V | Primer beso [1/2]

3.3K 442 136
                                    

No se ilusionen con el título del capítulo ...

[Kongpob 8 años; Arthit 12]

Para cuando el año había acabado Arthit y Ae ya habían cumplido doce años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Para cuando el año había acabado Arthit y Ae ya habían cumplido doce años. Prácticamente abrazaban el comienzo de la pubertad sin saberlo. Con ello muchos cambios comenzaron a hacerse presentes e intereses que antes no les importaban mucho.

El mayor por meses le da un pase con el balón de fútbol a Arthit quien lo recibe y se lo lanza a otro de sus amigos en el patio de la escuela. Ciertamente no tienen nada mejor que hacer hasta que una de sus compañeras, Maprang, los invitó a jugar con el resto de su clase a «verdad o reto» y aceptan sin pensarlo mucho.

Todos están en un sector algo apartado del patio sentado en un gran círculo con una botella girando en medio de ellos para elegir quién será la persona elegida.

Arthit juega con el aro en su oreja que se hizo recientemente acompañado de su madre. Este tipo de juegos lo ponen algo nervioso a pesar de que la mayoría de preguntas son repetidas, la típica y que se lleva el número uno es "¿Quién te gusta?". Y las respuestas después terminan siendo algo que se puede usar en contra de uno.

— Ai'Ae, ¿Verdad o reto?— pregunta Bright, que para desgracia de Ae gusta de sacar los mejores chismes.

— Yo... Elijo reto.

Un "Hu" colectivo se escucha producto de los estudiantes y Ae acomoda su cabello nervioso. Por su parte Arthit se permite respirar ya que pensó que le tocaría a él. «Perdón, Ae. Mejor tú que yo».

— Te reto a besar a la persona junto a ti — sentencia haciendo que todos guarden silencio. Inmediatamente Prem, quien está a su derecha, se aparta de (con notable asco por tener que besar a un chico) hacia su mejor amiga. Arthit ni siquiera ha terminado de procesar la oración cuando Ae le toma la mano nervioso.

El castaño mira a su mejor amigo rojo hasta las orejas viendo como sus ojos pequeños le piden ayuda a gritos, preso del pánico de ser el centro de atención. «¿Yo? ¿Besar? ¿Ae?». Algo en su estómago se revuelve, no se supone que así sean los primeros besos. Él lo quiere con su primer novio, no con su mejor amigo. Pero es su Ae, y lo mira con ojos suplicante. Todo eso más la presión de tener muchos pares de ojos en él.

— E-eh yo...— traga saliva jugando con las mangas de su sweater escolar. Sus mejillas se sienten calientes. «Será rápido».

Asiente hacia su mejor amigo y eso basta para que sus labios se toquen inocentemente por un segundo causando grititos chillones de parte de sus compañeros. Se separan más rápido que una flecha avergonzados. Arthit por su parte se siente decepcionado, los besos no son tan geniales como creía.

— Yo sabía que se amaban~ — canturrea Maprang alzando sus cejas hacia la "parejita".

Arthit escucha un sollozo y por detrás de sus amigos, a unos metros, hay un niñito de cabello azabache mirándolo con un puchero y en el suelo un corazón hecho con fideos roto. Kongpob había ido a buscar a su Phi para darle un regalo que había hecho en la clase de artes, más no esperaba verlo besándose con su propio hermano. «Phi Arthit no me ama, es un mentiroso» piensa antes de salir corriendo.

Apenas le da tiempo al mayor de levantarse e ir en su búsqueda sin importarle los gritos de sus compañeros a su espalda. Lo único que le importa es su pequeño Nong y sus sentimientos que seguramente lastimó.

No se suponía que Kong viera eso, por Dios, ni siquiera pensó en Kongpob. Se supone que son "esposos" y el menor piensa que sus sentimientos son recíprocos. Arthit admite que adora con todo su corazoncito a su Kong. Desde sus tiernos berrinches donde en su rostro hay un adorable puchero y el cabello cubre sus ojitos, hasta esa linda sonrisita donde su naricita se arruga y sus ojos pierden su forma redondita. O cuando le cuenta sus sueños de viajar por el mundo, y lo incluye a él diciendo que lo llevará a París apenas sepa pilotear un avión. Más decir que lo corresponde totalmente lo asusta.

Lo busca por toda la escuela pero no lo encuentra. ¿Qué hará ahora?

Luego de clases Arthit le rogó a su madre por que le llevara a casa de su abuela

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de clases Arthit le rogó a su madre por que le llevara a casa de su abuela. Y lo consiguió. Más ambas sabían que en realidad algo tenía que ver con los vecinos y lo comprobaron cuando al llegar Arthit corrió a casa de la señores suthiluck.

— Kongpob ni siquiera trató de golpearme, es más, ni siquiera me miró. Pero mamá me dice que jamás lo había visto tan... decaído — informa Ae apenas llega Arthit a su casa.

— ¿Dónde está ahora? — pregunta Arthit con los ojos algo acuosos. Ae desea preguntar si ha llorado pero no sabe si está en lo correcto.

— En la cocina, mamá hizo galletas para consolarlo y está esperando que terminen de cocinarse.

Arthit asiente y sin preguntar se dirige hacia la cocina con corazón latiendo tan despacio que teme deje de hacerlo. Al entrar lo ve. Kongpob está sentado en una silla de la cocina americana balanceando sus piernas.

— Hola — saluda llamando su atención.

Los ojos de Kong inmediatamente se empañan evitando levantarlos cerrandolos fuertemente. No quiere mirar a su Phi. Si no, sabe que demostrará ser el bebito llorón que ya es. Y a Arthit... A Arthit le gustan los niños grandes, como todos le habían dicho. Le gustan los niños grandes... como su hermano.

— ¿No vas a responderme? — pregunta Arthit sentándose a su lado sin saber que hacer. Su pierna se mueve inquieta y sus manos pican por tocar al otro— Kong.

Kongpob no resiste más y levanta su carita con las mejillas mojadas con un color rojo y sus ojos también, en sus labios un pronunciado puchero. Su pecho comienza a subir y a bajar y de sus labios se escuchan sollozos. Arthit lo que menos esperaba en esos momentos era un abrazo.

— Ar-Arthit porqué... — solloza fuertemente aferrándose a la camisa escolar del contrario—. ¿Porqué n-no puede am-amarme como yo l-lo hago?

El llanto de Kongpob se vuelve cada vez más desgarrador y Arthit no puede evitar llorar con él apretándolo fuerte contra su pecho. Con esperanza de que escuche los latidos de su corazón, que es solamente de su menor.

*

*

*

No se lo esperaban ¿verdad? Yo tampoco se me habia olvidado esta escena. Pobre mi Kong :'v y el es tan lindo y tierno.

My little Alpha [KongpobxArthit]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora