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Ella la estaba esperando con una flor amarilla,
Ella la estaba soñando con la luz en su pupila—

    Un mes había pasado desde la única flor que Yeji recibió, había sido muy difícil para ella todo el silencio que vino después.

    Estaba camino a su cita con Jisoo— algo parecido—, no le había prestado atención a Chaeryeong cuando le habló de ella, no estaba interesada. Una flor amarilla iba con ella, aplastada en su bolsillo.

  Ciertamente se sentía utilizada, Ryujin no había vuelto y no parecía que lo haría pronto. ¿Por qué demonios le pedía que la esperara?

  Era una egoísta y ella una tonta por querer hacerle caso. No podía avanzar, no quería avanzar. Tampoco es que tuviese demasiadas opciones si la chica de la que empezaba a olvidarse, volvía de repente con un gesto romántico.

  Odiaba sentirse completamente dependiente de una persona que se encontraba en el polo opuesto del globo terráqueo pero así era la realidad. No podía quitarse a la castaña de la cabeza aunque lo intentara tanto como fuese posible.

   Había vagado tanto en sus pensamientos que sin darse cuenta, ya se encontraba en la puerta de la cafetería. Sacó su celular y chequeó la dirección. Era la correcta.

   Se adentró al lugar con confianza, Yeji era de porte intimidante e irradiaba seguridad con cada paso al que iba. Escaneó el lugar con la vista hasta que vio a una pequeña chica sentada en una esquina, contra la ventana.

—Hola, soy Hwang Yeji—Se presentó una vez que había llegado a la mesa— ¿Tu eres Jisoo, la amiga de Chaeryeong?

—Soy Choi Jisu, en realidad—La corrigió con una sonrisa—Pero puedes decirme Lia, encantada.

   La sonrisa seguía en su rostro y Yeji no era ciega, vaya que era guapa. Se sintió tímida de un momento a otro, había dicho mal su nombre. Vio como la pelinegra le tendía su mano para que la estrechara y dudosa, lo hizo.

   No tardó mucho hasta que una chica apareció a tomar sus órdenes y una vez que eligieron, se marchó prometiendo que estaría lo más pronto posible.

—¿Cómo me reconociste? —Preguntó Lia cortando el silencio en la mesa.

—Chae me dijo que buscara a la chica más guapa del lugar y eso hice—Se encogió de hombros, restandole importancia.

   Yeji comenzaba a pensar que quizás Lia podría ayudarla a olvidarse de Ryujin. Con el poco tiempo que había pasado con ella, podía darse cuenta de que era una chica encantadora.

  La sorpresa pintó el rostro de la pelinegra por unos segundos.

—Vaya, Chaeryeong tenía razón, eres mucho más linda en persona—Le guiñó un ojo.

  La mayor no se esperaba esa clase de respuesta, esperaba un poco de rubor en el rostro de la contraria. Resulta que la ruborizada terminó siendo ella.

—Así que Yeji... Cuéntame más de ti—Pidió Lia, apoyando sus codos en la mesa y reposando su rostro entre sus manos. Eso indicaba que realmente estaba interesada en conocerla.

    Y así ambas se desenvolvieron en una conversación muy fluida, sólo se interrumpió a la llegada de sus pedidos pero rápidamente volvió a tomar su curso.

   Yeji se olvidó de Ryujin y la flor en su bolsillo. Su corazón dejó de pesar y una sonrisa se instauró en sus labios.

   Al menos así fue hasta regresar a casa y encontrar un paquete en su puerta. Uno igual al de la vez pasada.

    Estaba molesta pero su curiosidad era aún más fuerte que su orgullo. De todos modos, nadie estaba ahí para verla.

    Esta vez habían dos flores en la caja pero una sola nota, un poco más larga que la anterior.

"¿Qué tal mi amor? ¿Cómo estás? Ha pasado un mes, lo sé. Lo lamento, es muy difícil el tema de la correspondencia.

Espero que aún no me hayas olvidado, estaré allí más pronto de lo que crees. He oído por ahí que saliste con alguien nuevo pero sé que jamás podrá superar lo que nosotras alguna vez tuvimos.

   Recuerda que te amo sobre toda circunstancia y jamás dejaré de hacerlo. Sigue esperando y no te olvides de mí, por favor.

-Shin Ryujin"

   Quizás no podría olvidarse de su ex novia tan rápido como creía.

 

  

   

'Flores Amarillas' -RyejiWhere stories live. Discover now