Capítulo 56

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Lucero: Ir a vivir a ese castillo que le llamas casa?

----- Debes estar bromeando. ( Comenzó a reír a carcajadas).

Fernando cruzó los brazos, y la observó con cara sería, acaso lo veía que estaba bromeando?

Fernando: Le parece que estoy bromeando señorita Hogaza?

Lucero comprendió que estaba hablando totalmente enserio, las risas desaparecieron al instante para dar paso a una cara de asombro por parte de ella.

Lucero: Pero?

Fernando: Vas a seguir poniendo peros?

Lucero: Pero como podría irme yo a vivir a tu casa, no estamos casados...

Fernando: Es necesario que estemos casados?
------ Por todos los cielos mujer, vamos a tener un hijo, tenemos una relación.

----- Necesito protegerte, Silvia anda suelta quien sabe dónde, no resistiría que volviera hacerte daño, hazlo por ti, hazlo por el bebé.

Lucero sabía que aquella mujer era peligrosa, la culpa invadió su corazón, ella le había quitado el amor de Fernando, sentía merecer todo lo que le estaba pasando.

Comenzó a derramar lágrimas, que luego se fueron intensificando , caían como cascadas de agua sobre sus mejillas.

--- Fernando rápidamente se acercó a ella, le tomo el rostro con sus manos para luego darle un tierno beso.

Fernando: Por que lloras ángel?

Lucero: Merezco todo el odio de Silvia.

Fernando: Por que dices eso?

Lucero: Le quite a su esposo,destruí tu matrimonio.

Fernando se acercó aún más  a ella, la abrazo contra su pecho.

Fernando: Escucha mi niña, tu no destruiste nada, ese matrimonio estaba destruido desde antes que tú llegarás solo que yo aún no lo sabía.

--Es verdad estuve casado con ella durante años, pero ella fue la única culpable de nuestro divorcio, lo único que le importaba fue su trabajo, el ascenso en su compañía, llegaba tarde a casa, evadía cualquier demostración de cariño que le daba, ya no había intimidad entre nosotros. Ya no éramos marido y mujer. Yo quería que tuviéramos un hijo, pero ella me decía que aún no era el momento, que un hijo llegaría arruinarle su carrera, incluso llegué a pensar que tenía un amante.

--- Crees acaso que ese era un matrimonio?

---- Escúchame bien ( se sentó en la camilla junto a ella mientras enredaba sus dedos con los de ella). Tu no destruiste nada, ese matrimonio estaba destinado al fracaso, que te quede claro.

Tu llegaste a mi vida en el mejor momento, gracias a ti conocí el amor verdadero, gracias a ti supe lo que es sentirse amado y ser correspondido.

--- Gracias a ti seré papá( le acaricio el vientre con dulzura).

--- Te amo ángel, te amo más que a mí vida.

Se acercó a ella, poso sus labios sobre los de ella, la lengua de Lucero entró en juego, se abrió paso dentro de la boca de Fernando recorriendole cada rincón de la boca de aquel caballero, la humedad reinaba en aquellas bocas. Ambas lenguas jugueteaban, finalmente después de una buena dosis de éxtasis y humedad, Lucero se separó de el, no sin antes llevarse el labio inferior de Fernando entre sus dientes.

Fernando: Me vuelves loco.

Lucero: Acepto

Fernando: En serio?

Lucero: Acepto ir a vivir contigo.

Fernando: No sabes lo feliz que me haces,( la abrazo, luego de darle un beso en la coronilla).

El doctor le comento a Lucero que quería tenerla una noche más en observación para checar que todo estuviera bien, al día siguiente le daría el alta médica.

--- Fernando condujo a casa, Lucero iba tranquila sentada en el asiento del copiloto, acariciaba su vientre. Aún no podía creer que iba a vivir en aquella casa.

Fernando volteó a verla para susurrarle un "Te Amo", que le fue correspondido por ella al instante.

Llegaron de nuevo a casa, el se apresuro abrirle la puerta para luego extenderle la mano para que ayudarle a bajar del auto.

Lucero nunca iba dejar de maravillarse ante la majestuosidad de aquella casa.

Fernando: Bienvenida a tu casa mi niña.

Lucero lo abrazo a lo que el gustoso acepto.

Entrelazaron sus manos y juntos entraron a la casa, Alfred los esperaba, como era típico con el resto de empleados.

Alfred sostenía un ramo enorme de rosas rojas, se acercó a Lucero a darle un afectuoso abrazo.

Alfred: Bienvenida Lucero. (Le entregó el enorme ramo de rosas).

Lucero: Gracias Alfred, (olió las rosas,).

Están preciosas.

Alfred: Fer.( Lo abrazo tiernamente).

Fernando: Alfred (Le correspondió el abrazo)Como estás viejo?

Alfred: Bien muchacho.

El resto de empleados le dieron la bienvenida a lo que ella sonriente y amable agradeció.

Fernando: Vamos, te enseñaré nuestra habitación.

---- Lucero sonrió enamorada, esas palabras se escuchaban divinas, en labios de el.

---- " Nuestra habitación".

Subieron tomados de la mano al segundo piso de la casa, Fernando la llevo a la habitación principal de la casa. Giró el pomo de la puerta, dejando a la vista una enorme cama King Size, cubierta con sábanas de satén de seda blanca, y cobertores grises  elegantes, las enormes almohadas blancas de plumas,eran como un par de nubes caídas del cielo.

Cada detalle de aquella habitación le resultaba agradable, elegante, pero sobre todo acogedora, le emocionaba saber que de ahora en adelante lo primero que verían sus ojos sería el rostro de Fernando durmiendo junto a ella.

Lucero: Amor?

Fernando: Dime pequeña...

Lucero: Cuando iremos por mis cosas?

Fernando: Tus cosas ya están aquí, le pedí a Cyntia que hiciera tus maletas.

--- Quiero que veas algo, ven conmigo (la tomó de la mano). Juntos salieron para ir a la habitación de junto.

En aquella habitación estaba la cuna que el le había enviado a su departamento.

Fernando: Quiero que está sea la habitación del bebé, que te parece?

Lucero:Me encanta, pero aún faltan detalles no te parece?

Fernando: Al parecer si, pero falta mucho para que esté pequeño( poso una mano sobre su vientre). Venga al mundo, aún tenemos tiempo.

Lucero: Sabes que te amo mi cielo?

Fernando: No más que yo mi ángel...

RELACIONES PROHIBIDAS ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora