XXVII | Celosito

4.3K 429 48
                                    

Luego de una semana y media Arthit se atreve a volver a enfrentarse a su recién presentado alfa

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

Luego de una semana y media Arthit se atreve a volver a enfrentarse a su recién presentado alfa. Y es que aún es raro decirle así, pero su lobo está como todo un fanboy debido a este suceso.

Pero él se siente avergonzado y algo culpable. Kongpob lo miraba con tanta súplica en sus ojos para que lo ayudara con su celo, que evidentemente llevaba un gran retraso debido a que a esas alturas ya todos lo consideraban beta. Y él prácticamente lo había rechazado al empujarlo y gritarle a su madre por ayuda.

Así que se encuentra frente a la escuela del menor esperando a que den la salida para irse juntos y poder disculparse apropiadamente. Cuando tocan el timbre, siente sus rodillas temblar a la espera de su alfa.

— Kongpob~ah, ¿Ese no es tu noviecito? — escucha una voz de un chico a su izquierda y gira levemente para encontrarse a su novio junto a otros dos chicos, un alfa y un omega. Su instinto lo hace estar alerta pero se relaja al ver que el omega viene con el otro.

— Phi Arthit — saluda Kongpob acercándose al contrario. Sorprendiendo lo al darle un corto beso en los labios. En público. Allí frente a toda la escuela. «¡Ese pillo!».

Sin embargo no es eso lo que lo hace molestarse. No, no, un aroma dulce casi como algodón de azúcar está impregnado en Kongpob. En su alfa. Y eso ni a él ni a su lobo le gusta. Olfatea en el ambiente de manera casual para comprobar el aroma del otro omega, pero este huele a manzana así que lo descarta.

— ¿Estuviste con alguien, Kong?— pregunta cruzándose de brazos, serio. Porque ese aroma dulce sólo significa algo: omega.

Kongpob se sentía todo un semental besando a su omega frente a otras personas y combinando su aroma con el de este. Disfrutando el poder sentir su aroma a rosas con tanta claridad y de que su lobo le dijese que escogió bien, a su omega perfecto. Hasta que Arthit rompió la burbuja.

—¿Qué?

— Apestas a otro omega, Kongpob— confiesa Arthit con aroma dulce volviéndose amargo sin poder controlarlo — Y-yo no quería rechazarte, entré en pánico...

— ¿De qué hablas, Phi? — pregunta confundido, su olor a tierra mojada también cambiando levemente pero no en demasía al ser su aroma muy potente.

— Hablaremos en tu casa — responde controlándose para no hacer un berrinche ahí mismo.

— Hablaremos en tu casa — responde controlándose para no hacer un berrinche ahí mismo

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

— Aw, mi bebé con mi bebé adoptivo. Se ven tan adorables como alfa y omega — chilla May cuando los ve pasar a la casa   — Soy una fábrica de lindos alfas.

— ¡Mae! — se queja Kongpob con sus mejillas rojas, aunque a este punto debería estar acostumbrado.

— Hola... — se detiene al ver la mirada expectante de May — suegra.

— Así me gusta, cariño.

Ambos van a la habitación de Kongpob antes de que Arthit se vuelva a separar de él mirándolo feo aunque por dentro se está muriendo. ¿Lo rechazó y por eso se fue con otro omega? Se siente molesto y frustrado. No sabe si matar a Kongpob, a él mismo o a la tercera persona sin nombre.

— ¿Phi?

— Ya quítate ese saco — ordena Arthit con un puchero. El uniforme del alfa es el que trae el aroma desconocido.

Kongpob hace caso sin comprender, pero cuando lo hace lo siente. El saco tiene impregnado el olor de Wayo. Una risa escapa sin querer de su boca.

— ¿Qué es tan gracioso? Si vas a cambiarme podrías decírmelo.

— El aroma que hueles es el de Wayo — Arthit lo mira con el ceño fruncido, sabía que el niño bonito miraba raro a Kongpob — Nos peleamos y la profesora nos hizo abrazarnos como niños de Elementary porque dijo que así nos comportamos...

Arthit enmudece ante las palabras del otro. ¿Entonces montó un show para nada? ¡Esto es peor que haberlo rechazado! O bueno, no. Pero se asemeja.

— ¿Entonces no estás molesto porque no te ayudé y me marché?

— Claro que no. Estoy feliz porque al final si puedo ser tu alfa, Phi — sonríe Kongpob, poco importándole lo pasado y abrazándose al contrario — Eres mi omega y yo soy tu alfa, y así será por siempre Phi. No estés celosito~.

— ¡No estoy celoso! — miente descaradamente, rodeando el cuello contrario con sus brazos pues finalmente Kongpob lo está alcanzando su porte.

Sin embargo luego de unos minutos ya necesita separarse para poder orinar, y descansar un rato de la posición. Quizás acostados dándose mimos.

— Kong apártate, no respiro — se queja el de piel canela siendo aún más apretado por los firmes brazos del alfa con algo de musculo. Y para que decir, lo adoraba pero le provoca hacer berrinches, no es justo que sea tan joven y tan guapo.

— No quiero. Quiero abrazar a mi Phi celosito un ratito más — dice el supuesto "dominante alfa" con un puchero mientras se restriega contra el otro de forma cariñosa. De todas formas, Arthit rueda los ojos adivinando que lo que quiere es dejar su olor impregnado en él.

Si, Kongpob ya no es tan posesivo como antes y siempre trata de calmarse. Pero es su primera vez con sus características de alfas y planea disfrutarlas. Luego ya controlaría a su lobo.

— Eres tan predecible, bebé — suspira tomándolo de los hombros para separarlo sin lograr nada— Quiero ir al baño Kong, y si no apartas te orinaré encima.

— Ew Phi, no sabía que marcabas tu territorio de forma tan primitiva.

— ¡Kongpob  Suthiluck! — exclama "molesto", pero bien está ocultando una carcajada mientras el otro se separa riendo, viendo a Thit con sus mejillas sonrojadas. Su omega es tan bonito — Aish, no sirve discutir contigo — dice arrugando su nariz.

Luego de ir al baño vuelve a la habitación donde su novio ya encendió la x-box. Se sienta a su lado mirando lo bonito que se ve concentrado. La calidez de estar a su lado lo inunda.

— Entonces, ¿Está todo bien con el tema del celo? — pregunta recibiendo la afirmación contraria— ¿Entonces esperaremos?

— Esperaremos, Phi — asiente Kongpob acercándose a él. Deleitándose en su aroma al igual que el contrario, con sus lobos reconociéndose entre sí — Y cuando estés listo, una linda marca adornará tu cuello.

— ¡Kongpob!

My little Alpha [KongpobxArthit]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora