My little Alpha [KongpobxArthit]

[I EXTRA]: Castigados

Los extras no tendrán un orden cronológico. Pueden ser tanto del pasado como del presente por lo cual no es necesario leerlos en orden.

CONTEXTO: Luego del capítulo final, cuando Kongpob marcó a Arthit en casa de Can cuando se supone que estarían en la fiesta en casa de Tin.

[Kongpob 15; Arthit 19]

Son las 10:00 am y pese que luego de una noche de fiesta que terminó a eso de las seis am todos deberían estar durmiendo con un silencio sepulcral, el departamento de Can está siendo demasiado ruidoso.

— ¡La bruja te va a matar! Primero a ti, luego a mi y luego... bueno a Arthit no, a Onn lo matará su mamá — parlotea Ae tirando de su propio cabello caminando de lado a lado por la sala de la casa. Mira a su hermano antes de avanzar hacia él — ¡¿Qué acaso no pien...?!

Tin lo tira de un brazo de vuelta a su posición alejado de los menores — ¡Alto! Si no te mata la Señora May te mata Kongpob — le advierte viendo como los ojos de este se ponen más oscuros, suelta un gruñido enseñando los colmillos y abraza más a Arthit contra si antes de seguir lamiendo la reciente marca. Puesto que primero, se han metido en "su territorio" y segundo, están muy cerca de él y de su omega. Ya de por sí le molesta que estén en el mismo edificio.

Luego de que los invitados se fueran y que Ae se haya acordado de que estaba a cargo de su hermano menor y este ya llevaba varias horas desaparecido con Arthit, decidió buscarlo. Can había tratado de disimular que no tenía relación alguna con lo que pasaba, pero por dentro se sentía terrible, les dio su departamento para que estuvieran una hora a lo mucho, y ya llevaban unas cuatro. Así que al final terminó soltando la sopa con Tin regañándolo. Se suponía que Kongpob se emborrachara por primera vez, no tener literalmente esa primera vez. Y para Can era que Kongpob tuviera su primera vez, no que hiciera su primera marca.

Cuando habían entrado con la copia de la llave que tenía Tin el olor a bosque mojado con rosas inundaba — e inunda— todo el departamento, sacándolos a todos de sus estados de borrachos. Sus rostros se pusieron pálidos y Tin ahora si parecía color blanco puro. Ae fue el que se aventuró a abrir la puerta de la habitación, donde Kongpob que ya estaba alerta cubrió a Arthit con las sábanas y su propio cuerpo con un gruñido de advertencia para que no se acercaran.

En ese momento todos se consideraron muertos y comenzaron a pensar en los testamentos. Probablemente dejándole todo a su posible asesina, May, por haber roto sus promesas.

Mas no era el único problema. Arthit y Kongpob estaban en celo, con una reciente marca y sus lobos combinados como nunca con su parte humana. No se pensaban separar por nada del mundo. Y el alfa estaba evidentemente alterado.

— ¿Qué haremos ahora?

— Podemos cubrir a Onn con nuestros olores y... — el brutal gruñido de Kongpob de advertencia hizo a Can callar. Sin embargo prosiguió hablando a los otros dos alfas en susurro — Ae puede llevar a Kongpob a casa y con Tin podemos cuidar de Onn hasta que se nos ocurra algo.