XX | No serás alfa

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May creía haberlos criado bien

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May creía haberlos criado bien. Con la ayuda de Aim le habían dado a Ae todo el amor que pudiese necesitar de su padre, sin abandonar al consentido de Kongpob. ¿Querían una habitación solos? Se las daba. ¿Querían que condujera hasta el otro lado de la ciudad? Lo hacía. ¿Querían adoptar a una perrita atropellada y abandonada? La adoptan. Y quizás ese fue su error, darles todo. Porque ahora el no poder obtener lo que quieren los estaba destruyendo como hermanos.

— Aún no puedo creer lo que hicieron. ¡Mirense los rostros por Dios! Es que no sé cómo se les pudo pasar por la mente semejante estupidez. ¡Son hermanos, son familia! Los hermanos no pelean de esa forma, ni menos se golpean — se vuelve a alterar observando los rostros de ambos chicos sentados en el sillón frente a ella.

La decepción se percibe en el aire de parte de ambos padres y del hijo mayor, la vergüenza que oculta el enojo.

Kongpob tiene uno de sus pómulos morados y Ae tiene un labio cortado y algunos rasguños debido a que en uno de los empujones de su hermano cayó, junto a una bandita en la frente. Sin mencionar los golpes de ambos en sus cuerpos que los hace quejarse si se mueven bruscamente.

El día anterior habían llegado a casa más temprano de lo que se suponía ya que creían que tenían planes. Kongpob con Arthit y Ae con Tin y Can. Sin embargo, cruzaron la sala todos llenos de tierra, con raspones y algunas partes de su cuerpo rojas e hinchadas. Sus miradas demostraban odio puro y a penas se rozaron en el pasillo habían comenzado a discutir a todo pulmón. Aim había tenido que usar su voz de alfa para intervenir y May acariciar a Lili para que no le diese un ataque y los golpease ella.

— Tú Kongpob, iniciando una pelea con tu hermano y tú Ae, golpeando a tu hermano cuando deberías ser el ejemplo. Eres un alfa, no un cachorro. Los dos actuaron muy mal deberías ser un ejemplo — regaña Aim por onceava vez en el día — ¡Encima por un chico!

— No es cualquier chico, es mi Phi Arthit — dice Kongpob por lo bajo. Primera palabra en casi una hora.

— Arthit no es tuyo, deja de decir eso. No es de nadie y si lo fuera sería mío, porque yo soy alfa.

— Yo también seré alfa y entonces sí lo será.

Ambos mantienen las voces normales, con cuidado de no alzarla aún cuando les hierve la sangre solo porque están sus padres y Lili presentes. Aunque la última no les mira y en cambio le está ladrando a su reflejo en el vidrio del ventanal.

— No lo creo — desafía con cierta diversión en sus palabras.

May los mira a ambos con decepción y preocupación. Ae no debió involucrarse sentimentalmente con Arthit, siempre supo de los sentimientos de su hermano por él. Y por otro lado, Kongpob se está comportando de una manera enfermiza y tóxica.

— ¡Callénse los dos! Arthit no es de ninguno y por mucho que lo adore no lo verán hasta que arreglen las cosas entre ambos y termine su castigo.

Los ojos de ambos se abren de par en par. Están castigados por dos meses, ¿Cómo espera que no vean a Arthit? Suficiente es con que hoy hayan faltado a la escuela y que Kongpob no haya podido ir a verle. Aunque bueno, probablemente el mayor no esté de humor.

Kongpob se siente mal, culpable en cierta parte, con miedo por otra. Se portó mal con Arthit, está consciente de ello, pero alejarlo no ayudará a arreglar las cosas. Sólo quiere una caricia en su cabello y que le prometa que no lo dejará.

— ¡Pero mamá, es mucho tiempo! Necesito verlo.

— Puedes vivir sin él, Kongpob~ah. Estás siendo demasiado posesivo, necesitas tener un tiempo sin él.

— Pero es mi omega...

El lobo de Ae ya harto se levanta, impulsandolo a decir lo que tanto tiempo lleva guardado para no herirlo, aunque ahora su motivo es todo lo contrario. Lastimarlo.

— ¡Que no es tu omega!

— ¡Si lo es!

— ¡Mamá ya dile, dile! — exclama Ae mirando a su mamá cansado haciendo que Kongpob la mire buscando respuestas. ¿Decirle qué? — ¡Dile que no será alfa! Deja de ocultárselo, tarde o temprano se enterara. Jamás podrás marcar a Arthit porque jamás serás alfa — dice lo último dirigiéndose a su hermano menor y ocasionando que su madre guarde silencio. Aim por su parte desordena su cabello y sale de la habitación para tomar aire, no quiere ser duro con Ae y que su alfa tome el mando, siempre se ha controlado y no va a fallar ahora.

— ¿Qué? — el ceño de Kongpob se relaja y sus ojos se ven algo perdidos.

— ¿Porqué más crees que las tías siempre te dicen aquello? ¿O que no hayas presentado cambios aún?

— ¡Ae ya basta! ¡Vete a tu habitación! — exclama May molesta. Ae rueda los ojos y se va, cerrando la puerta de un portazo que se escucha hasta la sala.

Kongpob se queda en silencio, sintiendo en revoltijo en su estómago. ¿Qué está diciendo ese tonto? ¿Y por qué de pronto tiene ganas de llorar?

— M-mae, ¿Qué está diciendo Ae? — pregunta mirando a la omega suspirar — Mae — la vuelve a llamar.

Ella se siente a su lado, acariciando su cabello y manteniendo su mano allí — Cariño, no quise decírtelo antes porque estabas muy feliz con Arthit. Resulta que... ¿Alguna vez has visto una familia con dos hermanos alfa? — Kongpob niega, no recuerda conocer alguna — Bueno, cariño. En las familias, lo normal es que por los genes sólo uno de los hijos sea un alfa. Claro que no todos son...

Kongpob deja de escuchar en esos momentos. Entonces, ¿él no va a ser alfa?. «No. No, no y no. Yo soy el alfa de Phi Arthit. Él es mi omega». Comienza a tener un bloqueo mental, sin darse cuenta de tanta presión en su pecho el aire se le hace escaso y por sus mejillas las lágrimas se derraman una tras otra.

— P-pero Arthit y yo... Yo se lo prometí. Yo soy un alfa, yo tengo que ser un alfa — comienza a decir antes de ver a su madre con el rostro culpable — ¡Yo tenía que ser un alfa! ¿Porqué no me lo contaste?

— Kongpob.

— ¡No! — quita la mano de su madre de su cabello y se levanta bruscamente — Te odio, te odio mucho. A ti y a Ae. Se supone que la familia no se guarda secretos. ¡Son unos mentirosos!

El corazón de May duele cuando lo trata de apresar entre sus brazos pero el otro sale corriendo a encerrarse en el baño. Los sollozos y el llanto se escuchan por los pasillos. No puede evitar sentirse mala madre. Pero está dispuesta a reparar sus errores como lo conversó ayer con su alfa. Sin embargo lo más difícil estaba por venir.

¿Cómo le puede decir al lastimado Kongpob que debe terminar con Arthit?

My little Alpha [KongpobxArthit]Where stories live. Discover now