Capítulo 54

752 81 21
                                    

Luego de manejar unos minutos al fin llegaron a casa, ella hecha un mar de nervios, el tranquilo viéndola con disimuló como literalmente se comía las uñas de las manos.

Fernando: Oye cariño, si sigues así te vas a quedar sin uñas( tomó la  mano de Lucero luego de darle un beso en los nudillos entrelazó una de sus manos con la de ella.

Lucero: Perdóname, pero estoy nerviosa.

Fernando: Ya te dije, nada malo va pasar.

Lucero: Y si llega tu esposa,cuando yo estoy ahí?

Fernando: No llegara, eso te lo aseguro.

Fernando llegó a casa, luego de aparcar el auto y bajarse de este fue hacia el otro extremo del auto para abrir la puerta y ayudar a bajar a Lucero.

--- Le tendió la mano ayudándola a bajar.

Al bajar del auto Lucero quedó en shock al ver una enorme casa frente a sus ojos. No podía articular palabra, sus pies se quedaron aferrados al suelo, le era imposible dar un paso.

Fernando frunció el ceño, extrañado de verla con esa actitud de asombro.

Fernando: Que pasa amor?

Lucero: Tu...

Fernando: Yo?

Lucero aclaro su garganta.

Lucero: Tu vives aquí?

Fernando: Si, por?

Lucero: Parece un castillo, parecido al de los príncipes de los cuentos de hadas, de seguro por dentro es enorme al igual que aquí afuera.

Fernando: Por que no lo averiguas?

Lucero: Crees que podré entrar a este mundo lleno de lujos?

---- No creo que podré encajar en tu mundo, somos tan diferentes, tu el empresario más importante e influyente de la ciudad.

Yo una simple secretaria, de condiciones inferiores a la tuya.

No pudo seguir con sus alegatos ya que fue callada por un beso apasionado de parte de Fernando.

Fernando: Cuando el amor es verdadero, como el que tú y yo nos tenemos,no existen clases sociales.

---- No pongas más peros por favor, vivamos nuestro amor, ese sentimiento hermoso que nació entre tu y yo.

Fernando le dió un cálido y fuerte abrazo a lo que ella respondió de la misma manera.

Fernando: Tienes hambre?

Lucero: Mucha

Fernando: Pues vamos que se enfría.

Ambos subieron los cinco escalones que tenían enfrente. Fernando sacó la pequeña llave plateada de su bolsillo, luego la inserto en la cerradura.

Abrió la puerta por completo dejando ver a Alfred junto con el resto de los empleados.

Fernando: Buenas noches a todos.

Todos asintieron al mismo tiempo.

Fernando: Ella es la señorita Lucero Hogaza mi novia( dirigió la mirada a Lucero), quien sonreía tímidamente.

Alfred se acercó a ellos, abrazos tiernamente a Fernando a lo cual el asintió.

Fernando: Mira viejo, ella es mi ángel.

Fernando: Mi ángel el es Alfred, el es mi segundo padre, me cuido desde que quedé huérfano, el ha estado conmigo en las buenas y en las malas.

Lucero se sonrojo, mientras que Alfred la veía atentamente aquella mujer le inspiraba ternura, cariño.

RELACIONES PROHIBIDAS ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora