·15· |Capítulo Final

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No te olvides, que la vida
Casi nunca está dormida—

  El tiempo puede ser algo bueno y también puede ser algo malo.

  Nos da la sensación de que pasa demasiado rápido si la estamos pasando bien, nos da la sensación de que está pasando mortalmente lento si la estamos pasando mal.

  Sólo quiero contarles una verdad sobre este y es que, el tiempo cura lo que el amor destroza.

—¿Qué sucedió con Lia?—Preguntó su mejor amiga Chaeryeong a Yeji cuando tomaron un descanso luego de practicar una coreografía por horas.

  Yeji seguía en Corea pero su sueño americano no había muerto ni había quedado en la nada misma, lo había ido a buscar.

—No lo sé, no la he visto desde hace un par de días—Contestó despreocupadamente mientras secaba su sudor.

Mhm...—Tarareó la más joven.

—¿Qué? —Cuestionó un tanto a la defensiva.

—Nada, nada—Se apresuró a decir Chae—Sólo pensaba.

—Como sea, iré a buscar otra botella de agua—Respondió Yeji con un revoleo de ojos.

  Dejó su toalla en una de las bancas junto a sus pertenencias y salió de la sala de ensayos. Fue inevitable para ella que las comisuras de sus labios se elevaran en una sonrisa cuando vio quince flores amarillas al lado del marco. Sin caja y sin carta como había sido durante los últimos tres meses.

  Lo tomó entre sus manos y lo enganchó en la cinturilla de sus pantalones para dirigirse a la máquina expendedora fuera del pasillo, compró un pequeño snack que devoró en el camino de regreso y también agarró la botella que había ido a buscar en primer lugar.

—¿Lista? —Preguntó Chae al verla entrar.

—Sí—Confirmó dando un último sorbo y posicionándose en su lugar—Necesito despejarme.

  La menor sólo hizo caso omiso al comentario y puso play, para que la canción retumbara sobre todo el lugar y ellas comenzaran a bailar otra vez.

[...]

  A veces puede ser un trabajo tedioso ensayar la misma coreografía tantas veces pero así se lograba la perfeccioón y además, era una excelente forma de mantener tu mente ocupada de pensar cosas que no quieres pensar.

  Todas las chicas habían abandonado el estudio menos Yeji, quien cuando el reloj tocó las 22:30, decidió que era momento de ir a casa. No quería que sea aún más peligroso. El riesgo que corría ahora era tremendo y no quería imaginarse que sucedería cuando fuese todavía más tarde.

  Algo agotada, guardó todo en su pequeña mochila, que colgó en su espalda luego de colocarse su abrigada chaqueta. Salió del estudio, apagando todas las luces y con sus manos en su bolsillo. Saludó al guardia en la puerta de entrada con un leve asentimiento de cabeza y cuando puso sus pies fuera del edificio el aire fresco golpeó su rostro bruscamente.

  Se relajó por un momento, su acaloradas mejillas parecieron estar agradecidas de la fría brisa que corría. Cerró sus ojos mientras inahalaba profundamente, tomando el valor suficiente pero cuando los volvió a abrir, la vio.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó acercándose y tomando la cara de la chica entre sus manos.

—Jamás podría olvidarme de acompañar a mi novia de regreso a casa—Contestó con actitud arrogante.

  Su corazón dio un brinco ante las palabras tan tiernas de su novia.

—Y luego dices que yo soy la románticona—Se burló sacándole la lengua.

—Ya mejor tomame la mano y vámonos de aquí Hwang, se está haciendo tarde—Contestó.

  Yeji, muy gustosa tomó la mano que se le extendía y sus dedos se abrieron paso entre los de la cálida mano.

  Iban caminando lento pero muy cautelosas y atentas a su alrededor, el silencio también las invadía pero no era problema alguno.

—¿Te he dicho lo mucho que te quiero? —Preguntó la menor.

—No lo recuerdo muy bien—Dijo Yeji fingiendo pensar.

—Bien, entonces te quiero mucho.

—Yo también—Contestó dulcemente la mayor.

  Esa fue toda la conversación que las acompañó de camino a casa de la más alta, se despidieron con un beso lento que demostraba todos sus sentimientos, como si fuese otra despedida.

  Yeji vio como la silueta se perdía entre las sombras y un suspiro de enamorada escapó de sus labios.

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'Flores Amarillas' -RyejiOnde histórias criam vida. Descubra agora