol! Pero en casa, claro, aquí vengo a leer y... -sacudió su mente- ¡Me voy por las ramas! Lo que quería decirte es que he traído algo para ti.

La cabeza de Jungkook se inclinó.

-¿Para mí?

Jimin asintió efusivo y se sacó la mochila de la espalda. Pesaba tanto que cayó al suelo y el peso tiró de él. El Alfa vió su cabeza desaparecer de golpe.

-¿Te has vuelto a caer? -bufó incrédulo levantándose del mostrador.

-¡Espera! ¡Es una sorpresa! No mires.

Pero Jungkook no pudo evitar verlo en el suelo, hecho una bolita rebuscando entre todos los libros que llevaba, la funda de las gafas, el estuche, unos pañuelos, unas pastillitas de... ¿Supresores?

Jungkook se sentó de nuevo. A veces, olvidaba que ese pequeño chico era un Omega. Y no, no por su estatura, aroma o actitud, sino porque toda la ropa ancha que llevaba encima y las gafas en su rostro ocultaban su probablemente curva figura y facciones suaves. Todos los Omegas eran así, y la mayoría de ellos se encargaban en resaltarlo. Jimin no pertenecía a ella.