VIII | ¿Cita?

2.9K 416 88
                                    

[Kongpob 8 años; Arthit 12 años]

La escuela se había vuelto tan pero tan aburrida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La escuela se había vuelto tan pero tan aburrida. En un comienzo Arthit estaba emocionado de iniciar las clases y conocer gente nueva, aunque claro que no cambiaría a su par de hermanos favoritos. Sin embargo la primaria era muy diferente a elemental. Principalmente porque todos se sienten grandes cuando aún no lo son. Arthit no le ve el sentido. Chismes, romances "complicados" y amistades falsas. Él sólo quiere irse a casa con Aey jugar videojuegos con su lindo Kong.

De lo que más se escucha hablar a través de los largos pasillos es acerca de las categorías. Incluso los niños que eran mayores apostaban por el que serían los niños de nuevo año si omega, betas o alfas. Incluso su cabeza está implicada ahí ya que al ser un chico atractivo muchos le quieren de alfa u omega. Cuando aquello ocurre Ae no puede evitar reírse diciendo que ya se les adelantaron y Arthit no puede evitar sonrojarse y golpearle.

Al menos el estrés de su día a día desaparecía por las tardes ya que iba a buscar a Kongpob a su escuela algunos días y los viernes almuerzan juntos debido a que ambos salen temprano de sus escuelas. Nada ha cambiado entre ellos y eso es algo que los alivia a ambos. Bueno, quizás sí cambió algo. Kongpob está seguro de que cada día que ve a su Phi esperando por él se enamora un poquito más. Y Arthit jura que morirá de una sobredosis de amor a causa del menor y sus mejillas rojas cada vez que le dice algo lindo.

La escuela para Kongpob no es muy diferente. Desde que Arthit y Ae se fueron se sintió alto solitaria y aburrida puesto que se la pasaba todo el día siguiéndolos así que al estos irse no le quedaron muchos amigos. Se volvió algo tímido respecto a hacer nuevas amistades aunque seguía participando en tantos juegos como pudiera, más sólo sentía confianza con Brigth. Y Wayo... bueno, Wayo lo sigue molestando cada vez que puede.

— ¡P'Thit! — grita Kongpob corriendo hacia el castaño una vez lo encuentra apoyado en unos pilares fuera de su escuela.

— Hola Kong —  saluda y se decide por darle un besito en la mejilla al no verle muy enfocado. Kongpob lo mira con sus ojitos hechos círculos de lo sorprendido puesto que Arthit no le da tanto afecto en público.

Luego de su primer beso aquello no se había repetido directamente, pero si los besos en otras partes del rostro y las muestras de cariño se habían multiplicado por mil. Son sensaciones nuevas e intensas más ambos las disfrutan. Es lindo sentirse querido por alguien que no es de tu familia.

— T-thit— dice tocándose su mejilla con sus ojitos brillando, una sonrisa se forma en sus labios rosaditos y se apega al mayor — ¿Puedo darle un beso también yo, Phi?

Arthit da un paso hacia atrás riendo por lo coqueto que es Kongpob. Si le dice que si capaz se lance a besarle como en una telenovela y a él lo lleven a la cárcel.

— Nop — responde haciendo que el otro haga un pronunciado puchero.

¡Injusticia! ¿Su Phi puede besarlo pero él no?  Además, no es como si pudiera robarle uno a menos que estén sentados. ¡Arthit es muy alto! ¡Universo cruel!

— ¡Es malo! ¡Malo, malo, malo! — se queja siguiendo al otro que ha comenzado a caminar. Arthit ríe ante sus múltiples quejas y toma su mano. Kongpob por fin nota que su Phi no vino acompañado decide tutear le y también preguntar — ¿Y tu suegra y tu cuñado, Thit?

— ¡No les digas así! — exclama avergonzado deteniéndose antes de cruzar la calle — Ae se sentía mal y la Señora May lo llevó al doctor. Me pidió que viniera por ti y dijo que ella iría al lugar de siempre a buscarnos más tarde

¡Si! ¡Esto es todo lo que necesita en su aburrido día! Su esposo y él, solitos los dos, en un restaurante (bueno, local de comida rápida pero aquello es un restaurante cinco estrellas para Kongpob) y con mucho tiempo. ¡Eso suena a...!

— ¡¿Entonces esto es una cita?!

Arthit alza sus cejas en dirección al menor. Bueno, desde su loco punto de vista lo puede entender. Pero que el sepa las citas son planeadas y esto fue un imprevisto. ¿Así que si cuenta o no?

— Pero tú no me invitaste — interviene Arthit. Kongpob abre la boca pero le interrumpe — Bueno, no importa, yo te invito a una cita, Kong.

— ¡No! Yo te invito Phi, yo soy el alfa — se queja.

— ¡Pero yo lo dije primero! — continúa Arthit con la intención de molestarle — Los omegas también pueden invitar, además nadie dice que tú serás mi alfa. Puede que tú seas mi omega.

Kongpob frunce el ceño y justo llegan al lugar de comida basura donde entran y se sientan en una mesa junto a un ventanal antes de tomar el menú. La madre de Kongpob les dejó dinero suficiente para comer algo delicioso.

— Phi tú... ¿Me querrías aunque fuera un omega? — pregunta lo que le ha inquietado.

No es que Kongpob dude que será un alfa... O bueno, tal vez un poco. Más que duda es miedo. ¿Y si lo decepciona? Por su parte Arthit siente lo mismo. Kongpob está algo demasiado ilusionado con que él sea su omega. Pero ni él mismo está seguro de lo que será y su primer celo se acerca a pasos gigantes. Es más alto que el promedio de su clase, más sus rasgos son finos, es bueno en deportes, más no tiene un carácter fuerte. Está tan confundido y sólo espera no decepcionar lo. No le gustaría que Kongpob ya no le quisiera de la misma forma...

— ¿Kongpob tú me querrías aún si fuera un alfa?

— Sí — responde sin pensarlo dos veces y Arthit no puede resistir a darle un abrazo— No me respondiste...

— Me gustas Kong, no te dejaría ir aunque seas un beta.

— ¿Entonces puedo besarte? — Kongpob siente el pecho de Arthit vibrar debido a que está riendo y él también lo hace avergonzado. En realidad quiere besarlo.

Comen entre bromas y descarado coqueteo de parte del menor. Los empleados del local los ven enternecidos como un lindo par de hermanos, sin saber lo que hay más allá de sus miradas. Están a punto de pagar cuando una llamada de la mamá de Arthit los interrumpe.

— Saluda a mi suegra, Phi — pide Kongpob divertido ganándose un codazo suave de parte de Arthit mientras rueda sus ojos. Desde que conoció las palabras suegros y cuñados no deja de usarlas cada vez que puede.

— Hola mamá.

— Hola Onn, la mamá de Ae me pidió que los fuera a buscar. Ella no podrá ir porque Ae se ha presentado.

My little Alpha [KongpobxArthit]Where stories live. Discover now