Capítulo 31

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Fernando: Sabes que es de muy mala educación entrar a un lugar sin haber sido anunciado antes? Que haces aquí?

Silvia: Pues vine a ver el lugar donde trabaja mi esposo, que no te da gusto verme?

Fernando : Que cínica!!!! Hasta ahora cuando estamos a punto de divorciarnos vienes y me dices que quieres conocer el lugar donde trabajo?

Silvia: Nunca es tarde para arrepentirse no es así mi amor.

Fernando estaba furioso, tan cínica se había convertido esa mujer? Se levantó de su silla, y dió un puñetazo al amplio escritorio de madera que tenía enfrente.

Fernando: Basta!!!! Dime que demonios quieres, y ya deja de fingir ese falso interés tuyo, porque no creo en tus " supuestas visitas cordiales" .

Silvia: Ya te dije cariño, por cierto tu secretaria es algo insulsa, se ve una interesada de lo peor, aparte se ve que es una inepta, e incompetente, deberías tener más cuidado con el personal que contratas mi vida.

Fernando por un momento iba a olvidarse que la que tenía enfrente era mujer, porque en cualquier momento estaba por caerle a golpes. Le comenzó a gritar peor que cuando llegó buscándola a casa.

Fernando: Cállate!!! No voy a permitir que le faltes al respecto ni mucho menos a ella. Y no eres quien para venir y darme órdenes en mi empresa donde solo mando yo, yo decido a quien contrato o a quien despido y todos absolutamente todos los empleados de esta empresa son muy eficientes porque me gusta estar rodeado de personas eficientes y competentes.

Silvia: Porque la defiendes tanto?

Fernando: La defiendo como lo haría con cualquier otro empleado, y si ya terminaste de escupir tu veneno, vete(le señaló la puerta) que tengo mucho trabajo y tú solo vienes a quitarme el tiempo.

Ahh!!

Y no se te olvide ahora sí firmar la demanda de divorcio.

Silvia se levantó de la silla donde estaba sentada, tomó su bolsa y se dirigió la puerta pero antes de salir del todo le dirigió algunas palabras.

Silvia: Nunca escúchame bien, nunca nos vamos a divorciar, ( salió dando un portazo).

Fernando: Eso lo veremos.

Silvia le dirigió una última mirada de odio a la pobre de Lucero que estaba estática sentada en su escritorio, sentía que iba a desvanecerse pero no podía hacerlo frente aquella mujer, Silvia se dirigió hacía el elevador, entró a la caja metálica para luego entrar y bajar hacía la salida.

Lucero soltó el aire de sus pulmones que había estado reteniendo desde que aquella mujer salió de la oficina, al fin había conocido a aquella mujer , a simple vista se veía una mujer llena de odio, rencor, y desprecio, no le agrado nada el escrutinio al que fue sometida.

Se levantó de la silla donde estaba sentada y fue en busca de una botella de agua, necesitaba un trago de agua eran muchas emociones juntas, la cabeza le comenzaba a doler horrores, mientras que sentía que la vista se le nublaba por completo, quería ir a sentarse de nuevo y tomar aire, pero no lo logro.

Cayó al suelo perdiendo el conocimiento por completo, se había desmayado.

Sintió que alguien la llamaba por su nombre, le acercaron algo a la nariz creyó que era alcohol por el fuerte olor que hizo que despertara . Fue recuperando la conciencia ahora se encontraba sentada en su silla de trabajo, Fernando estaba frente a ella sosteniendo una pequeña botella de alcohol junto con un pequeño algodón con alcohol, sobre el escritorio se encontraba una botella de agua .

Fernando:Pequeña como te sientes?

Lucero: Que me pasó( intentó levantarse pero Fernando se lo impidió).

Fernando: Te desmayaste, iba a salir a pedirte unos archivos y te encontré tirada en el pasillo. Sabes estoy comenzando a preocuparme por ti, debemos ir al médico.

Lucero: No por favor, de seguro no es nada, tranquilízate.

Fernando: Te desmayaste mujer!! No me pidas que me tranquilice acaso estás enferma y no me lo quieres decir para no preocuparme?

Lucero: Como crees mi cielo, no estoy enferma, estoy mejor que nunca. Solo debe haber sido la impresión que me causo al ver a tu esposa aquí.

Fernando recordó el mal momento que había pasado con Silvia hace unos minutos. Luego verla tirada en el suelo inconsciente le había preocupado.

Lucero: Que quería? Claro si puedo saberlo?

Fernando: Solo venia a molestar mi ángel, quería molestarme. Pero no hablemos más de ella dime enserio no estás enferma?

Lucero: Claro que no mi vida, creo que solo es porque no desayuné en la mañana y ya ves lo que dicen . El desayuno es la comida más importante del día.

Fernando: Pues si es así, ( tomó el teléfono marco unos números y espero a que le contestaran).

Lucero: Mi cielo a quien llamas?

Fernando: Ya lo sabrás pequeña.

Una señorita contesto al otro lado de la línea.

Fernando: Bueno, quisiera ordenar algo de comer.

Recepcionista: Que le gustaría ordenar?

Fernando: El desayuno ejecutivo por favor, junto con café jugo y un pastel de chocolate de postre. ( Le guiño un ojo a Lucero , ella asomó una sonrisa en los labios).

Recepcionista: Algo más que desee ordenar?

Fernando: Nada más

Luego de llegar a un acuerdo donde llevarían la comida, y la forma de pago Fernando colgó el teléfono.

Fernando: Si el no haber desayunado te está causando todo esto, pues ahora mismo vas a desayunar. Y yo me quedaré contigo hasta que acabes toda la comida que acabo de ordenar.

Lucero: Como tú digas mi vida.

Luego de un rato esperando al repartidor de comida del restaurante, tenía frente a ella un verdadero bufet. Por dónde empezaría comiéndose todo eso?

Fernando: Vamos corazón, come y no me voy de aquí hasta que hayas acabado todo eso.

Lucero: Todo esto? (Señaló toda la comida que tenía enfrente).

Fernando: Claro, todo menos el café que ese si es mío( tomó el café que estaba en el vaso de papel y le dió un sorbo).

Lucero comenzo a comer, aún tenía el estómago revuelto solo esperaba no tener que ir al baño y que ahora sí Fernando la llevará al médico.

Luego de un rato comiendo alfin había acabado, estaba más que satisfecha, el trozo de pastel fue el primero en haberse acabado. Se le antojo desde antes y sin querer Fernando lo había ordenado.

Fernando retiró la basura que había quedado de la comida , y la tiró en el cesto de la basura. Luego se dirigió hacía ella la halo hacía el, sus grandes y fuertes manos la rodearon por la cintura.

Fernando: Quiero que tengas confianza en mi, quiero saber si estás enferma, si te pasa algo, todo absolutamente todo lo que te pase quiero estar enterado entendido?

Lucero: Entendido.

Unieron sus labios en un cálido y dulce beso.

Camila: Estás segura de querer hacer esto?

Silvia: No tengo más remedio, no puedo perder a mi esposo por culpa de una estúpida secretaria.

Camila: Pero engañarlo de esa manera, no creo que sea ético.

Silvia: Sabes que no tengo otra opción. Trajiste lo que te pedí?

Camila saco una botellita de su bolsa, eran gotas para dormir ella las tomaba todas las noches a causa de su falta de sueño.Se la entregó en las manos.

Camila: Piensas dormirlo para luego hacerle creer que se acostó contigo? Luego que sigue?

Silvia: Ya lo sabrás!.

RELACIONES PROHIBIDAS ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora