'Flores Amarillas' -Ryeji

·07·

—En ese bar tan desierto,
Nos esperaba el encuentro.
Ella llegó el limusina,
Amarilla por supuesto—

  Los días pasaban y Yeji había iniciado su periodo de entrenamiento junto con sus amigas, Lia y Chaeryeong.

  Se habían mudado al edificio de JYP entertainment juntas y compartían un dormitorio. La casa que anteriormente era de la castaña, ahora era cuidada por su hermano mayor.

  A pesar de su corta edad, Yeji vivía sola por ser extremadamente responsable, sus padres confiaban en ella. Bueno, ya no más. Ahora su pequeña casa había sido abandonada. 

  Su familia había aceptado bastante bien el hecho de que quería dedicarse a ser artista, tenían miedo de que quizás no logre cumplir su sueño pero la apoyarían en cualquier decisión que tomara.

  Aún era joven y si en algún momento cambiaba de opinión y elegía otra carrera, también lo aceptarían.

  Se la pasaba ensayando, más de la mitad de su día se la pasaba dentro de la sala de ensayo perfeccionando sus habilidades. Era una chica talentosa sin duda, destacaba en canto, baile y rap. Lia era la mejor vocalista en su clase y Chaeryeong era la mejor bailarina según su opinión.

  Estaba segura de que dentro de unos años más, podrían debutar todas juntas.

  Era un trabajo arduo y agotador, las evaluaciones semanales eran pesadas y muy estrictas, debían dar lo mejor de sí. Pero al final del día todo se encontraba bien porque seguían juntas, contaban sus problemas y se sacaban las lágrimas entre sí cuando una colapsaba.

  Quizás podría ser uno de los períodos más horribles de su vida pero también de los mejores, era una experiencia única e inigualable. No podían esperar a que sus sueños se hicieran realidad porque sí, estaban seguras de que lo lograrían.

—Toma Ji—Dijo Lia tendiendole una botella de agua. 

  Yeji sonrió ante el gesto, la pelinegra siempre era muy detallista y se preocupaba por su bienestar. Siempre checaba que comiera y tomara el agua suficiente porque una vez había sufrido un desmayo producto de mala alimentación e hidratación.

—Gracias Lia—Dijo tomando la botella y cepillando suavemente su mano al hacerlo.

  La acción provocó una corriente eléctrica en ambas, un escalofrío recorrió sus cuerpos y se miraron a los ojos. No sentía esa sensación desde... Ryujin.

—Ejem, sí. Gracias Lia—Repitió aclarándose la garganta y rompiendo el contacto visual.

—¿Seguimos ensayando?—Preguntó Jisu intentando salir del incómodo momento, le regaló una linda sonrisa mientras pronunciaba aquellas palabras.

  Yeji sintió su estómago revolotear al ver la dentadura perfecta y blanca de Lia, sin duda era muy bonita. Sin duda, estaba comenzando a gustarle más de lo planeado.

—Claro—Dijo poniéndose de pie—, sigamos—Hizo una mueca graciosa que hizo reír a la menor y otra vez, volvieron a lo que se había convertido en su rutina diaria, ensayar.

  Ustedes se preguntarán, ¿qué pasó con Ryujin?

  Ella seguía enviando el mismo paquete, hoy era el segundo mes en el que Yeji no lo recibía. Su hermano lo hizo en su lugar y lo dejó sobre el que nunca había abierto.

  Poco a poco, la mayor seguía adelante, aún recordaba a su antiguo amor pero uno nuevo estaba tocando su puerta. Habían pasado siete meses desde que recibió la primer caja con flores, habían pasado dos años y siete meses desde que Ryujin se fue y pasaron dos meses desde que Yeji olvidó sus flores amarillas.

  El encuentro parecía más lejano e irreal cada día, la fe empezaba a perderse y las promesas se hacían borrosas. Su amor parecía más un recuerdo que un hecho, parecía que su historia comenzaba a llegar a su fin.

  Las cartas ya no podían hacerle recordar a la castaña lo mucho que amaba y aún extrañaba a Ryujin porque ya no estaban, se habían quedado en casa. Se habían quedado en el pasado que no quería recordar.

  Las memorias que había construido junto a su ex-novia se habían ido, estaban guardadas en el fondo de su corazón y no estaba segura de si esta vez habría llama que pudiese revivir el fuego.

  El incendio de su apasionante romance estaba perdiendo la flama y comenzaba a apagarse para extinguirse.

¿Podrían salvar su antiguo amor?