Paper Hearts ❥ Kookmin Omegaverse {Paper Hearts I}

🐱Capítulo 6🐱

El viernes por la tarde de aquella semana salieron las notas del examen.

Jimin saltaba impotente entre el cúmulo de personas. Odiaba estar en aquellas situaciones, entre un montón de gente mucho más alta que él que le quitaba el aire para respirar y el espacio vital. No es que fuera claustrofóbico, pero tenía algo de ansiedad social por pasarse la vida acostumbrado a su única presencia y la de los libros, y lo peor venía cuando tenía que estar en esas circunstancias por obligación, obligación propia, porque más allá de su agobio quería ver su nota en el tablón.

Su metro sesenta no se lo estaba poniendo nada fácil entre tanto Alfa y Beta digno de jugador de baloncesto. Tampoco que, en aquellos momentos, su voz se bloqueara por miedo a una respuesta negativa, un grito o algo peor. Estaba resignado a esperar hasta que toda la gente se marchara cuando sintió unos brazos sujetar sus muslos y ser elevado en el aire. Ahogó un chillido nada masculino. Antes de girarse aturdido, un leve aroma a avellanas inundó su nariz.

-¿J-Jungkook?

-Me estaba dando ansiedad sólo de verte. Vamos, mira tu nota de una jodida vez.

Y aunque actuara rudo, lo estaba ayudando. Jimin se giró rápidamente y alzó sus gafas a la altura de sus ojos para ver su nota.

Sus ojos se abrieron felices.

-¡Un nueve! ¡Lunas, no me lo creo!

Jungkook estaba por bajarlo cuando Jimin le frenó.

Sus ojos buscaron rápidos la nota del Alfa. Se abrieron en demasía.

-¡Jungkook, tienes un ocho!- Se revolvió hasta caer de nuevo al suelo por su cuenta. Girándose agitado elevó sus gafas de nuevo -¡Tienes un notable!

Congelándolos a los dos en el proceso, el Omega se colgó de su cuello en un abrazo desastroso.

Jungkook se tensó.

-P-perdón -Jimin se alejó rápidamente- ¿T-te ha molestado que y...-?

-Vamonos de aquí, la gente me está dando dolor de cabeza -esa fue la contestación de los labios del Alfa.

Una vez en la calle, Jimin suspiró y estiró los mechones de su pelo emocionado.

-Estudié para sacar buena nota pero no pensé que tanta- se mordió los labios- Estoy super contento. También estoy super contento por ti. Lunas, un ocho es una nota genial - El Omega lo miró agitado.

-Supongo que en parte ha sido gracias a ti- farfulló entre dientes, reticente a aceptarlo.

Un sentimiento cálido inundó el pecho del Omega. El Alfa sacó un cigarro, esta vez sólo de nicotina, y lo encendió en sus labios.

-Pero la mayor parte la has puesto tú. Estoy muy orgulloso de ti.

-Deja de hablar así, por la Luna, pareces el director Kim.

El Omega alzó sus cejas.

-¿Te felicitó?

-Sí- expulsó el humo de sus labios. Jimin observó su mandíbula y cuello en el proceso- También me levantó el castigo.

En ese momento, el Omega enmudeció.

-Oh.

-Dice que ha puesto confianza en mí. Si sigo del mismo modo se ha comprometido a dejarme graduarme.

-Eso es genial- susurró Jimin. La verdad es que lo era. Sin embargo, no podía quitar esa sensación agridulce en su pecho- Pero... ¿Pero eso significa que ya no estarás en la biblioteca?

El Alfa asintió con un cabeceo y expulsó el humo de sus labios.

-Por fin.

Algo se rompió levemente dentro del Omega.

¿Por qué se sentía como una despedida?

Jimin quería verlo allí todos los días, y reírse con él, discutir de cosas tontas y pedirle muchos libros hasta irritarlo. Esas dos semanas habían sido geniales.

Si ya no estaba en la biblioteca, ¿eso significaba que no se verían más?

-Y... ¿T-te pasarás por allí para leer o algo...? -tenía que intentarlo.

Jungkook le miró de una forma que no lo había mirado nunca. Así que Jimin no supo descifrar lo que había tras esos írises negros.

-No es mi rollo- Jungkook exhaló lentamente- No soy un ratón de biblioteca como tú.

Los ojos del rubio se desviaron rápidamente a sus pies enfundados en botas de colores. Frunció su ceño sin saber muy bien cómo tomarse esas palabras.

¿Era un insulto?

¿Por qué se sentía tan sensible de repente?

Una mano revolvió su cabello y el Omega se forzó a alzar la cabeza. Había cariño en su toque, por eso el Alfa la apartó rápidamente sin saber exactamente qué demonios había ocurrido.

-Pero ha sido divertido- Jungkook sonrió levemente- Has hecho que mi castigo sea menos coñazo. Así que gracias por eso- En realidad, Jungkook se lo había pasado más que bien. Había esperado por que cada tarde una cabeza rubia y revoltosa irrumpiera en el aburrimiento de biblioteca.

Jimin le devolvió una sonrisa temblorosa.

-Claro. No tienes por qué darlas.

La salida del instituto comenzó a llenarse de alumnos abandonando el recinto. Eran las cinco, y en otras circunstancias, Jimin habría ido rápidamente a la biblioteca a pasar la tarde. Ahora sabía que no sería lo mismo, y se sentía ridículo porque estaba seguro que era el único en hacerlo.

Ya no sabía qué hacer ni qué decir y no le venían temas absurdos de conservación a su cabeza. La situación no podía ser más catastrófica, y justo cuando no podía ser peor, se escucharon unos cláxones de motos en la carretera frente al recinto. Alfa y Omega alzaron la cabeza, pero mientras que el primero sonrió levemente, el segundo frunció el ceño de confusión.

-Bueno- Jungkook exhaló humo lanzando la colilla al suelo- Me retiro, cachorro. Tengo planes.

Y Jimin no pudo evitar mirar a aquellos Alfas motoristas y las Omegas y Betas en sus espaldas, riendo y llamando a Jungkook con silbidos. En ese momento, Jimin supo que nunca pertenecería al mundo del alto, jamás. Ni por todos los exámenes que le ayudara a aprobar o todas las bromas absurdas entre ellos. Quizás solamente habían sido más que eso para Jimin.

-Adiós.

Lo musitó tan bajo que ni si quiera él mismo pudo oírlo.