🐁Capítulo 15🐁

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Jimin despertó con los sonidos estruendosos de unos golpes en la puerta. Revoloteó sus párpados, ajustó sus desenfocados ojos a la luz, porque eran a todo lo que alcanzaban, y recordó todo lo sucedido el día anterior.

Tampoco fue muy difícil hacerlo cuando todo lo que podía aspirar tenía aroma a Jungkook. Su ropa, la almohada, las sábanas y... ¿Jungkook?

El Omega parpadeó confuso y alcanzó sus gafas con las manos todavía dormidas. No las necesitó para darse cuenta de que el otro lado de la cama estaba vacío, pero le dió la suficiente claridad como para situarse. Sus oídos agudizándose fue lo que le hizo caer en la cuenta del ruido de la ducha.

Suspiró más aliviado.

Al menos, el Alfa no se había marchado o algo así, simplemente estaba dándose una ducha. Claro que tampoco tenía mucho sentido que se marchara si era su casa. Jimin sentía que también necesitaba una de esas, y lavarse los dientes. Demonios, el aliento le olía a sopa de fideos picante. 

¿Cómo había podido besar a Jungkook así?

En realidad, el Alfa había sabido igual que él, pero eso no era lo importante. Lo que importaba era que se habían pasado media hora de reloj besándose antes de dormir y que Jimin había terminado a horcajadas suyo.

Ni si quiera sabía de dónde habían salido esas agallas.

Había sido demasiado para su atolondrada cabeza, pero su corazón le había echado la bronca, incluso en sueños, por haber llegado tan solo hasta ahí.

Porque por supuesto había soñado con él, un sueño caliente donde continuaban por dónde lo habían dejado en la realidad. El Omega tocó sus ruborizadas mejillas y sonrió embobado.

Se sentía feliz y bonito, deseado. Probablemente se veía ridículo con esa ropa gigante y pelo hecho un nido de pájaros, pero en ese momento nada ni nadie podía hacerle sentir lo contrario.

Jungkook le había dicho que no se cansaría de él.

 Volvió a la realidad cuando escuchó de nuevo los golpes acompañados del timbre.

¿Debería abrir la puerta?

No sabía qué hacer. Pero Jungkook se estaba duchando y probablemente no podía ir él.

¿Y si era importante?

Se levantó cauteloso de la cama y se desperezó. Después anduvo hasta el pasillo y colocó su oreja en la puerta del baño. El agua seguía corriendo.

-¿J-Jungkook? -preguntó en voz alta.

El grifo se cerró.

-¿Sí?

-Es que están llamando a la puerta.

-Joder- Jimin le oyó maldecir.

En esos momentos, el Alfa no podía atender ni la puerta ni al Omega. 

No con su erección mañanera siendo bombeada por su mano bajo las gotas de agua.

Sí, se estaba tocando. Nada nuevo en él, pero nunca tan necesitado como lo había sentido esa mañana después de despertar con el aroma a bayas ácidas y malvaviscos metido en el maldito cerebro, con Jimin gimoteando en sueños y aferrándose a él como si fuera un cachorro necesitado. Jungkook había saltado de la cama con la polla dura hasta el punto de formar una tienda de campaña en su ropa interior, y había huído a la ducha, antes de hacer nada lo suficientemente turbio con su cuerpo durmiente.

Gruñó golpeando levemente su frente contra las baldosas de la ducha. Su mano no podía estarse quieta, menos si sabía que el Omega estaba al otro lado de la puerta. Era un maldito pervertido, y llevaba un mes sin follar, no era como si tuviera la culpa.

Paper Hearts ❥ Kookmin Omegaverse {Paper Hearts I}Where stories live. Discover now