Introducción

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[Kongpob; 5 años]

Un pequeño niño de cabello color azabache con cordones desatados corría por toda su casa

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Un pequeño niño de cabello color azabache con cordones desatados corría por toda su casa. En el camino había tirado su mochila y solo tenía una libreta con un lápiz mientras seguía en su rápida carrera, con sus brazos estirados simulando ser un avión y, de paso, dejando un sendero de lodo.

— ¡Mae, Mae! — gritaba tratando de encontrar en una de las habitaciones del segundo piso a su mamá mientras aún seguía simulando ruiditos de avión.

Escuchó ruidos en la cocina, por lo cual murmuró un "Objetivo localizado capitán KP", y partió en rumbo de la búsqueda de su madre bajando corriendo —o más bien volando— por las escaleras.

Al llegar a la cocina visualizo a su madre, que cerraba la puerta del patio trasero, girando hacia él y poniendo una mano en su pecho para que se detuviese y no la estrellase.

Primero miró al pequeño travieso con el cabello oscuro despeinado cubriéndole parte del ojos y con una sonrisita juguetona en el rostro, después su mano con la libreta y el lápiz, luego el pequeño parche en su mejilla izquierda por el accidente de hace unos días —cayó de la escalera porque según él podía "volar"— y finalmente y más importante: el rastro de lodo que había dejado por entrar con sus zapatos.

— ¡kongpob suthiluck que te he dicho de entrar a la casa con zapatos! — exclamó alarmada moviendo sus brazos de una manera extraña provocando la risa en el menor —. ¡Acababa de limpiar!

Kongpob se sacó sus zapatos con sus mismos pies manteniendo su sonrisa que reluce sus dientes delanteros —. Pues saca tu varita y limpia de nuevo mamá.

La señora suthiluck se tomó el puente de su nariz cerrando los ojos —. ¿De dónde sacaste que yo limpio con una varita?

— P'Ae me dijo que eras una bruja, cuando le quitaste sus videojuegos — Kongpob sonrió con inocencia a la vez que su mamá pasaba su mano exhausta por su cara —. ¿Los hiciste desaparecer con tu magia?

Luego de un "después hablaré con tu hermano" Kongpob se sentó en una silla y recordó para que la estaba buscando.

— Mae, en la escuela me preguntaron "¿Qué quiero ser cuando grande?", ¿A qué se refería la señorita Im con eso?

Su madre suspiró mientras cortaba vegetales y comenzó a explicar moviendo el cuchillo de un lado a otro, sospechosamente como una varita para suthiluck —. Pues cuando seas mayor Kong tú tendrás que elegir quién quieres ser. Algunas personas quieren ser doctores, bailarines, actores, o se basan en lo más básico como omega, alfa, beta, o también en padre, madre, esposo o más cosas.

—¿Puedo ser Ironman?— preguntó el pequeño levantando alto su cabeza y con un brillo en sus ojos causando una risa inocente de su madre.

— Por supuesto cariño. Puedes ser lo que tú quieras... mientras no te vuelvas a tirar por las escaleras — añadió con una mueca.

El pequeño lleno de euforia bajó de su asiento poniéndose sus zapatos rápidamente y volvió a salir corriendo gritando un "¡Gracias!". Claro, le iría a contar a su hermano mayor que ya había decidido que iba a ser cuando grande puesto que estuvo pensándolo todo el día sin entenderlo. Se sentía orgulloso de tener una idea tan original como la suya.

Ae estaba jugando en la casa de la vecina con su nuevo mejor amigo. Sin dudarlo corrió hacia allá dejando abierta la puerta su casa. Avanzó por la acera y estaba tan cerca de llegar a la puerta, tan cerca, que no esperó caer a pasos de esta por sus cordones desabrochados.

En segundos sus ojos se pusieron llorosos, apretó sus puños y se mantenía fuerte para no llorar mientras sus rodillas sangraban un poco. Otra vez. El puchero en su rostro asomaba y justo cuando creía que iba a morir ahí frente a la casa de su anciana vecina: la puerta se abrió por un preocupado niñito de nueve años que había escuchado un ruido afuera y había pensado que "el viejo del saco" lo venía a buscar por haberse portado mal con su abuela. Más solo encontró a un chico unos años menor sorbiendo sus mocos y limpiando sus lágrimas con su manga.

— ¡Oh! ¿Estás bien? Déjame ayudarte. No... no llores — dijo con tristeza el castaño tomándolo de su manito para pararlo.

Kongpob jura haber sentido chispas en el momento que el bello niño castaño de tez lechosa había tomado su mano delicadamente. Sus ojos habían chocado con los del otro de un hermoso color verde y su corazón había comenzado a palpitar fuertemente. Entonces comenzó a plantearse si la bruja de su madre no lo había hechizado.

—Tranquilo, traeré algo para ayudarte porque mi abuelita dice que debo ser un buen niño si quiero conseguir un buen alfa, espérame— dijo con una pequeña sonrisa tratando de dar media vuelta pero Kongpob no lo dejó. Este apretó su agarre y lo miró como si fuera la última película de Ironman.

—No, no se vaya. Se... se me pasará si se queda conmigo ¿Un ratito?

Así fue como ambos terminaron sentados en la entrada de la casa. Olvidando a Ae quien jugaba videojuegos en el living de esta. No obstante este también había olvidado a su jugador dos.

—¿Por qué debe ser un buen niño para conseguir un buen alfa?— pregunta el pequeño retomando la conversación curioso.

—Ah... en mi casa Mae y abuelita molestan con que seré un omega. Están ciegos ¿No lo crees?— pregunta obvio Arthit a lo que Kongpob asiente fuertemente frunciendo sus labios. Aún sabiendo que está mal mentir. Aquel niño se veía tan bonito como una hermosa flor—. De todos modos si soy uno, quiero un buen alfa que me ame y me de muchos cariñitos— suelta una risita que contagia a un bobito Kongpob—. Aunque no lo entenderías. Eres muy pequeño.

Kongpob vuelve a asentir poniendo su mano en su barbilla como pensando las palabras que le dice su lindo acompañante y recordando las palabras de su mamá: algunas personas también elegían ser alfas, omegas o betas.

Entonces, recién entonces, le pareció muy poco la idea de ser Ironman ya que una nueva asomaba su cabeza.

— ¿Cómo se llama?

— Me llamo Arthit Rojnapat ¿Quie...

—  ¡Gracias! — gritó interrumpiendo al mayor corriendo a su casa con el corazón golpeándole el pecho.

Arthit sonrío mirando extrañado al niñito de cabello azabache. Era curioso, tierno y pequeño puesto que era más bajo que él sin embargo seguía siendo lindo con aquella sonrisita que luce sus dos dientes delanteros.

Al llegar el menor a su casa gritó un "¡Mae ya no quiero ser Ironman!", recibiendo un "¡Está bien cariño pero quítate los zapatos!".

Ignorando a su progenitora, se sentó en su sofá y abriendo la libreta escribió con mala ortografía y caligrafía dignas de un niño de su edad:

"Quiero ser el alfa de Arthit Rojnapat".

Aquella es una promesa que jura no romper por el resto de su vida.

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Hola qué tal, les doy la bienvenida a "My Little Alpha", Mi segunda adaptación al Peraya. Esta historia es muy linda y dulce. 

Esta historia se la dedico a mi querida Phi  @cindy710.

La historia original es KookV y es de @-mochx- .

My little Alpha [KongpobxArthit]Where stories live. Discover now